Se podría clasificar a 2014 como “El año del compromiso de cero deforestaciones.” Durante 2014, casi dos docenas de empresas grandes, desde productoras de aceite de palma y cadenas de comida rápida hasta fabricantes de dentífricos, instauraron políticas para dejar de surtirse de aceite de palma producido a costa de bosques tropicales y zonas de turbera.
Otros temas recurrentes en 2014 sobre bosques tropicales fueron el aceite de palma, Indonesia, el papel de las comunidades indígenas y locales en mantener la cubierta forestal, la restauración de bosques, y los nuevos enfoques en monitoreo de bosques.
Listados a continuación están los cinco grandes temas del año:
- Spread of zero deforestation policies
- Improvements in forest monitoring, including Global Forest Watch
- Two steps forward, one step back for forests in Indonesia
- Deforestation in the Brazilian Amazon resumes its downward trend
- Growing recognition of the role local communities have in curbing deforestation
Claro que apenas representan una diminuta porción de lo que pasó en el mundo de los bosques tropicales en 2014.
Lo que sigue son las historias más notables del año pasado sobre bosques tropicales. No se puede incluir a todas, así que si quieren sugerir una historia que no está aquí, dejen su comentario al final del artículo. Tampoco tocamos el tema de los bosques subtropicales, templados o boreales.
Reseñas de años anteriores: 2013 | 2012 | 2011 | 2009
Bosque tropical en Australia. Todas las fotos por Rhett A. Butler.
El año del compromiso de cero deforestaciones
After Asia Pulp & Paper (APP), the world’s biggest pulp and paper producer, and Wilmar, the largest palm oil company, established comprehensive zero deforestation policies in 2013, there Después de que Asia Pulp & Paper (APP), la productora de pulpa y papel más grande del mundo, y Wilmar, la empresa más grande de aceite de palma, establecieron políticas exhaustivas de cero deforestaciones en 2013, teníamos buenas razones para creer que la tendencia seguiría en 2014. Sin embargo, pocos se imaginaban con cuánta rapidez se las adoptaría: 2014 va a pasar a la historia como un punto de inflexión en evitar que las cadenas de suministro de materia prima impliquen destruir la selva tropical.
La mayoría de las políticas de cero deforestaciones establecidas en 2014 se aplicaron específicamente al aceite de palma, una de las principales mercancías de los últimos veinte años en instigar la deforestación en el Sureste de Asia. Empresas como Johnson & Johnson, Mars Inc. y Musim Mas, productora de aceite de palma, se comprometieron a garantizar sus fuentes de suministro para aceite comestible, cuantiosamente usado en alimentos procesados, cosméticos y productos de limpieza.
Los elementos claves de estas políticas son la rastreabilidad, las normas establecidas por la Mesa redonda sobre aceite de palma sostenible (RSPO, por su sigla en inglés), el respeto por el derecho de las comunidades locales a negarse a que las plantaciones se extiendan por sus tierras tradicionales, y la prohibición de producir aceite de palma allí donde hay grandes reservas de carbono y en áreas de gran valor de conservación. Las medidas evitan en efecto que las nuevas plantaciones de palma oleaginosa se asienten en zonas de turbera y bosques tropicales — tanto secundarios como primarios.
Para fines de 2014 más del 85 por ciento de la producción de aceite de palma se regía por algún tipo de política de deforestaciones cero, según la campaña the Forest Heroes [Los héroes de los bosques] que medió varios compromisos.
Sin embargo, no sólo las empresas de aceite de palma se comprometieron a no destruir bosque tropical. El gigante Cargill de la agroindustria extendió su compromiso de cero deforestaciones por todo su negocio de mercancías valorado en $135 billones y que incluye azúcar, soya, ganado y cacao. Hasta ahora, ésta quizás sea la política que más alcance tiene. El anuncio de Cargill fue el eje de la Declaración de Nueva York sobre los bosques, un documento firmado por docenas de empresas, organizaciones sin afán de lucro y gobiernos que prometen reducir a la mitad la pérdida de bosque tropical para 2020 y darle fin del todo a esta pérdida para 2030.
Varias empresas también se comprometieron a abordar su legado de deforestación. APP calmó a algunos de sus críticos más prominentes —WWF, Rainforest Action Network [Red de acción por los bosques tropicales] y Greenomics [Econoverde] —al prometer conservar y restaurar un área igual al de sus plantaciones: un millón de hectáreas. El gigante forestal indonesio también contrató a Rainforest Alliance [Alianza por los bosques tropicales] para auditar la observancia de su política de deforestación.
Sin embargo, no todas las noticias fueron alentadoras. Conforme las empresas iban del discurso a la acción, surgía lo complejo de las políticas de cero deforestaciones. Por ejemplo, Golden-Agri Resources, pionera en cero deforestaciones, entró en conflicto con comunidades locales que no quisieron ser parte de su programa de conservación forestal. Tampoco las leyes indonesias ayudaron pues en efecto consideran ilegal la conservación forestal en sus concesiones. Entretanto, la extensa red de abastecedores de Wilmar a veces entorpeció el compromiso de esta gigante del aceite de palma que, aun así, juró alinear las prácticas de sus abastecedores con su política.
Los medioambientalistas también dejaron en claro que hay políticas y políticas. Los grupos verdes inmediatamente criticaron la que estableció Asia Pacific Resources International Holdings Ltd (APRIL), principal competencia de APP, porque permitía la continua conversión de bosques naturales. El tema se agravó en junio cuando salieron a flote fotos de su afiliada despejando áreas de turba profunda en una isla frente a la costa de Sumatra. APRIL replicó que la tala ‘se ajustaba a su Política de manejo de bosques sostenibles‘ pues no se halló que el área fuese de gran valor de conservación.
Greenpeace y Union of Concerned Scientists [Unión de científicos preocupados], entre otros, también atacaron impulsos paralelos de la industria por definir lo que es un bosque de gran reserva de carbono (HCS, por su sigla en inglés). Al final, la presión hizo que las cinco empresas de esta iniciativa — Asian Agri, IOI Corporation Berhad, Kuala Lumpur Kepong (KLK) Berhad, Musim Mas Group, y Sime Darby Plantation —adoptaran una moratoria al desmonte de áreas que tienen en potencia grandes reservas de carbono hasta que se concluyese el análisis de HCS. Luego Musim Mas se asoció a The Forest Trust (TFT), que fijó el criterio adoptado por GAR y Wilmar. La política de Kuala Lumpur Kepong (KLK) no fue tan bien recibida.
Los gobiernos probaron ser parsimoniosos en apoyar la tendencia. La industria malaya de aceite de palma atacó aun más las políticas de cero deforestaciones, alegando que eran innecesarias y que eran una nueva forma de colonialismo. Por otro lado, según los medioambientalistas, las empresas en las que la participación del gobierno malayo es cuantiosa son tardas en comprometerse a cero deforestaciones.
Mapa obtenido por el Observatorio aéreo de Carnegie que muestra el carbono a lo largo del principal eje de la Amazonía peruana. Todas las imágenes cortesía de Carnegie Airborne Observatory/Greg Asner
La teleobservación y el monitoreo de bosques
World Resources Institute develó Global Forest Watch, [Observatorio de los bosques del mundo], plataforma que mapea un ancho abanico de datos de bosques, y que tal vez sea uno de los mayores adelantos en monitoreo de bosques desde que se lanzó Landsat hace más de 40 años. El sistema efectivamente extiende por el mundo un sistema bimensual de alerta a cualquier perturbación en los bosques — como lo que se implementó con tanto acierto en Brasil —para que cualquier persona con conexión a Internet vea, a poco de ocurrir, dónde se está deforestando. Global Forest Watch también tiene datos sobre concesiones, áreas de conservación, incendios y otras formas de uso de la tierra.
En septiembre un estudio documentó la pérdida de árboles en “paisajes de bosque intacto” (IFL, por su sigla en inglés) y encontró que 104 millones de hectáreas de bosque intacto fueron degradadas entre 2000 y 2013 — sobre todo por tala, fragmentación y conversión agrícola. En ese período casi la mitad de las IFL de las regiones boreales fueron degradadas y el 25 por ciento de las de la Amazonía. La investigación tomó más de una década pero ahora ya se dispone de los datos en Global Forest Watch.
En octubre los investigadores anunciaron un mapa de los bosques del mundo en 1990, con lo que se puede comparar con precisión los índices presentes y pasados de la deforestación. Se espera incorporalos eventualmente en Global Forest Watch.
Un diagnóstico usando satélites halló que desde 1973 se viene destruyendo 30 por ciento de los bosques tropicales de Borneo. La investigación, publicada en la revista especializada PLOS ONE de acceso gratuito, mostró que poco más de una cuarta parte de los bosques de Borneo en tierras bajas sigue intacta.
Un estudio planteó un nuevo enfoque para encuestar tribus aisladas con Google Earth.
Los científicos de la Institución Carnegie crearon un mapa de alta resolución del carbono en Perú.
Más cerca al suelo aumenta el entusiasmo por los aviones teledirigidos (drones) de conservación. Allende investigadores, activistas y aficionados, Cargill se tornó en la primera empresa en anunciar su intención de usar drones para monitorear la observancia de su compromiso con cero deforestaciones. Las agencias brasileras dijeron que proyectan usar drones para mapear propiedades y monitorear la cobertura forestal, pues quieren redoblar sus esfuerzos por aplicar el Código Forestal del país.
Un sistema innovador de detección de amenazas a bosques lanzó su proyecto piloto después de recaudar más de $150.000 en Kickstarter. Rainforest Connection (RFCx), una iniciativa sin afán de lucro con sede en San Francisco, instalará su sistema de alerta en tiempo real en Camerún, Brasil y Panamá. En Camerún se espera que una red de 30 dispositivos RFCx — reciclados de viejos teléfonos móviles Android — monitoree 10.000 hectáreas de bosque tropical, a la escucha de señales auditivas asociadas a la tala y la caza furtiva.
2014 fue otro año exasperante para quienes siguen las noticias sobre los bosques indonesios, pero a fines del año ya tenían una razón para un cauteloso optimismo.
El año empezó muy bien cuando una corte en Aceh multó por $30 millones a una empresa de aceite de palma por despejar ilegalmente un área de bosque de turbera protegida. La empresa apeló este caso que sienta precedentes, lo cual se vio como una prueba de la resolución indonesia de proteger sus bosques, pero los ecologistas se mofaron de lo “leve” de la sentencia para el director que supervisó la actividad ilegal.
Aceh siguió en la mira pública por la revisión que propuso al plan espacial que rige el uso de la tierra en la provincia, la más boscosa en Sumatra. Los científicos volvieron a advertir que si se abre los bosques a la minería, la tala y la conversión a plantaciones se pone en riesgo a la biodiversidad y a la gente de Aceh.
Una serie de estudios expuso cuán extensa es la devastación de los bosques indonesios. Un documento publicado en Nature Climate Change halló que se sigue perdiendo bosques naturales en Indonesia y ahora a mayor ritmo que en la Amazonía brasilera. En resumidas cuentas, el país perdió más de 6 millones de hectáreas de bosque primario entre 2000 y 2012, mayormente en Sumatra y Kalimantan. Otro estudio encontró que el 45 por ciento de la pérdida de bosque indonesio entre 2000 y 2010 occurrió en concesiones industriales. Esa investigación resaltó la importancia de las áreas de concesión en los esfuerzos por reducir las emisiones de gas de efecto invernadero y conservar la biodiversidad: 30 por ciento de la reserva de carbono en bosques indonesios está en concesiones madereras, mineras y de palma oleaginosa y fibra. Otro artículo, publicado en la revista especializada Scientific Reports concluyó que las tierras de bosque en Indonesia están tan degradadas en Sumatra que arden con o sin sequía. Como colofón a las noticias de destrucción de bosques, el gobierno dijo en agosto que adelantará los planes para despejar 14 millones de hectáreas de bosque entre 2010 y 2020. .
El pesimismo sobre los bosques de Indonesia va arraigándose en la juventud indonesia, según una encuesta de casi 250 jóvenes de pueblos en la Kalimantan rural.
El sector de las plantaciones — especialmente de palma oleaginosa — sigue siendo la causa principal de la deforestación en Indonesia. Un informe publicado por Environmental Investigation Agency (EIA) [Agencia de investigación ecológica] dijo que el sector está facilitando tala ilegal a gran escala. Entretanto una auditoría gubernamental halló que las empresas madereras y de plantaciones en Riau no se atienen a normas de prevención y control, con lo que contribuyen directamente a la bruma contaminante que regularmente plaga la región.
El sector indonesio del carbón sigue acrecentando sus operaciones, y hace temer que el plan indonesio de reducir la deforestación disminuyéndola será socavado al producir más carbón. Un proyecto de una empresa conjunta de BHP Billiton y PT Adaro cubrirá 350.000 hectáreas, un área casi cinco veces más grande que Singapur.
Otro proyecto de energía hizo cundir la indignación entre grupos verdes. En marzo corrió el rumor de que unos funcionarios del gobierno local en la isla de Aru habían entregado más de 480.000 hectáreas a 28 empresas del Grupo PT. Menara, un conglomerado de plantaciones; 76 por ciento del área era bosque natural. De convertir el área en plantaciones de azúcar se reduciría en un 50% la cobertura forestal de Aru, de 730.000 ha a 365.000 ha. La protesta pública contra el planespoleó al gobierno a suspender las licencias menos de un mes después, pero el proyecto podría resucitar pues la moratoria de Indonesia tiene una exención para proyectos de energía.
Los esfuerzos por aumentar la compensación—en razón del desempeño—por reducir la deforestación, según el programa REDD+, dieron señales de vida. Heru Prasetyo, jefe de la Agencia REDD+, continuó implementando el programa, inclusive fijando los niveles de referencia para medir la reducción en la deforestación. El primer proyecto REDD+ aprobado en Indonesia, Rimba Raya, no sólo sigue operando sino que afirma que buscará crecer.
AVarios funcionarios fueron arrestados por corrupción en materia de bosques. Dos casos notables fueron los del ex gobernador de la Provincia de Riau, sentenciado a 14 años por otorgar permisos ilegalmente, y un funcionario superior de policía acusado de lavar $128 millones por lucros del contrabando de combustible y madera ilegal. En el último caso, los grupos de la sociedad civil lamentaron que se le penara con “tanta levedad:” una sentencia de dos años.
Tanto insistieron los grupos de derechos que el gobierno indonesio dijo que para fines de 2015 verificaría la propiedad de 66,3 millones de hectáreas de tierra de bosque en disputa. Las comunidades indígenas esperan que el Plan de reconocimiento y verificación de derechos [PPH, por su sigla en indonesio] les ayude a asegurar su título a tierras tradicionales y así dificulte la toma de tierras.
Kalimantan Central instalará un sistema de monitoreo de aceite de palma como parte de su compromiso de reducir la deforestación en 80 por ciento para 2020.
Un activista indonesio ganó el codiciado Premio Goldman por sus esfuerzos en combatir la tala ilegal, la invasión de bosques para producir aceite de palma, y una política que abriría vastas extensiones de un ecosistema en peligro a la minería y a las plantaciones industriales en Aceh.
La bruma que generan los incendios de turba en Sumatra llegó a un pico en marzo, volviendo a crear tirantez en las relaciones diplomáticas entre Indonesia, Singapur y Malasia. En respuesta a este problema, el parlamento de Singapur aprobó multas para empresas —extranjeras y nacionales —responsables de causar la bruma.
Los ecologistas siguieron criticando a APRIL por sus prácticas forestales, como desmontar bosques de turbera en Sumatra. Entretanto, Asia Pulp & Paper (APP) siguió recibiendo inesperados elogios por su política de cero deforestaciones, que ahora incluye un compromiso de restauración forestal. Wilmar, Golden Agri-Resources, Cargill y Asian Agri se metieron al bolsillo a algunos críticos cuando se unieron a la Cámara indonesia de Comercio, Kadin, para pedir al gobierno que adopte y haga cumplir las políticas que protegen bosques y zonas de turbera.
Comenzó la era de Jokowi. La sociedad civil tenía esperanzas de que el nuevo presidente indonesio fortaleciera los compromisos forestales que hizo su predecesor. Jokowi despegó con brío, sacudiendo la burocracia al fundir el poderoso Ministerio Forestal con el Ministerio del Medio Ambiente de poco poder y al nombrar a Siti Nurbaya, funcionaria civil, para encabezarlo. La administración de Jokowi luego anunció una nueva moratoria sobre concesiones madereras e indicó que auditaría las licencias de empresas de plantaciones a las que se encontrase desmontando áreas de turbera. En noviembre, la Comisión de Erradicación de la Corrupción (KPK) cuestionó al anterior Ministro de Silvicultura por un caso de corrupción.
Deforestación anual en la Amazonía brasilera, 1988-2014.
La noticia más grande proveniente del Brasil en 2014 fue la caída en la deforestación de la Amazonía durante doce meses que acaban el 31 de Julio. Los datos del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE) mostraron que se desmontó 4.848 kilometros cuadrados de bosque — un área similar al del estado de Rhode Island o de la nación de Brunei — entre agosto de 2013 y julio de 2014, 18 por ciento menos que hace un año.
Un estudio publicado en Science estimó que la caída en la deforestación en la Amazonía brasilera evitó 3,2 billones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono, un ahorro que equivale a no manejar autos en los Estados Unidos por tres años. Otro artículo atribuyó a las municipalidades verdes del Brasil la reducción de la deforestación en 10.653 kilómetros cuadrados entre 2009 y 2011, gracias a que usaron sus programas para aplicar las leyes correspondientes.
En otras noticias alentadoras sobre bosques, la industria brasilera de la soya amplió a otros 18 meses su moratoria a la deforestación. La moratoria se instauró en 2006 después de una sonada campaña de Greenpeace, y prohíbe convertir bosques en la Amazonía brasilera para producir soya. Otro análisis mostró que es sumamente efectiva — justo antes de la moratoria, la soya daba cuenta de una quinta parte de la reciente deforestación, mientras que hoy su cuota es de menos del uno por ciento.
Un grupo de gobiernos y donantes recaudó $215 millones para financiar a ARPA, la red brasilera de áreas protegidas en la Amazonía, por 25 años. ARPA incluye más de 90 parques y cubre 51 millones de hectáreas.
No todas las noticias que vinieron de Brasil en 2014 fueron positivas. Hubo señas preocupantes de que la deforestación va en aumento: datos de Imazon revelaron un alza drástica en el índice de desmonte. INPE del Brasil no comentó sobre el tema.
La investigación reciente arguyó que ya se hizo lo más fácil por detener la deforestación y que es improbable que se sostengan los aciertos del Brasil en contener la pérdida de bosques sin otros mecanismos que hagan partícipes a los terratenientes.
Entretanto una sequía severa resecó el sur del Brasil,, subrayando los riesgos asociados al cambio climático y a la deforestación en la Amazonía.
En octubre, Brasil creó una nueva área protegida más grande que Delaware. Pero el entusiasmo que generó fue contrarrestado por un estudio de Conservation Biology que halló que el gobierno había despojado a unas 5,2 millones de hectáreas de su estatus de protección. Otro estudio, de Imazon encontró que desde entonces las áreas cuyo estatus de protección fue eliminado o reducido han estado perdiendo bosques drásticamente. Además, es menor el ritmo con el que se crean nuevas áreas protegidas y es probable que la legislación propuesta abra algunos parques y reservas a la minería y a las represas.
A fines de diciembre la senadora Katia Abreu fue nombrada Ministra de Agricultura. Los medioambientalistas la llaman “Señorita deforestación” o “Reina de la motosierra” por su apoyo a la agroindustria y sus esfuerzos por debilitar las leyes medioambientales.
Y, finalmente, un análisis de la Revisión del Código Forestal aprobado en 2012 concluye que quizás hasta 400.000 millas cuadradas de pastizal nativo sea convertido para dar lugar a agricultura industrial.
Los pueblos de los bosques
2014 fue un año notable para pueblos indígenas y pueblos que dependen de bosques.
Varios estudios e informes apoyaron la función de las comunidades indígenas y locales en manejar y proteger bosques, y concienciaron al respecto. Para citar un caso, un informe de Rights and Resources Initiative (RRI) [Iniciativa de derechos y recursos] argumentó que es posible que uno de los modos más efectivos, en términos de costo, de desacelerar la deforestación.
Un estudio publicado en Carbon Management estimó que 52 por ciento del carbono en la selva amazónica está en territorios indígenas.
Una serie de asesinatos, muy divulgados, de líderes indígenas puso sobre el tapete los derechos de los pueblos de los bosques. Otro informe de Rights and Resources Initiative advirtió que los negocios de extracción de recursos naturales tienden en gran medida a exacerbar conflictos con las comunidades locales.
En marzo los líderes indígenas de todo el mundo firmaron la Declaración de Palangka Raya sobre la deforestación y los derechos de los pueblos de los bosques para urgir a los gobiernos a defender los derechos de uso tradicional.
LOS CAUSANTES DE LA DEFORESTACIÓN
El aceite de palma
Más allá de la tendencia a cero deforestaciones, el sector del aceite de palma atrajo mucho interés.
Algunos informes de ONG expusieron desmontes de bosques y turberas por empresas de aceite de palma, como las estrategias para evadir las políticas de cero deforestaciones. Aumentó la preocupación sobre la posible expansión de la palma oleaginosa en África Occidental y Central, de donde el árbol es nativo, así como en India, Nueva Guinea, Las Filipinas y Latinoamérica. Aun así, los precios en caída de noviembre y diciembre desalentaron algunas inversiones en el cultivo.
Un artículo publicado en Nature Climate Change advirtió que las emisiones que surgen del aceite de palma son inclusive peores de lo que se creía debido a la liberación asociada de metano.
NN.UU. firmaron un acuerdo con la Mesa redonda sobre aceite de palma sostenible (RSPO) para promover aceite de palma ecocertificada como parte de un esfuerzo mayor por conservar la biodiversidad.
La agricultura
Un estudio publicado en octubre estimó que cuatro mercancías producidas en ocho países son responsables de un tercio de los bosques que pierde el mundo. Las culpables no sorprenden: entre ellas están la carne, el aceite de palma, la soya y los productos de madera (inclusive la madera misma y el papel).
No obstante, algunos creen que es posible que la deforestación que conlleva producir estas mercancías esté disminuyendo. Un informe publicado por la Alianza por el clima y el uso del suelo (CLUA, por su sigla en inglés), un grupo de organizaciones filantrópicas que buscan desacelerar el cambio climático, detalló la reciente presión para que las empresas adopten políticas de cero deforestaciones. Otro informe, por Climate Disclosure Project [Proyecto para revelar el clima], arguyó que el reducir la deforestación es bueno para los negocios. También son más los que reconocen que los bosques ofrecen seguridad alimentaria relativa a la conversión para dar lugar a plantaciones industriales y cultivos comerciales.
Aun así hay muchas razones para preocuparse. Forest Trends [Tendencias en bosques] afirmó que fue ilegal casi el 50 por ciento de la deforestación tropical para agricultura comercial entre 2000 y 2012.
La tala
Varios estudios resaltaron el valor de conservación de bosques talados selectivamente y urgieron proteger a los bosques que no han sido talados. Un metaanálisis publicado en Current Biology argumentó que algunos investigadores han estado subestimando los efectos de la tala selectiva en algunos grupos de especies. Otro artículo, publicado en Tropical Conservation Science, halló que la tala selectiva de hace 30 años en Vietnam sigue afectando los bosques.
Si se implementa la tala de poco efecto por 4 millones de kilómetros cuadrados de concesiones madereras se podría apoyar la biodiversidad, argumentó un artículo publicado en Current Biology.
Es posible que las emisiones de carbono de la tala en bosques tropicales sea el 16 por ciento de las emisiones de todo desmonte, estimó un estudio publicado en Environmental Research Letters. . La investigación contó el carbono de la extracción maderera, el daño colateral a la vegetación circundante y la infraestructura para la tala, como los caminos y las pistas de arrastre.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advirtió que la tala ilegal es una fuente importante de ingresos para grupos terroristas como Boko Haram y Al-Shabaab.
El mercado del palisandro sigue en auge, debido a la demanda por muebles de lujo en China. Madagascar, una de las fuentes de palisandro de gran calidad, prometió luchar contra la tala y el comercio, pero no pasaron 3 meses y Singapur interceptó la mayor carga de palisandro malgache — unos 29.000 troncos —, lo cual pone en duda la resolución de Madagascar.
La infraestructura y los bosques
Decenas de billones de dólares siguen volcándose en proyectos a gran escala que quizás vayan en detrimento de los bosques.
Varios estudios advirtieron del daño que causa la construcción de represas grandes por toda la cuenca amazónica, como las inundaciones, más deforestación, el poco retorno económico, los desplazamientos de comunidades que dependen de ríos, y los efectos ecológicos. Los activistas siguieron en campaña, por ejemplo, con su llamamiento durante las conversaciones sobre el clima en Lima.
No obstante, Brasil siguió adelante con la controversial represa de Belo Monte en el estado de Pará y las represas en la cuenca de Tapajos, aunque la licitación para el proyecto de Tapajos fue subsecuentemente pospuesta hasta 2015.
Nicaragua lanzó su propio proyecto controversial de infraestructura, el Gran Canal. Los científicos y medioambientalistas dijeron que iba a ser un despilfarro económico, amén de sus efectos ecológicos potencialmente devastadores.
Roadfree, una iniciativa dirigida por el miembro del parlamento europeo Kriton Arsenis, ganó notoriedad este año. Roadfree busca mantener las áreas silvestres sin caminos.
Un estudio publicado en Biological Conservation encontró que el 95 por ciento de la deforestación en la Amazonía brasilera se da en tierras que están a menos de 5 kilómetros de un camino o de un río navegable.
ECOLOGÍA Y CONSERVACIÓN
Los servicios de ecosistemas y la ecología forestal
Las noticias en 2014 destacaron el valor de los servicios de ecosistemas que dan los bosques.
Un artículo hito publicado en Nature Climate Change reseñó la investigación en teleconexiones que liga los cambios en la cobertura forestal con los patrones locales y regionales de lluvias. Arguyó que tal vez la desenfrenada deforestación en los trópicos tenga efectos significativos sobre la agricultura, hasta en los Estados Unidos, China y Europa.
Varios estudios documentaron cambios ecológicos a largo plazo en el bosque tropical amazónico. . Un artículo de junio en Ecology presentó varios cambios ecológicos en bosques de la Amazonía, como los crecientes índices de crecimiento y muerte de los árboles, una mayor acumulación de biomasa, y la proliferación de enredaderas. Un estudio de octubre publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) informó que llueve considerablemente menos en partes del bosque tropical amazónico, con lo cual los árboles absorben menos carbono. Otro estudio de PNAS y un artículo en Global Change Biology, advirtieron que en algunas partes de la Amazonía los incendios menguan la capacidad de los bosques de almacenar carbono.
Quizás el crecimiento en bosques no está a la par con los crecientes niveles de dióxido de carbono atmosférico, arguyó un estudio publicado en Nature Geoscience. El estudio — respaldado por datos de los anillos de crecimiento de los árboles — concluyó sorprendentemente que pese a un alza del 40 por ciento en CO2 atmosférico desde 1850, el índice de crecimiento de los árboles tropicales no ha aumentado.
Un estudio de Global Change Biology afirmó que al eliminar la deforestación, la degradación de áreas de turbera y bosques, y los incendios forestales en los trópicos se podría reducir las emisiones mundiales de carbono en dos billones de toneladas al año o en casi un quinto. Mas estos resultados fueron refutados por otros investigadores que también publicaron en Global Change Biology.
La fragmentación de bosques en el mundo tal vez libere 736 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, estimó un estudio publicado en Nature Communications.
Los árboles en los bosques tropicales de Borneo tienen mayores índices de crecimiento que los de la Amazonía, según un estudio en la revista especializada Ecology.
La bruma que causan los incendios forestales en Indonesia quizás afecte la ecología marina argumentó Global Change Biology, que urgió estudiar más el tema.
La caza compromete la supervivencia de algunos árboles en riesgo al aniquilar a los dispersores claves de semillas, según halló la investigación publicada en Proceedings of the Royal Society B
Un estudio observó a fondo el almacenamiento de carbono en turberas amazónicas. Encontró que la mitad del carbono de la Amazonía peruana está en una sola turbera.
Los bosques de montaña quizás almacenan mucho más carbono de lo que se creía.
Menos del 15 por ciento de la vegetación natural de los puntos álgidos de biodiversidad en el mundo está intacta.
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La restauración y la reforestación
Hubo avances respecto al Desafío de Bonn de restaurar 150 millones de hectáreas de tierra degradada hasta 2020. Durante la semana del clima en septiembre, RDC [República Democrática del Congo], Uganda, Guatemala y Etiopía prometieron restaurar 34 millones de hectáreas de tierras que son mayormente de bosque. A ese compromiso le siguió en diciembre una promesa de 19 millones de hectáreas hecha por seis países más y por organizaciones regionales en Latinoamérica. Pero los hay que no creen que esas cifras realmente se materialicen.
Un equipo de investigadores identificó 125 millones de hectáreas ((309 millones de acres) de tierra apta para la expansión agrícola que no daña bosques tropicales. El estudio argumentó que al expandir la agricultura a esas ‘tierras degradas’, lejos de los bosques, evitaría los 13 billones de toneladas de dióxido de carbono que se liberarían si esas tierras fuesen convertidas en plantaciones, pastizales y campos de cultivo.
El gigante forestal indonesio Asia Pulp & Paper, otrora paria ecológico hasta que estableció una política de cero deforestaciones en febrero de 2013, sorprendió a los grupos verdes al comprometerse a proteger y restaurar un millón de hectáreas de bosque por toda Indonesia. El compromiso representa un área equivalente al área total de la plantación de la que se abasteció de pulpa en 2013. WWF, uno de los críticos más acérrimos de APP hasta este anuncio, inmediatamente acogió el compromiso.
La conservación en el mundo
El Congreso de los parques del mundo [World Parks Congress], que se realiza una vez cada diez años, reunió en Australia a conservacionistas, creadores de políticas y líderes empresariales para evaluar el estado de la conservación en el mundo. Algunos aprovecharon el evento para reprochar a Australia por dar marcha atrás a sus compromisos ecológicos, pero la mayoría se enfocó en hallar la forma de hacer la conservación más efectiva. La conservación marina atrajo mucha de la atención.
Antes del congreso se publicó una plétora de estudios e informes, como una visión exhaustiva de “la degradación y reducción de áreas protegidas y la anulación de su categoría de área protegida”. (PADDD, por su sigla en inglés), publicada en Journal of Biological Conservation, que señaló 543 instancias de PADDD en 375 áreas protegidas de 57 países. Otro artículo publicado en Nature halló que sólo del 20 al 50 por ciento de las áreas protegidas, terrestres y marinas, en el mundo satisfacen sus metas de conservación. Sólo 3 por ciento de los océanos del mundo están protegidos, muchísimo menos del 10 por ciento al que se apuntaba para 2020.
Las finanzas forestales
El programa REDD+ de NN.UU., Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación, sigue esforzándose pese a que aún no logra un marco vinculante para tratar el cambio climático. El análisis de Forest Trends encontró que el mercado mundial para los créditos de REDD+ creció notoriamente en 2014 y que el reducir el precio a la mitad llevó a mayor demanda. En general, el mercado de REDD+ aumentó un 140 por ciento en valor y 260 por ciento en volumen.
Un informe advirtió que REDD+ podría fracasar si no recibe más apoyo y pronto. El programa REDD de NN.UU. intervino un mes después con un llamado de apoyo, arguyendo que se podría reducir la deforestación a la mitad por menos del siete por ciento de la suma que anualmente se eroga en subsidios a combustibles fósiles.
Dos meses después, los EE.UU. acordaron prestar $134 millones al Fondo Althelia del Clima para los proyectos de REDD+ de conservación de carbono y para iniciativas de “uso sostenible de la tierra,” como el ecoturismo y la agrosilvicultura. Los fondos buscan mitigar el riesgo de respaldar proyectos así, los cuales sufren porque no hay un mercado para los créditos de reducción de la emisión de carbono. Si un mercado no se materializa, USAID cubrirá no más de la mitad de las pérdidas del fondo.
Noruega mantiene su largueza dando fondos en función del desempeño a Liberia y Perú para que reduzcan la deforestación. El país nórdico también emitió una evaluación franca de la efectividad de International Climate and Forest Initiative [Iniciativa internacional por el clima y los bosques]. Desde 2008 que Noruega tiene comprometidos más de $3 billones en la conservación de los bosques tropicales.
Los gobernadores de 13 estados prometieron reducir la deforestación en 80 por ciento hasta 2020 si las empresas adineradas asumen un adecuado apoyo financiero.
<img src="https://mongabay-images.s3.amazonaws.com/14/0303Aerial_1026_3240_dark.jpg"alt="Amazon rainforest canopy in Peru"
Dosel del bosque tropical amazónico en Perú.
EVENTOS REGIONALES
Perú
En diciembre Perú organizó las charlas de NN.UU sobre el clima. Aunque la conferencia produjo poco en sustancia, salieron a la luz los desafíos sociales y ecológicos del país anfitrión — como su índice de deforestación en alza y la violencia contra los pueblos indígenas y los medioambientalistas.
En materia de conservación, Noruega y Alemania comprometieron más de $300 millones para apoyar la conservación forestal en Perú.
Los científicos crearon un mapa, de resolución extraordinariamente alta, del carbono en los bosques peruanos, y la línea base para medir el cambio en la cobertura forestal y en las emisiones asociadas. La investigación concluyó que cerca de un billón de toneladas de carbono en los bosques tropicales de Perú están en riesgo debido a la tala, los proyectos de infraestructura, y la extracción de petróleo y gas.
Un estudio publicado en Scientific Reports halló que a un 70 por ciento de las concesiones de tala que Perú inspecciona oficialmente le ha cancelado sus permisos o lo investiga por graves violaciones de las leyes forestales. Los hallazgos confirman los estudios de ONG que concluyen que el lavado de madera es desenfrenado en el país.
Y, finalmente, en julio, Perú aprobó una nueva ley que debilita al Ministerio del Ambiente y reduce las multas por romper la reglamentación medioambiental. Los medioambientalistas denunciaron la medida.
Ecuador
Ecuador volvió a estar en las noticias en 2014 pero no por buenas razones.
Después de fracasar en su intento por conseguir apoyo internacional a una propuesta de prohibir la perforación petrolífera en el Parque Nacional Yasuni, Ecuador aprobó permisos de perforación en el bloque Ishpingo-Tambococha-Tiputinin (ITT) de Yasuni, pese al esfuerzo de medioambientalistas por someter el tema a un referendo nacional.
Petroamazonas, subsidiaria de la empresa petrolera estatal, no perdió tiempo tiempo en construir un ancho camino de ingreso, violando su acuerdo de no abrir caminos para extraer el petróleo del parque. Los datos satelitales showed mostraron una mayor cantidad de alertas de perturbaciones en el bosque de la región.
José Isidro Tendetza Antún,líder indígena shuar que estuvo combatiendo a la operación minera, fue asesinado apenas unos días antes de su esperada presentación en las charlas sobre el clima en Lima.
También en diciembre, el gobierno ecuatoriano devolvió fondos de ayuda de Alemania después de que una delegación alemana intentara visitar Yasuni para evaluar el efecto de la perforación petrolífera; canceló las visas de viaje de los delegados.
Otros países latinoamericanos
Bolivia anunció un ambicioso plan para aumentar la producción de alimentos entre temores de que el índice ya disparado de la deforestación se acelerara aún más. El presidente Evo Morales dijo que la exploración de energía en Lliquimuni avanzaría en enero de 2015, dando ingreso a una posible nueva ola de desarrollo de petróleo y gas en la Amazonía boliviana.
Los investigadores informaron que una sola empresa maderera china, Bai Shan Lin, ahora controla alrededor de 1,4 millones de hectáreas en Guyana.
La minería aurífera siguió expandiéndose por el Escudo guayanés, según un informe de SarVision, y siguecomiéndose el bosque en la Amazonía peruana.
Colombia publicó su primera evaluación anual de la deforestación, la cual informa que está perdiendo menos bosques. El gobierno dijo que 120.933 hectáreas de bosque natural fueron despejadas entre enero y diciembre de 2013.
Un artículo en Science arguyó que la política antidroga mejicana involuntariamente afectó los bosques en Centroamérica. Leyes antidroga más estrictas conducen a la deforestación en áreas de gobernanza más débil.
Datos satelitales mostraron que dos reservas naturales en Nicaragua han perdido cerca de un cuarto de su cobertura forestal desde 2000; se culpó a los asentamientos ilegales.
Malasia
Malasia siguió siendo un enigma para los medioambientalistas.
Por un lado, grupos respaldados por el gobierno redoblaron la retórica sobre el aceite de palma y atacaron a ecologistas y empresas que establecieron políticas de cero de deforestaciones. No sorprende que, en relación a otros países, las empresas malayas estén rezagadas en su acometido por limpiar las cadenas de suministro del aceite de palma. Las autoridades locales siguieron asolando las reservas forestales de su estado para hacer de ellas plantaciones industriales. La deforestación siguió siendo cuantiosa todo el año, según datos preliminares de los satélites de NASA.
Por otro lado, Malasia Oriental dio señas de que la conservación forestal ganaba terreno en las altas esferas. Sabah dedicó otras 203.000 hectáreas a reservas forestales protegidas, con lo cual el 21 por ciento de la masa terrestre malaya ya está protegida por el estado. Al mismo tiempo, Sarawak, un marginado medioambiental de hace tiempo por destruir sus bosques masivamente y por los abusos contra sus pueblos indígenas, cambió notoriamente su posición. En noviembre el nuevo jefe de gobierno de Sarawak tildó de ‘corrupto’ al sector maderero estatal y pareció indicar su intención de limpiarlo; y a Abdul Taib bin Mahmud, ex jefe de gobierno de Sarawak y actual gobernador, se le permitió vender abiertamente en las librerías del país un libro que detalla la corrupción. Es más, un estudio publicado en PNAS encontró que la ciudadanía malaya quiere que su gobierno gaste más en conservar los bosques.
Por último, en un artículo de opinión en noviembre, el ex primer ministro malayo Mahathir Mohamad pidió límites a la tala ilegal, que, según dijo, era destructiva tal cual se la practica ahora.
PNG
En junio Papúa Nueva Guinea canceló 77 arrendamientos agrícolas y comerciales especiales (SABL por su sigla en inglés). SABL es una concesión controversial de tierras que permite talar bosques para desarrollar agricultura industrial, en potencia a costa de las comunidades locales. La tierra asignada a SABL es 10 por ciento de PNG.
Un informe de Chatham House estimó que 70 por ciento de la tala en PNG es ilegal.
Los científicos y activistas locales siguieron dando la alarma sobre un plan de tala en la Isla de Woodlark.
En otras partes de Asia
Brunei anunció que limitaría la agricultura a 1 por ciento de su masa terrestre, y preservaría mucho del resto para la biodiversidad y los servicios de ecosistemas. A diferencia de sus vecinas, Sarawak y Sabah, muy poco de la cobertura forestal de Brunei ha sido talada o convertida en plantaciones. La mayoría de su actividad económica está atada a depósitos de petróleo y gas en alta mar.
Myanmar prohibió las exportaciones de madera como materia prima. La medida vino a raíz de que el país, otrora aislado, empezó a abrirse a mercados e inversiones foráneas, preocupando a medioambientalistas de que el liberalizar el comercio acuciara índices aún más altos de deforestación y tala ilegal.
La corte superior de India canceló más de 200 arrendamientos de yacimientos de carbón cuando se alegó que fueron otorgados corruptamente.
África Occidental y Central
Los medioambientalistas multiplicaron sus campañas contra la expansión de aceite de palma por los bosques de África Occidental y Central. El controversial proyecto de Herakles Farms en Camerún fue su foco en particular. Greenpeace alegó que la empresa estaba cosechando madera ilegalmente del área de concesión.
La construcción continuó en Oyala, la nueva capital que Guinea Ecuatorial erige en el corazón del bosque tropical.
África Occidental ocupó los titulares con el brote del ébola que se cobró miles de vidas e hizo que se estudiara la relación entre la deforestación, la fauna salvaje y los brotes epidémicos. Las empresas de plantación, minería y tala redujeron sus operaciones durante el peor periodo de epidemia.
Noruega prometió donar $150 millones para ayudar a Liberia a reducir la deforestación.
Los científicos advirtieron que los bosques africanos encaran un “tsunami” de interés en la minería, que pone en riesgo a la biodiversidad. Uno de los proyectos que se ha tomado como posible modelo de desarrollo menos dañino — la mina de mineral de hierro de Zanaga — fue desafiado por la tala cerca del área de concesión.
Las operaciones de tala en la región siguen ensombrecidas por la controversia. Los informes de Chatham House mostraron que la tala ilegal continúa asolando la región.
Ante la presión de activistas y de una aclamada película, SOCO International suspendió la exploración petrolífera en el legendario Parque Nacional Virunga de DRC.
Bosque tropical primario en el Cañadón de Imbak del estado de Sabah, el Borneo malayo.
OTRAS NOTICIAS SOBRE BOSQUES
Noticias sobre la vida silvestre
La crisis de la caza furtiva de la vida silvestre se extendió a 2014. Los elefantes fueron el objetivo primario: los conservacionistas estimaron que en la última década el comercio de marfil diezmó al 65 por ciento de los elefantes de bosque del mundo.
Otra investigación estimó la cantidad de pangolines sacrificados en aras de la medicina tradicional china en la última década: un millón.
Un estudio de Conservation Biology advirtió que en el Borneo malayola caza tal vez sea una mayor amenaza a la vida silvestre que la tala.
Hablando de algo menos serio, la investigación publicada en Proceedings of Royal Society B concluyó que 30 pelos, supuestamente de Pie Grande, Sasquatch, el yeti y otros simios misteriosos son en verdad de animales conocidos como seres humanos, mapaches y vacas.
Miles de especies del bosque tropical fueron formalmente descritos por primera vez . Aquí encontrará una lista de algunos de los hitos.
Los científicos anunciaron un nuevo record de biodiversidad: unas 287 especies de anfibios y reptiles en un solo parque en Perú.
Entretenimiento
Los bosques tropicales figuraron en el mundo del entretenimiento durante 2014.
Years of Living Dangerously, una costosa serie televisiva de Showtime sobre el cambio climático fue muy aclamada y ganó un Emmy.
Virunga, película dirigida por Orlando von Einsiedel, se estrenó con críticas favorables. Virunga se enfoca en la actividad de SOCO International, una empresa británica que empezó exploraciones petrolíferas en abril en un sitio que es Patrimonio Mundial de UNESCO. La protesta pública llevó a SOCO a suspender la exploración en junio.
Google continúa usando varios productos suyos de mapeo para promover trabajo de conservación en el terreno. Por ejemplo, en octubre lanzó “Gombe Street View“, para destacar el trabajo de Jane Goodall con los chimpancés en Tanzania.
El naturalista Paul Rosolie se hizo objeto de burla cuando el Canal Discovery lanzó Eaten Alive, que prometía mostrar a Rosolie siendo comido por una anaconda en la Amazonía. Después de la debacle, Rosolie dijo que Discovery lo indujo a error sobre la intención del programa de TV, que él creyó que iba a ser un documental sobre la naturaleza y no una orgía de sensacionalismo.
Activismo forestal
Los activistas concentraron sus campañas por los bosques en uno de los mayores causantes de la deforestación: silvicultura de plantación. El aceite de palma fue un área de campaña particularmente candente y en el que hubo logros importantes, como las empresas comprometidas a excluir la deforestación de sus cadenas de suministro. Una vez más, Greenpeace atrajo mucha atención de la prensa con informes, coloridas campañas de publicidad y marchas, inclusive un ardid en la sede de Procter & Gamble en Cincinnati que acabó en varios arrestos. Procter & Gamble luego adoptó una política de cero deforestaciones. Sin embargo, una manifestación de Greenpeace que le ganó condena casi universal fue el desplegar una pancarta en el sitio arqueológico de Nazca en Perú. Greenpeace se disculpó después.
Greens también abrió un nuevo frente en el sector de la pulpa y el papel, apuntando a la pulpa de madera de disolución that que se usa en telas sintéticas. Aparentemente, las campañas anteriores que se enfocaron en el uso que la editorial da a la fibra tuvieron efectos tangibles: la mayoría de las editoriales que operan en EE.UU. adoptó salvaguardas para sus fuentes de suministro, de manera de proteger a los bosques tropicales, , según Rainforest Action Network.
Greenpeace condujo una investigación sigilosa en la industria maderera de Brasil, y encontró evidencia sólida de que se usa permisos legales para facilitar tala ilegal. En la investigación se marcó subrepticiamente camiones madereros y se los rastreó con localizadores GPS. El trabajo indujo a las autoridades brasileras a hacer redadas en las operaciones madereras.
El órgano ecocertificador Forest Stewardship Council (FSC) aprobó una moción de pedir más protección para los bosques primarios haciendo de “los paisajes de bosque intacto” áreas de “conservación de gran valor”.
Los medioambientalistas lanzaron Wildleaks, un sitio en la web que ofrece al público en el mundo una plataforma segura y anónima para informar sobre tráfico de vida silvestre y deforestación ilegal.