Entre 2002 y 2013, al menos 908 personas fueron asesinadas por pronunciarse en defensa del medio ambiente, según un informe de Global Witness que muestra, además, un aumento drástico en el índice de muertes en los últimos cuatro años. Cabe destacar que el informe apareció el mismo día que otra ONG, Survival International, publicó un video de una persona armada amenazando a una comunidad de aborígenes guaraníes en Brasil. Esta comunidad se ha asentado nuevamente en tierras que les fueron robadas por estancieros hace décadas. Según el informe, casi la mitad de las muertes que tuvieron lugar en la última década ocurrieron en Brasil (448 en total) y más de dos tercios de ellas (661) estuvieron relacionadas con conflictos por tierras.
“Hay pocos síntomas tan crueles y obvios de la crisis ambiental mundial como el incremento drástico de los asesinatos de personas que defienden los derechos sobre su tierra o medio ambiente”, dijo Oliver Courtney de Global Witness. “Sin embargo, este problema, que se agrava rápidamente, pasa desapercibido y los responsables casi siempre quedan impunes. Esperamos que nuestros hallazgos actúen como el llamado de alerta que claramente necesitan los gobiernos y la comunidad internacional”.
A pesar de lo sobrecogedor de este informe, es probable que se esté subestimando el asunto en gran medida. El artículo solo cubre 35 países donde la violencia en contra de activistas ambientales es un problema, aunque no da datos sobre otros países donde es probable que ocurran asesinatos relacionados con temas ambientales, sin ser reportados.
El anciano Frédéric Moloma Tuka fue golpeado hasta morir durante una protesta en contra de la tala en la República Democrática del Congo. Foto: © Greenpeace DRC.
El informe señala que “debido a la naturaleza activa y poco reconocida de este problema no es posible hacer un análisis global exhaustivo de la situación. Por ejemplo, países africanos tales como Nigeria, la República Democrática del Congo, la República Centroafricana y Zimbabue, donde existe un malestar alimentado por los recursos, son mucho más propensos a verse afectados, pero es casi imposible obtener información sin investigaciones de campo detalladas”.
De hecho, no se incluyeron informes acerca de cientos de otras muertes en países como Etiopía, Myanmar, Venezuela y Zimbabue debido a la falta de información rigurosa.
Aunque no se incluyan estos países, la cantidad de activistas ambientales asesinados se aproxima a la de periodistas asesinados (913) durante el mismo período, un asunto que tiene mucha más prensa. Los activistas que corren mayor riesgo son aquellos que combaten industrias específicas.
“Muchos de los que enfrentan amenazas son personas comunes que se oponen al acaparamiento de tierras, las explotaciones mineras y la comercialización de madera a nivel industrial. Estas personas a menudo son desplazadas de sus hogares y quedan gravemente expuestas a la devastación ambiental”, según se lee en el informe. “Esto impacta de manera especialmente fuerte en las comunidades aborígenes. En muchos casos, sus derechos sobre la tierra no son reconocidos ni por la ley ni en la práctica, lo que los deja expuestos a la explotación por parte de intereses económicos poderosos que los tildan de ‘anti-desarrollo’”.
Video de una persona armada amenazando a una comunidad guaraní. Cortesía de Survival International.
Para resaltar lo dicho, Survival International publicó un video donde, según dicen, puede verse a una persona armada disparando a miembros de la comunidad guaraní de Pyelito Kue. Afirman que en el incidente resultó herida una mujer. Hace décadas que los guaraníes hacen campañas para que les devuelvan las tierras que fueron robadas por los estancieros.
“Este video da un vistazo breve de lo que soportan mes a mes los guaraníes: acoso, intimidación y a veces muerte, solo por intentar vivir en paz en fracciones minúsculas de las tierras ancestrales que alguna vez les robaron”, dijo Stephen Corry, director de Survival International. “¿Es mucho pedir que las autoridades brasileñas, teniendo en cuenta los millones que han gastado en la Copa Mundial de Fútbol, resuelvan este problema de una vez por todas, en lugar de dejar que continúen las penurias de los aborígenes?”.
De acuerdo con el artículo, dos de los principales factores que impulsan la violencia contra los activistas ambientales son la falta de atención hacia este tema y la impunidad generalizada de los perpetradores. De hecho, Global Witness descubrió que solo condenaron a diez personas por las 908 muertes documentadas en el informe, lo que equivale a una tasa de condena del 1,1% a la fecha.
“Los defensores de los derechos humanos al medio ambiente trabajan para garantizar que vivamos en un medio que nos permita gozar de nuestros derechos básicos, entre los que se incluyen el derecho a la vida y la salud”, dice John Knox, experto independiente sobre los derechos humanos y el medio ambiente de la ONU. “La comunidad internacional debe hacer más para protegerlos de la violencia y el acoso que sufren como consecuencia”.
Camiones con troncos en Liberia. Solo en los últimos dos años hubo 23 muertes relacionadas con la deforestación y la tala ilegal. Foto: © Global Witness.