- Entre el acuerdo histórico para el clima firmado en París en diciembre de 2015, los incendios y la crisis de la neblina en Indonesia a finales del verano y principios del otoño, y la continua adopción de políticas de deforestación cero por parte de algunas de las principales empresas del mundo, los bosques tropicales recibieron en 2015 más atención que de costumbre.
- En este artículo echamos la vista atrás para recordar algunos de los avances más importantes del año pasado con respecto a los bosques tropicales.
- Las tendencias en la cobertura forestal suelen tener un desfase con las tendencias económicas, pero hay indicadores que muestran que la recesión económica causada por el del crecimiento de China podría estar afectando a los bosques tropicales.
Entre el acuerdo histórico para el clima firmado en París en diciembre de 2015, los incendios y la crisis de la neblina en Indonesia a finales del verano y principios del otoño, y la continua adopción de políticas de deforestación cero por parte de algunas de las principales empresas del mundo, los bosques tropicales recibieron en 2015 más atención que de costumbre. En este artículo echamos la vista atrás para recordar algunos de los avances más importantes del año pasado con respecto a los bosques tropicales.
Este resumen no es una recopilación exhaustiva, estaremos encantados de conocer otras historias destacadas en la sección de comentarios al final del artículo.
Este artículo no cubre los avances en bosques subtropicales, templados o boreales.
Resumen de años anteriores (en inglés): 2014 | 2013 | 2012 | 2011 | 2009
El panorama general
Las tendencias en la cobertura forestal suelen tener un desfase con las tendencias económicas, pero hay indicadores que muestran que la recesión económica causada por el frenazo del crecimiento de China podría estar afectando a los bosques tropicales. Cabe destacar que los precios de varios productos clave de los trópicos, entre ellos el aceite de palma, la ternera, la soja, la fibra de madera y la madera, han caído de forma significativa. Aún está por ver si los precios seguirán siendo bajos durante el tiempo suficiente como para influir en las inversiones en proyectos de infraestructura y conversión de bosques.
Un par de informes publicados en 2015 ofrecían perspectivas de las tendencias a largo plazo en la cubierta forestal. La investigación basada en la vista de satélite y de Matt Hansen de la Universidad de Maryland publicada en Global Forest Watch indica una reducción reciente en la pérdida forestal mundial desde su auge en 2012. Sin embargo, la pérdida de bosques tropicales siguió al alza según sus mediciones. Mientras tanto la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó su Evaluación de Recursos Forestales, un informe que se publica cada cinco años. El informe, que se basa en información proporcionada por los participantes y no en imágenes de satélite, afirma que la pérdida global de bosques han descendido de forma pronunciada desde que llegara a su máximo en 1990.
Otro análisis que se basa en imágenes de satélite y publicado meses antes que el de la FAO argumentaba que la pérdida forestal había aumentado en realidad en la primera década de este siglo en comparación con los años noventa.
Crisis en Indonesia
Los efectos del panorama anual de incendios en Indonesia alcanzaron el nivel de crisis al no aparecer las habituales tormentas estacionales a causa de las inusuales condiciones del fenómeno del Niño. La bruma generada por los incendios, que acabaron con más de dos millones de hectáreas de terreno en Sumatra, Borneo y Nueva Guinea, dio lugar a un récord en los niveles de contaminación del aire; más de 500.000 personas tuvieron que ir a los hospitales regionales por dificultades cardiovasculares y respiratorias, y se desencadenó una ola de llamadas sin precedentes para evacuar grandes franjas de Sumatra. Se cree que en los peores días de la crisis, las emisiones diarias derivadas de los incendios podrían haber superado las emisiones causadas por el total de la economía de los Estados Unidos.
Las empresas de Indonesia adoptaron una actitud defensiva cuando los datos de satélite revelaron que gran parte de los incendios en Sumatra y Kalimantán se concentraban en las concesiones para plantaciones. Singapur respondió retirando los productos de algunas de esas compañías de sus tiendas y se molestó ante el rechazo del gobierno indonesio de publicar los nombres de las empresas transgresoras, lo cual impedía que la ciudad estado recaudara el dinero de las multas. Varias empresas relacionadas con los incendios argumentan que el fuego se inició fuera de sus concesiones y que hicieron todo lo posible por apagarlo.
La crisis de la neblina también puso más presión sobre el gobierno de Indonesia para que adoptara medidas que combatieran los problemas subyacentes: la destrucción y degradación de las turberas, la aplicación de una ley permisiva, y una política de desarrollo que favorece la conversión forestal en lugar de su preservación. El Presidente Jokowi declaró protecciones sólidas para las turberas, que incluían la prohibición de establecer plantaciones en cualquier área que se haya quemado este año. No obstante, las medidas no se han convertido en ley, y puede que nunca lo hagan. Varias empresas anunciaron nuevas iniciativas para proteger y restaurar las turberas, entre ellas se encuentras Asia Pulp & Paper (APP) ─que declaró que desmontaría 7000 hectáreas de plantación de acacias para substituirlas con vegetación autóctona─, Golden-Agri Resources y APRIL.
Más allá de la niebla, hubo algo de progreso en los asuntos forestales del archipiélago. Indonesia extendió y reforzó su moratoria para nuevas concesiones en millones de hectáreas de bosques y turberas, se comprometió a reducir las emisiones en un 29 por ciento para 2030, y celebró un juicio por 26 millones de dólares contra una compañía de aceite de palma que había destruido de forma ilegal el hábitat de los orangutanes en Aceh. Varias empresas de plantación importantes siguieron avanzando en sus esfuerzos para eliminar la deforestación de sus cadenas de suministros, a pesar de la resistencia del gobierno en algunos casos.
Esa resistencia se vio encarnada en un intento de mantener el precio del aceite de palma con la creación de incentivos para aumentar el consumo. Los ecologistas temen que esos incentivos acaben por causar más conversión de bosques para plantaciones de palma de aceite, sobre todo en zonas fronterizas en Kalimantán y Papúa. Los funcionarios avivaron las llamas con sus críticas a las empresas que han adoptado compromisos de deforestación cero y su sugerencia de debilitar las leyes ambientales que gobiernan la industria. Las industrias del aceite de palma de Indonesia y Malasia anunciaron que formarían un cártel mientras siguieran en una posición dominante en el mercado del aceite de palma.
El gobierno central también cerró la agencia REDD+ a cargo de reformar el sector forestal y fusionó el Ministerio de Silvicultura con el de Medioambiente.
Avances en la deforestación cero
El movimiento de deforestación cero siguió evolucionando en 2015, decenas de empresas, entre ellas varias de las que habían sido reticentes, anunciaron nuevos compromisos. El gigante de las plantaciones APRIL, por fin estableció protecciones que recibieron las alabanzas cautelosas de Greenpeace tras dañar una campaña multianual; mientras que Astra Agro Lestari —objeto de una campaña que tenía como objetivo su empresa matriz, que también es propietaria de la cadena de hoteles Mandarin Oriental— se convirtió en uno de los productores de aceite de palma de Indonesia más poderosos que se unió al compromiso de deforestación cero. Las empresas de ropa y los fabricantes de tejidos también empezaron a unirse a la lucha.
Varias compañías que lideraron el movimiento de deforestación cero avanzaron aún más en sus compromisos. APP anunció una iniciativa de restauración y dio pasos hacia la reinundación de las turberas afectadas por los incendios; Cargill actualizó su política de aprovisionamiento que se extiende a todas sus cadenas de suministro de productos; y Golden Agri Resources (GAR), la primera empresa en adoptar un compromiso de deforestación cero, desplegó una nueva iniciativa para la conservación después de que su asociación con The Forest Trust quedara cancelada por supuesto incumplimiento. GAR se ha reincorporado desde ese momento.
La RSPO (Mesa Redonda por el aceite de palma sostenible) respondió al aumento en los compromisos de deforestación cero con el anuncio de “RSPO Plus”, que pone el listón aún más alto para la certificación, en línea con las políticas más estrictas que están adoptando las empresas. La RSPO también fue golpeada por las críticas cuando un informe reveló que los auditores a cargo de mantener los estándares hacían la vista gorda. Ante esto, la RSPO afirmó que reformaría el proceso de auditorías.
En un ámbito más general, dos estudios descubrieron que la moratoria de la soja en Brasil y el “acuerdo de ganado” han sido efectivos en la reducción de la deforestación. Esos acuerdos firmados en 2006 y 2009 respectivamente ofrecieron un plan de proyecto para los compromisos de deforestación cero que se adoptaron a continuación en los sectores del aceite de palma y la pasta de papel.
Los bosques y el clima
Los líderes mundiales reconocieron formalmente el papel de los bosques tropicales en la ralentización del cambio climático con la inclusión de REDD+ —mecanismo para compensar a los países en desarrollo por reducir la deforestación y la degradación de los bosques— en el acuerdo climático de París. Aunque el acuerdo de París no establece el mecanismo de mercado que algunos consideran necesario para movilizar la escala de financiación requerida para alentar de forma significativa la conservación y restauración de los bosques, se espera que derive en una cantidad importante de financiación para los bosques de forma global. Noruega, uno de los principales financiadores de la conservación de la selva pluvial, anunció que extendería su Iniciativa para el Clima y los Bosques hasta 2030. Anteriormente, Noruega dijo que había completado el pago de mil millones de dólares a Brasil para que el país progresara en la reducción de la deforestación desde 2007.
Varios estudios defendieron el valor de los bosques por los servicios de ecosistema que ofrecen. Un artículo publicado en noviembre afirma que los bosques nos podrían llevar a conseguir la mitad de los objetivos climáticos para 2050. Otros estudios cuantificaron el efecto de la biodiversidad en el almacenamiento de carbono y cómo la deforestación afecta a la lluvia y la producción de alimentos, y tomaron un impulso renovado para relacionar la salud forestal con la salud humana, entre los temas están la reducción de la malaria y los problemas respiratorios.
Varios estudios demostraron que si no se mitiga el cambio climático, los bosques tropicales podrían verse afectados de forma negativa. Un artículo avisó de que hasta la mitad de especies de árboles del Amazonas podrían verse amenazadas por la extinción si las tendencias actuales continúan. Mientras que otro descubrió que las sequías acabarán primero con los árboles más altos.
Los incendios no se limitaron a tan solo los de Indonesia en 2015. El Amazonas sufrió los peores fuegos de la última década, con una conflagración particularmente grande en los bosques más secos del estado de Maranhão .
La deforestación del Amazonas aumenta, pero permanece en mínimos históricos
La deforestación de la Amazonía Brasileña aumentó en un 16 por ciento durante los 12 meses anteriores al 31 de julio de 2015, pero el nivel de pérdida se mantuvo muy por debajo de la media de los últimos 30 años. El aumento no fue ninguna sorpresa —la información de satélite del gobierno brasileño e Imazon, organización sin ánimo de lucro, sugería desde hace meses que la deforestación aumentaría. Los factores tras este aumento podrían incluir la debilidad de la economía y la moneda brasileñas, que hacen que las exportaciones agrícolas sean más competitivas; la relajación de las leyes ambientales; y el hecho de que las mejores oportunidades para reducir la deforestación ya se han materializado, lo cual significa que obtener más victorias será cada vez más difícil.
La fiebre de la construcción de presas en Brasil se encontró con algunos obstáculos en 2015. Los principales contratiempos se produjeron por el colapso mundial de los precios y un escándalo de corrupción nacional que implicaba a Marcelo Odebrecht, Director Ejecutivo de una de las mayores empresas de construcción de Brasil. La licencia de Belo Monte, una megarrepresa en construcción en el río Xingu, fue denegada por parte de los reguladores. En diciembre, el Ministerio Público Federal de Brasil dictaminó que el gobierno federal de Brasil y Norte Energía, la principal empresa implicada en la construcción de Belo Monte, habían cometido “etnocidio” contra siete grupos indígenas durante la construcción de Belo Monte.
Más allá de Brasil, los principales avances de 2015 se dieron en Perú, donde la conversión de plantaciones a gran escala para aceite de palma y producción de cacao, nuevos proyectos de infraestructura, y la habitual minería de oro y tala hicieron surgir preocupaciones acerca del futuro de algunos de los bosques más biodiversos del planeta. El intento de aplicar medidas severas a la minería de oro ilegal derivó en huelgas generalizadas y el ataque bomba a una de las autoridades forestales independientes. Sin embargo, cualquier avance se vio relegado a un segundo plano tras la creación del Parque Nacional Sierra Del Divisor, una reserva de 1,3 millones de hectáreas a la que se ha denominado el “Yellowstone del Amazonas“. La designación de Sierra del Divisor llegó solo cuatro meses después de que Perú estableciera el Área de conservación Regional Maijuna-Kichwa, que protegía un área de selva pluvial más grande que el Parque Nacional Yosemite de California.
Colombia anunció la propuesta de crear la mayor zona protegida del mundo, que le alargaría desde el océano Atlántico por la selva del Amazonas hasta las montañas de los Andes. El corredor de 135 millones de hectáreas serviría para almacenar decenas de miles de millones de carbono y proteger decenas de tribus indígenas.
China anunció un plan para construir una vía transcontinental en Suramérica. La ruta propuesta atravesaría Brasil y Perú y pasaría por los ecosistemas del bosque Atlántico, Cerrado y el Amazonas. Ya hay quien ha puesto en duda que el proyecto vaya a avanzar.
Tala
La demanda de palisandro por parte de China ocupó titulares en 2015. Varios informes destacaron el efecto de la tala de palisandro en los bosques desde Laos Laos y Myanmar hasta Madagascar. Un envío enorme de palisandro malgache ilegal tuvo lugar en Singapur después de que un tribunal dictaminara que el contrabando estaba en esa zona tránsito y no iba a ser importado allí.
Malasia
Hubo un avance positivo para los bosques en Malasia durante 2015.
Sarawak —vista durante mucho tiempo como una paria por parte de los ecologistas por la deforestación y la adquisición de tierras tradicionalmente indígenas— anunció una moratoria en la megarrepresa de Baram. El gobernador también pidió una reforma del “corrupto” sector forestal.
Sabah avanzó con un plan para certificar el cien por cien de su aceite de palma según la normativa de la RSPO para 2025 y también anunció que permitiría permitiría un mapeo de la más alta resolución de sus boques llevado a cabo por el Carnegie Airborne Observatory, con lo que se podrá medir el carbono y la diversidad de las especies. El Departamento Forestal de Sabah también designó Kuamut, una antigua concesión para tala, como Reserva Forestal de Clase I. La Reserva Forestal Kuamut de 68 000 hectáreas es el hogar de orangutanes, elefantes y panteras nebulosas, entre otras especies.
En enero los estados de Johor, Kelantan, Pahang, Perak y Terengganu en la Malasia peninsular se vieron gravemente afectados por inundaciones, lo cual alzó clamores en contra de las prácticas de tala dañinas.
África
Greenpeace y otros grupos activistas se han centrado en la tala y la expansión del aceite de palma industrial en África Central y han publicado varios informes que hablan de una supervisión pésima, conflictos sociales e ilegalidad.
Nigeria inició la construcción de una superautopista que recorrerá la zona de amortiguación del Parque Nacional Cross River, que es hogar del gorila del río Cross, en peligro crítico de extinción. Un grupo de científicos advirtió de los potenciales efectos negativos tanto sociales como ambientales de la expansión mal planificada de la infraestructura en el continente.
Los gobiernos de Kenia, Tanzania, Uganda, Madagascar y Mozambique acordaron trabajar juntos para combatir el comercio ilegal de madera. Madagascar, Mozambique y los países centroafricanos suelen ser fuente de madera ilegal, mientras que Uganda, Kenia y Tanzania son puntos importantes de tráfico por los que se envía el material de contrabando hacia los mercados del exterior. Mozambique es tanto fuente como país de tránsito.
Ecologistas amenazados
Entre los asesinatos y los arrestos,2015 fue otro mal año para los activistas forestales en muchos países. En Perú, Alfredo Ernesto Vracko Neuenschwander, que criticó abiertamente la minería de oro ilegal, fue asesinado a balazos en noviembre. Otros que se han pronunciado en contra de la tala, la minería y la conversión de los bosques para la producción de aceite de palma han sido amenazados o arrestados. Dos guardas forestales fueron asesinados mientras estaban patrullando en Camboya, y un activista de Guatemala fue asesinado después de que un tribunal suspendiera las operaciones de una empresa de aceite de palma. Ecuador se vio enfrascado en un escándalo de piratería que tenía como objetivo a periodistas y ecologistas.
Pueblos indígenas y conservación
Varios informes y estudios demostraron la importancia de involucrar a los pueblos indígenas y las comunidades locales en la conservación.
Un análisis realizado por el Centro de Investigación Woods mostró que los territorios indígenas en la cuenca del Amazonas, Mesoamérica, la República Democrática del Congo e Indonesia almacenan una quinta parte del carbono sobre el nivel del suelo de los bosques tropicales. Un estudio diferente a largo plazo en Guayana encontró pruebas de que dejar que los pueblos indígenas lleven a cabo la investigación de campo puede ser un enfoque muy efectivo para la vida silvestre y la supervisión de los bosques.
Del mismo modo, la concesión de derechos de propiedad para los pueblos indígenas en las zonas forestales se describió en un informe del Instituto de Recursos Mundiales como una de las formas más rentables de abordar el cambio climático. Aun así, los pueblos indígenas y las comunidades locales tan solo tienen derechos legales sobre un 18 por ciento de la tierra del mundo, según la iniciativa the Rights and Resources Initiative, que lanzó una herramienta para hacer un seguimiento de la tierra que reclaman los pueblos nativos.
Un par de antropólogos llamaron a la polémica cuando sostuvieron que los gobiernos deberían iniciar “contactos controlados” con las tribus indígenas que viven en aislamiento de forma voluntaria. Los críticos afirmaron que la decisión de establecer contacto se debería dejar en manos de los pueblos indígenas y que el papel de los gobiernos debería limitarse a preservar los territorios en los que la gente vive de forma aislada.
Durante una visita a Latinoamérica el Papa se disculpó por los delitos de la iglesia católica contra los pueblos indígenas.