- La contaminación de las ciénagas ha sido una constante en Barrancabermeja. Pescadores aseguran que la industria petrolera ha contaminado y no ha respondido adecuadamente durante un siglo.
- La empresa estatal petrolera asegura que ha cumplido con todas sus obligaciones ambientales, pero muchas comunidades no confían en que el fracking se haga responsablemente.
*Este reportaje es una colaboración periodística entre Semana Sostenible de Colombia y Mongabay Latam.
Entre las coloridas ramas de los árboles, Eugenio busca con su aguda y recia mirada. Sabe con certeza que en algún punto del recorrido aparecerán. De repente, alza su mano derecha y comienza a moverla de arriba hacia abajo. Cristo, su compañero de viaje, rápidamente apaga el motor de la lancha, mientras este pescador de 58 años se pone de pie y comienza a remar hacia la orilla con una larga vara de madera, de más de dos metros, que sacó del interior de la embarcación.
—“Están ahí, ¿no los ven?”
Son dos pequeños monos carablanca o capuchinos (Cebus capucinus) moviéndose entre las copas de dos arbustos. Con esa misma emoción, Eugenio señala la gran variedad de aves que surcan por el cielo de la ciénaga El Llanito, ubicada en Barrancabermeja (Santander).
Pero su entusiasmo se diluye al acercarse a la orilla. Al bajarse de la embarcación, luego de más de una hora de travesía por las turbias aguas de este cuerpo de agua, este humilde hombre asegura que la sedimentación y la contaminación están acabando con ese ecosistema estratégico.
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Un siglo de explotación petrolera
Jairo Puentes, ingeniero químico y especialista en petróleos, asegura que las ciénagas actúan como filtradores naturales de agua, reguladores de la temperatura ambiente y son el hábitat de especies animales cuyas funciones contribuyen a mantener en equilibrio otros ecosistemas.