- Un investigador de la Universidad de Kent y su esposa se tropezaron con un extraño lémur enano en una isla de Madagascar.
- La especie, posiblemente nueva para la ciencia, muestra enanismo y docilidad, características comunes de especies remotas viviendo en pequeñas islas apartadas.
- El descubrimiento precisará de más exploración por parte de los investigadores para poder determinar si el lémur es una nueva especie; y si es único, observarlo y describirlo.
El doctor Charlie Gardner, investigador ecologista en la Universidad de Kent, Reino Unido, y su esposa, Louise Jasper, fotógrafa de naturaleza, llevan viviendo en la isla de Madagascar una década y han tenido la gran suerte de trabajar en muchos lugares salvajes del país. Al término de dos exigentes proyectos en 2014, decidieron premiarse con unas vacaciones a un lugar remoto. Así, en abril de 2015, viajaron a Nosy Hara, una isla deshabitada en la costa noroeste de Madagascar.
“Nosy Hara era el primer destino de nuestra lista porque es un lugar remoto, poco visitado y puro; además, hemos escuchado grandes cosas de ella por nuestros amigos”, contaba Gardner a Mongabay en una entrevista por email.
Las tortugas marinas siguen abundando en esta aislada isla y anidan en sus playas. Los arrecifes de corales permanecen sanos y vivos, debido al poco estrés pesquero. La isla es también hogar de impresionantes animales como el Brookesia micra, el camaleón más pequeño del mundo, y del águila de mar, en peligro crítico de extinción.
Lo que jamás hubiera adivinado la pareja es que estaban a punto de tener una experiencia única en la vida —el descubrimiento de lo que sería una nueva especie. El doctor Gardner y su esposa se dispusieron a salir para dar un paseo nocturno, una tradición que mantienen en cada nuevo bosque que visitan para avistar reptiles nocturnos y anfibios. En dicho paseo, se toparon cara a cara con un, aparentemente, lémur enano único (Cheirogaleus).
Justo después del primer avistamiento, vieron otro ejemplar y la noche siguiente otros cuatro. Por extraños que parezcan ser estos lémures, lo que verdaderamente fascinó a la pareja fue el aún más extraño comportamiento que mostraban estos animales.
“Siempre es interesante ver un lémur en su hábitat salvaje y mucho más aún cuando no te lo esperas. Fue una experiencia muy especial, pero no porque creyéramos que fuese una nueva especie, ya que no éramos realmente conscientes de esa posibilidad en el momento”, explicaba Gardner. “La verdadera emoción se produjo al poder acercarnos tanto a él —es raro ver aun lémur enano tan de cerca; por ello, ver a un animal salvaje tan hermoso a pocos centímetros de nosotros es una experiencia indescriptible”.
Los lémures eran increíblemente dóciles, acercándose incluso hasta poder tocarlos, y eran muy pequeños incluso para ser lémures enanos. Estas características hicieron pensar a la pareja si estos primates estaban limitados únicamente a esta isla en particular, ya que el enanismo y la ingenuidad ante depredadores son características comunes de las especies de esta isla.
El enanismo es común entre animales que han sido confinados en una isla por un largo periodo de tiempo, una adaptación evolutiva resultado del limitado suministro de comida y tamaño del ecosistema. La aparente docilidad puede ser un signo de que la especie lleva largo tiempo aislada, ya que tampoco teme a depredadores con los que jamás se ha encontrado antes.
Aunque hay bastantes especies de serpientes amenazantes sobre la isla, que Gardner sospecha podrían suponer un peligro para los lémures, no hay depredadores mamíferos en Nosy Hara. Incluso las aves que normalmente podrían amenazar a los pequeños lémures no habitan la isla.
Si este supuesto amigable lémur resulta ser una nueva especie, las probabilidades de que Gardner tenga el honor de bautizarlo son escasas —eso es tarea normalmente de los investigadores que redactan la descripción oficial de la especie. Pero eso no ha evitado que Gardner y su esposa piensen en opciones posibles. Si se diera el caso, ellos lo denominarían como Nosy Hara —nombre especial, ya que es casi completamente desconocida.
“Pensamos que denominar la especie igual que la isla ayudaría a destacarla en el mapa, especialmente para atraer más financiación para la conservación”, sugería Gardner, “otra idea sería celebrar una subasta por los derechos del nombramiento con el fin de recaudar dinero para la conservación de la isla, o de Madagascar en general”.
La investigación del doctor Gardner para la Universidad de Kent se centra en áreas protegidas y la manera idónea de gestionarlas, estrategias desde un mejor gobierno hasta temas de igualdad, aplicados a la ecología y antropología. Su interés por Madagascar empezó a crecer gracias a los esfuerzos de este país, comenzados en 2003, para expandir mucho más sus áreas protegidas.
Aunque Gardner ya había analizado un poco a los lémures tiempo atrás, no es primatólogo. Sin embargo, le fascinan estos animales, de igual modo que las aves y serpientes y cualquier especie de Madagascar —una pasión que le trajo desde el principio a ese país. No obstante, destaca él, la investigación de la vida salvaje no nos desvela necesariamente todo lo que necesitamos saber sobre cómo conservarla.
“La conservación es un problema humano, no ecológico, de manera que es difícil llevar una investigación sobre la biodiversidad en sí misma —estoy mucho más interesado en comprender las amenazas a las que se enfrenta la biodiversidad para así desarrollar e implementar estrategias de conservación adecuadas”, contaba Gardner a Mongabay.
El investigador ecologista escribe gran cantidad de pequeñas notas para diarios científicos documentando observaciones que él y su esposa llevan a cabo en bosques, con la esperanza de que esta información anecdótica ayude a otros colegas en sus exploraciones. Este también es el caso de los lémures enanos de Nosy Hara. Tras observar estas especies únicas y descubrir que nadie más los había podido ver antes, la pareja publicó un artículo con el objetivo de alertar a la comunidad científica de la existencia del lémur enano.
“El verdadero trabajo aún no ha comenzado”, decía Gardner refiriéndose a la investigación necesaria para determinar si la especie es nueva, describirla, registrar su comportamiento y preservar su futuro. “Esperamos que nuestro descubrimiento aliente a otros investigadores a venir y determinar si verdaderamente es una nueva especie o no”.