- La liberación de 2136 ejemplares de iguanas (Conolophus subcristatus) en la isla Santiago a inicios de año no solo le devuelve uno de sus herbívoros originales a este ecosistema, sino que permite garantizar la integridad ecológica de otra isla: Seymour Norte.
- Al ser un proyecto que implica por primera vez la reintroducción de un gran número de iguanas, ya es un referente de restauración que podría replicarse en los archipiélagos e islas del Pacífico Sur, que presentan similares problemáticas de conservación de especies.
De lo que ocurrió no hay antecedentes en ningún otro lugar del mundo. Se trata de una iniciativa de conservación que cambia casi dos siglos de desaparición de la iguana terrestre (Conolophus subcristatus) en la isla Santiago del archipiélago de Galápagos en Ecuador.
El único rastro que quedaba y permitía presumir que esta especie existió en la isla es un esqueleto hallado en 1910, es decir, 75 años después de que el científico y naturalista inglés Charles Darwin las reportara vivas en 1835, durante la visita que hizo al noreste de la isla Santiago.
La historia en 1 minuto. Video: Mongabay Latam.
Estas iguanas terrestres ─especie categorizada como Vulnerable según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)—, son endémicas de las Islas Galápagos, pero se extinguieron en Santiago por cuenta de animales exóticos e invasores como cabras, asnos y cerdos ferales. Pero a comienzos de este año un proyecto de restauración ejecutado entre la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), la Universidad Massey de Nueva Zelanda y la organización Island Conservation logró reintroducirlas en Santiago para mantener el equilibrio ecosistémico en el archipiélago.