- La DCI es un compromiso con el que Noruega está entregando 300 000 000 de dólares al Perú para la titulación de tierras comunales y la conservación de bosques.
- Según Roxana Ramos, coordinadora del proyecto de apoyo para la DCI de WWF Perú, el proceso para que una comunidad nativa esté titulada tarda entre 13 y 15 meses.
- Loreto es la región con mayor bosque en todo el Perú: tiene más de 40 000 000 de hectáreas.
En el Perú existen 73 000 000 hectáreas de bosques, y más de la mitad están en Loreto, según información del Ministerio del Ambiente. Además, según información del Ministerio de Agricultura, el 45 % del territorio amazónico está sin titular, es decir, que Loreto tiene más de 16 000 000 de hectáreas sin título de ningún tipo. En dicha región hay 450 comunidades nativas que no tienen un registro de propiedad de su territorio, de acuerdo al informe “Las demandas territoriales de los pueblos indígenas amazónicos del Perú” de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Amazónica del Perú (Aidesep) y la Dirección Regional de Loreto.
De cara a dar solución a este problema existen iniciativas internacionales que apoyan al Gobierno peruano en la dura tarea de titular territorios colectivos indígenas. Una de las iniciativas es la Declaración Conjunta de Intención (DCI) con la que Noruega, con Alemania como socio, está entregando por partes al Gobierno peruano 1800 000 000 de coronas noruegas (300 millones de dólares en promedio) para mecanismos de conservación de bosques, entre ellos, la titulación de tierras.
“Si las comunidades tienen un título de propiedad de su territorio integral, tienen un documento legal que certifique que ellos viven ahí. Se ha demostrado que las comunidades nativas son los mejores protectores del ambiente por sus conocimientos ancestrales, así que otorgarles títulos de sus tierras no es solo reconocer sus derechos, también es una forma de conservar los bosques”, dice a Mongabay Latam Roxana Ramos, coordinadora del Proyecto de Apoyo a la DCI de WWF Perú,
Ramos afirma que si bien la meta del acuerdo de cooperación es ambiciosa, su cumplimiento no es suficiente para acabar con la cuota de comunidades nativas por titular. “Ya alcanzamos las 25 comunidades nativas con su respectiva demarcación, falta el resto (son 41 comunidades en total) que finalizaría para junio del próximo año. Según Roxana Ramos, para poder terminar de titular una comunidad nativa, el proceso completo tarda entre 13 y 15 meses.
Los pueblos indígenas incluidos en la DCI de Loreto son Candoshi, Kukama Kukamiria, Shawi, Yagua, Shiwilu, Matses, Maijuna y Awajún, con más de 4000 personas que resultaría beneficiadas. Sin embargo, existen otros pueblos que no pertenecen a este proyecto y siguen en la espera, como el Quechua.
“La selva es nuestra ferretería, nuestro mercado, nuestra farmacia. Pero no solo por eso la cuidamos, sino porque es nuestra madre, la que nos hizo nacer y nos da la vida y a todo nuestro pueblo. En realidad, la titulación solo la necesitamos para que tengamos un papel para defendernos contra las petroleras que ingresan a nuestro territorio. Cuando nos quejamos al Gobierno no nos hacen caso porque no tenemos título, dicen”, enfatiza Aurelio Chino, apu de la Federación Indígena Quechua del Perú (Fediquep), quien acaba de entregar al gobernador regional de Loreto, Fernando Meléndez, un documento con 165 000 firmas de miembros de la sociedad civil de 135 países para la titulación integral de todos los pueblos indígenas en Loreto.
Las dificultades
Según Roxana Ramos de WWF Perú, antes de proceder con el proceso de titulación propiamente en Loreto, se debe verificar que en dicho territorio indígena no haya conflictos internos, restos arqueológicos, ni otro predio titulado encima como alguna concesión forestal, un área protegida, entre otros títulos. “A veces encontramos familias en disputa porque no hay límite fijo entre sus casas, ahí nos retiramos porque esos conflictos deben solucionarse previamente. Aparte está el tema de los lotes petroleros que muchas veces parten el territorio indígena porque sus instalaciones se encuentran en medio de la comunidad”, señala Ramos.
Si uno desea averiguar una cifra exacta sobre cuántas comunidades nativas falta titular, no hay acuerdo general. “Un número te lo brinda el Estado, otro las organizaciones indígenas y otro la sociedad civil. No existe una cifra oficial por el desorden institucional, pero la cifra oficial es del Ministerio de Agricultura por ser el ente rector. Lo cierto es que muchos gobiernos regionales, por la transferencia de competencias, tienen información pero no la comparten por estar incapacitados y con falta de recursos”, detalla a Mongabay Latam Silvana Baldovino, directora del programa de Conservación de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).
“No es para nadie un secreto que a lo largo de los años se ha dejado de lado la solución de la tenencia de tierras comunales. Existen los problemas de falta de articulación entre los diferentes estamentos del Estado que han emitido una cantidad abrumadora de normas que se contraponen, agentes del gobierno aislados de las comunidades, tampoco se han reconocido los problemas internos de las comunidades,”, dice a Mongabay Latam el viceministro de Políticas Agrarias del Ministerio de Agricultura, Juan Carlos Gonzalez Hidalgo.
“No tenemos una cifra exacta ahora, pero en el PTRT 3 (Catastro, Titulación y Registro de Tierras. Rurales en el Perú), proyecto aparte del DCI también vinculado a la titulación de tierras en Loreto, hay 917 comunidades (404 andinas y 513 amazónicas) que faltan titular, sin embargo, las que ya se titularon adolecen de problemas. Cuando las comunidades quieren producir un producto en especial y empiezan a aliarse con empresas para el inicio del negocio, estas se encuentran con que las comunidades están superpuestas con la propiedad de un tercero. Ahora nos vamos a coordinar todos los agentes vinculados a la titulación, como el Organismo de Formalización de la Propiedad Informal (Cofopri), los gobiernos regionales, las comunidades nativas, los registros públicos. Debemos armar una agenda integral”, sostiene el viceministro Gonzalez.
Otro de los problemas es la antigüedad de los predios en la región amazónica que no disponen de tecnología para su delimitación. “No tienen una gráfica que los ubique en el espacio, y si no tienes una base gráfica como catastro, no existes. No están localizados con GPS. A esto se suma que muchos procesos de la reforma agraria en la década de 1970 no se culminaron, se logró la titulación, pero no se extendió a registro públicos, o viceversa, no se llegó a emitir la resolución pero se le inscribió en registros. Es todo un desorden. No es problema de un solo gobierno, es histórico”, indica Silvana Baldovino.
¿Qué se necesita?
Según Silvana Baldovino la mesa de reunión de las diferentes partes vinculadas en la titulación de tierras debe tener como prioridad la zonificación territorial, es decir, dónde se puede hacer qué cosa.
“Uno de los principales problemas es el desorden. Se dan cambios con nuevas leyes, pero no hay una visión integral. El suelo es un recurso, hay que identificar mecanismos para articularlo con los otros recursos. Se considera que su potencial es netamente agrícola y se aíslan otros aspectos. Si tiene potencial para el tema minero, genial; si tiene potencial para la protección forestal, genial; pero siempre se deben respetar los derechos de otros como el de los pueblos indígenas”, señala Baldovino.
“Hay 11 proyectos con fondos para titular tierras nativas, solo el PTTR3 es en la zona andina. Sin embargo, lo más probable es que finalizados todos los proyectos, todavía falten comunidades por titular en ambas regiones”, finaliza.
Foto de portada. Diego Pérez/WWF Perú.