Crisis inminente del agua en China
Crisis inminente del agua en China
Tina A. Butler
Traducción por Genoveva Trejo Macías
mongabay.com
18/2/2008
Los $240 millones que prometió destinar el primer ministro de China, Wen Jinbao, para garantizar agua limpia a la población no son suficientes para satisfacer la demanda popular de China. Con los periodos alternados de inundaciones y sequías severas, los altos niveles de contaminación, y las políticas tolerantes y desordenadas, China está siendo testigo de una disminución en el suministro de agua.
De acuerdo a los hidrólogos, las autoridades gubernamentales y los líderes de la industria, el agua y los desperdicios son los problemas más graves a los que se enfrenta China.
Algunos elementos que han favorecido la crisis del agua en el país son presas mal diseñadas, el mal manejo de los ríos, los cultivos en las partes más secas del país y los bajos precios del agua. En la mayor parte de China, el agua se compra 40 por ciento más barata del costo real. Con estos precios el país no puede pagar la limpieza y el suministro inagotable de agua.
Ma Jun, autor de “La Crisis del Agua en China” cree que la mayoría de la población podría pagar un precio más justo por el agua, y que la utilización del recurso sería más prudente y eficiente si se elevara su costo. Por otra parte, al gobierno chino le preocupa que la elevación de los precios cause inestabilidad social. Debido a la escasez de agua, los precios del recurso se elevarán necesariamente en un 500-5000 por ciento durante los próximos diez años.
La reducción del flujo de los ríos más grandes de China ha provocado la disminución de la producción de energía en las plantas hidroeléctricas. Las industrias fundidoras, papeleras y petroquímicas no podrán operar sin la gran cantidad de agua que requieren. El suministro de agua se interrumpirá en seis industrias que utilizan aproximadamente dos terceras partes del total de la demanda industrial de agua: energía eléctrica, hierro y acero, producción de petróleo y refinamiento, químicos, producción de papel y colorantes textiles.
La sequía es otro elemento que ha contribuido con la crisis del agua, y su frecuencia y duración han ido en aumento. China ha sido afectada por este fenómeno durante la última década, y la sequía que era casi exclusiva del norte del país se ha vuelto común en el sur.
En la región norte y oeste de China se han propuesto algunas acciones para disminuir la escasez del agua, incluyendo la plantación de árboles madereros, en lugar de granos, cerca de los límites superiores del río. Los campesinos que participaron en este programa fueron compensados con dinero en efectivo y un suministro de granos, mientras que los árboles crecieron durante un periodo de cinco años, pero las autoridades se negaron a continuar con las compensaciones.
La contaminación es otro problema que ha contribuido con la crisis, ya que los desechos industriales, y desperdicios animales y humanos en el agua podrían propiciar la transmisión de enfermedades pandémicas.
En Shangba, situado al norte de Guangdong, el envenenamiento provocado por las minas está destruyendo los cultivos locales, la producción en el área es un tercio del promedio nacional y nadie quiere comprar los productos de la cosecha. La solución para resolver este problema es crear una reserva, aunque la idea fue abandonada debido al costo de 8.4 millones de yuanes que tendría.
De acuerdo a Frost y Sullivan, una compañía consultora de agua, se necesitan $48 mil millones para tratar el 50 por ciento de las aguas negras. A medida que se incrementan las poblaciones urbanas, el problema del tratamiento del drenaje se está volviendo más severo. De los 168 millones de toneladas de desperdicios sólidos que produce China, únicamente el 20 por ciento se maneja adecuadamente.
Un precio razonable del agua y el reciclaje para su reutilización podría prevenir una catástrofe en el país.