Los científicos se ponen cada vez más rigurosos con las elecciones que tiene la humanidad respecto del calentamiento global
Escombros en Tacloban, Filipinas, después del devastador tifón Haiyan. El aumento de las marejadas ciclónicas debido al cambio climático está empeorando los daños provocados por huracanes y otras tormentas tropicales. Foto: Trocaire/Creative Commons 2.0
Veintiséis años después de la creación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), el grupo ganador del Premio Nobel —conformado por científicos y distintos Gobiernos— publicó un nuevo informe de síntesis en el que se advierte, con más vehemencia que nunca, que es necesario ocuparse del cambio climático. Ninguno de los hallazgos sorprende —ya han sido publicados en informes de evaluación anteriores durante el año—, pero han sido escritos en términos muy rigurosos, en especial si se tiene en cuenta que el texto proviene de la comunidad científica conservadora.
“El calentamiento del sistema climático es inequívoco y desde la década de 1950 muchos de los cambios observados no tienen precedentes en las últimas décadas o milenios. La atmósfera y el océano se han calentado, la cantidad de nieve y hielo han disminuido y el nivel del mar se ha elevado”, afirma el nuevo informe de síntesis, que sostiene que es “altamente probable” que los seres humanos sean el principal causante del calentamiento global, es decir que los científicos están entre un 95 % y un 100 % seguros.
El informe explica que el calentamiento global continuará por siglos, aun si las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeran a cero en la actualidad. Sin embargo, la humanidad debe decidir entre un ritmo de calentamiento al que la sociedad —y la mayor parte de la naturaleza— pueda adaptarse y uno que cause un daño irreversible.
Los arrecifes de coral, como este en la Gran Barrera de Coral australiana, pueden ser sumamente sensibles a la acidificación del océano y al calentamiento marino. Los arrecifes de coral son los ecosistemas más biodiversos del océano. Foto: Richard Ling/Creative Commons 3.0. |
“El calentamiento de fines del siglo XXI provocará un riesgo entre alto y muy alto de impacto grave, generalizado e irreversible en todo el mundo”, sostiene el informe. Esta es la afirmación más dura sobre el tema hasta el momento. También menciona que los efectos no están tan alejados en el tiempo, sino que ya se están sintiendo alrededor del planeta.
Sin embargo, no todo es pesimista en el informe. También incluye que la humanidad —y los Gobiernos— tienen una elección importante respecto del futuro.
“Tenemos los medios para limitar el cambio climático —expresa R. K. Pachauri, presidente del IPCC—. Las soluciones son muchas y permiten que continúe el desarrollo económico y humano. Todo lo que necesitamos es la voluntad de cambiar, y esperamos que se logre mediante el conocimiento y la comprensión de la ciencia del cambio climático”.
De hecho, investigaciones recientes han demostrado que en lugar de arruinar la economía mundial —un argumento muy utilizado por quienes niegan el cambio climático— la lucha contra el cambio climático sería bastante económica. Un informe del IPCC publicado en abril descubrió que combatir el cambio climático reduciría el crecimiento mundial en tan solo un 0,06 % durante el siglo. No obstante, este informe no tuvo en cuenta los beneficios económicos de adoptar energías renovables, tales como empleos nuevos, reducción de la contaminación y mayor estabilidad en los precios por el consumo eléctrico.
“El mundo puede permitirse luchar contra el cambio climático. Esto no paralizará las economías ni detendrá el desarrollo, sino todo lo contrario. Es claro que la falta de acción será mucho más costosa, aun si consideramos los cálculos conservadores”, afirma Samantha Smith, líder de la Iniciativa Global sobre Clima y Energía de la WWF.
De todas maneras, es un verdadero desafío. El IPCC, al que algunos activistas han criticado por ser muy conservador, sostiene que las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse entre un 40 % y un 70 % para 2050 a fin de evitar un cambio climático catastrófico. Además, para fines de siglo, las emisiones tendrán que estar cerca de un 0 %, es decir que, a menos que la captura y almacenamiento de carbono sea un éxito, los combustibles fósiles como fuente de energía seguirán el camino del aceite de ballena y perderán importancia.
Thickly Banquisas compactas en el Ártico; foto tomada en 1949. Un día, el hielo marino compacto del Ártico pasará a ser algo del pasado ya que esa zona se está calentando ocho veces más rápido que el resto del mundo, según un nuevo análisis. Foto: Rear Admiral Harley D. Nygren.
Sin embargo, si no se toma una acción conjunta para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, las temperaturas globales podrían aumentar hasta cinco grados Celsius (nueve grados Fahrenheit) para fines de siglo, lo que creará un mundo absolutamente diferente del que tenemos hoy.
Las advertencias sobre el calentamiento global han ido aumentando con el paso de las décadas, a medida que la ciencia —y la comprensión de la amenaza que supone— ha ido desarrollándose.
“No necesitamos más informes; necesitamos acciones. Ya no tenemos más tiempo para consentir a multimillonarios de combustibles fósiles o a políticos que evitarán la responsabilidad en todo momento”, declara Michael Brune, director ejecutivo de Sierra Club.
En septiembre, según los organizadores, más de medio millón de personas participaron de una marcha mundial para pedir que se tomen acciones contra el calentamiento global, incluidas 400 000 en la ciudad de Nueva York, donde los líderes del mundo estaban reunidos para debatir sobre el cambio climático. Fue la marcha sobre el clima más concurrida de la historia y la más grande en Nueva York desde las protestas contra la guerra de Irak.
“La ciencia ha hablado. No hay ambigüedad en el mensaje —afirma Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, durante la divulgación del informe—. Los líderes deben actuar. El tiempo no está de nuestro lado”.
Los líderes tendrán una nueva oportunidad para actuar en diciembre, cuando los Gobiernos de todo el mundo se reúnan en Lima, Perú, para la Conferencia de las Partes (COP). La conferencia de este año es crucial ya que debe generar el impulso para un acuerdo mundial, que se tratará en 2015 en París.
Glaciar Mendenhall en 2007. El glaciar ha retrocedido casi dos millas (unos tres kilómetros) desde la década del 50 debido al calentamiento global, lo que creó un lago al pie del glaciar. La desaparición de los glaciares provoca un aumento en el nivel de los mares y problemas con el agua. Foto: Rhett A. Butler.