Malasia tenía el mayor índice de bosque perdido del mundo entre 2000 y 2012, según un nuevo mapa forestal global desarrollado en colaboración con Google.
El total de bosque perdido en Malasia asciende al 14,4 por ciento del área boscosa que había en 2000. La pérdida se traduce en 47.278 kilómetros cuadrados (18.244 millas cuadradas), una región más grande que Dinamarca.
La pérdida forestal de Malasia se vio parcialmente compensada por 25.978 km² de vegetación resultantes de la recuperación natural, la reforestación y la creación de industria maderera y plantaciones palmas de aceite. Durante ese tiempo, la propiedad de palmas de aceite en Malasia ha crecido aproximadamente un 50% (17.000 km²).
Pero las plantaciones no cuadran bien con los bosques naturales en términos de biodiversidad, almacenamiento de carbono y mantenimiento del orden en el ecosistema, lo que indica que Malasia sufrió un gran declive de su base patrimonial natural. La mayor parte de la pérdida forestal de Malasia se dio en sus bosques más espesos, los que sobrepasan el 50% de cobertura arbórea, que en general almacenan la mayoría del carbono y son más ricos en fauna, la cual incluye orangutanes en peligro de extinción, elefantes africanos pigmeos, rinocerontes de Sumatra y panteras nebulosas.
Tras décadas de explotación forestal insostenible, que agotaba los suministros de madera y debilitaba viabilidad de la gestión forestal tradicional, los bosques de Malasia se están utilizando cada vez más para las plantaciones industriales de palmas de aceite. La industria del aceite de palma es una potente fuerza política en el país.
Resumen de los cambios en el uso de la tierra en Malasia (parte inferior). Columna de la izquierda: uso de la tierra anterior a la creación de las nuevas plantaciones de palmas de aceite (en la esquina inferior izquierda aparece el incremento total anual de plantaciones de palmas de aceite). Columna central: el uso de la tierra después de la transformación de los bosques (en la esquina inferior izquierda aparece la tasa anual de deforestación). Columna derecha: cambio neto en el uso de la tierra cada cinco años. Información sacada de Historical CO2 emissions from land use and land cover change from the oil palm Industry in Indonesia, Malaysia and Papua New Guinea (“Las emisiones históricas de CO2 en el uso de la tierra y el cambio de cobertura de la tierra por la industria de palmas de aceite en Indonesia, Malasia y Papúa Nueva Guinea”).
Dan Zarin, el director de programas de la Alianza clima y uso de la tierra, una asociación de base altruista, dice que cambiar los bosques naturales por bosques plantados representa una pérdida para el planeta.
“No puedes reducir la deforestación plantando árboles”, dice Zarin, “porque los bosques plantados recientemente son mucho menos valiosos para el carbono, la biodiversidad y la gente que depende de ellos que los bosques originarios en pie.”
El índice de pérdida de bosque de Malasia durante ese periodo fue casi un 50 por ciento más alto que el del segundo finalista, Paraguay (9,6%). Su región de bosque perdido está en novena posición después de Rusia, Brasil, los Estados Unidos, Canadá, Indonesia, China, la República democrática del Congo y Australia. La pérdida de bosques neta de Malasia, 21.480 km2, se sitúa en la 12ª posición a nivel mundial.
Los datos fueron publicados en un a breakthrough mapa que ha supuesto un gran avance, desarrollado por un equipo de investigadores de la Universidad de Maryland, Google Inc., la NASA, el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), la Universidad estatal de Dakota del Sur, el centro de investigación Woods Hole Research Center y la Fundación Gordon y Betty Moore. El mapa, que se detalla en la revista Science, se basa en 650.000 imágenes sacadas por las cámaras de los satélites Landsat de la NASA a una resolución de 30 metros.
Clarifying Google’s forest map |
Según el desarrollador que ha dirigido el proyecto, Matthew Hansen de la Universidad de Maryland, el mapa representa un progreso significativo en la comprensión de los cambios ecológicos que acompañan a los cambios en el área boscosa.
“Este es el primer mapa de cambios forestales que es globalmente consistente y localmente relevante”, dice Hansen. “Las pérdidas o ganancias del área boscosa describe aspectos muy importantes de un ecosistema, lo que incluye la regulación climática, el almacenamiento de carbono, la biodiversidad y el suministro de agua, pero hasta ahora no había modo de conseguir datos detallados, precisos, desde un satélite y disponibles de inmediato sobre el cambio del área boscosa de escala local a global.”
Pérdida forestal en Malasia Peninsular. Algunas de las pérdidas forestales de Malasia incluyen la replantación de las plantaciones actuales, la presente versión del mapa no distingue entre área boscosa natural y plantaciones.
Hansen añade que esta herramienta podría usarse para desarrollar e implementar medidas para reducir la deforestación.
“Brasil usó los datos de los Landsat para documentar las tendencias forestales, luego utilizó esta información en la formulación e implementación de sus políticas”, dice Hansen. “Ahora, con nuestro mapa global de cambios forestales cada nación tiene acceso a este tipo de información, por su propio país y por el resto del mundo.”
Queda por ver si Malasia decide usar la información para ese propósito.