- En los alrededores de la carretera Interoceánica son los principales focos de deforestación por quema.
- El 2016 es el año más seco y caliente en la región amazónica, según la especialista de la ONG Aider, Liz Cántaro, lo que ha incrementado la deforestación por quemas.
- Estado y Defensa Civil deben proveer de información y medidas de seguridad a campesinos para prevenir dicho accidentes, según abogado forestal de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), Jean Pierre Araujo.
Madre de Dios ha perdido 600 hectáreas de bosques debido a la quema incontrolable para cultivo en lo que va del 2016, de acuerdo al último reporte del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP).
La profusión de incendios para la apertura de campos de cultivo en la región se concentra a lo largo de la carretera Interoceánica con dirección a las ciudades de Iberia e Inambari, localizadas en el norte de Madre de Dios.
“Las quemas para la apertura de chacras siempre se han dado, y generalmente, en predios autorizados para cultivos con títulos o contratos de posesión, pero el problema es que los campesinos la realizan de forma rudimentaria, sin ningún tipo de medida de seguridad, y por eso, el fuego inicial que iba a liberar un predio para el cultivo muchas veces se descontrola y termina deforestando varias hectáreas del bosque”, explica a Mongabay Latam, Jean Pierre Araujo, abogado del Programa Forestal de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).
Las condiciones climáticas de los últimos meses de julio, agosto y setiembre, caracterizados por la sequedad del ambiente, originan que los campesinos durante este tiempo produzcan más quemas para cultivo, lo que incrementa los casos de incendios forestales.
“Imagínate que se produce el incendio. Son predios que se encuentran en el campo, aislados, sin ningún tipo de ayuda cercana que pueda apagar el fuego. Cuando la ayuda viene, el fuego ya ha terminado de calcinar una gran proporción de bosque”, agrega Araujo.
La ingeniera Liz Cántaro, coordinadora en la región de Madre de Dios de la ONG Aider, que trabaja en áreas protegidas como la Reserva Nacional Tambopata, afirma que el cambio climático también aporta al incremento de estos accidentes forestales que poco a poco van depredando los bosques amazónicos. “El 2016 es el año más caliente en Madre de Dios, según nuestros registros, lo que ha producido en el verano un nivel de sequedad en los bosques sin precedentes. Esto permite que si alguien prende fuego en el bosque para liberar espacio para cultivos, las probabilidades de que se descontrole se incrementen”, sostiene.
Carol Cruz, especialista en información geográfica de la Asociación por la Conservación de la Cuenca Amazónica (ACCA) va en la misma línea que la ingeniera Cántaro y recuerda que estos casos de quema por apertura de espacio para cultivos también se han repetido en otras regiones del Perú. El 31 de mayo se quemaron 5 hectáreas de pastos en la zona de amortiguamiento del Santuario Histórico de Machu Picchu con un fuego que duró dos días. Por otro lado, el pasado mes de setiembre en la zona de amortiguamiento de la Reserva Comunal Asháninka en la región Junín, un incendio se extendió en más de 20 000 hectáreas del área protegida.
¿Qué se debe hacer como prevención?
El abogado Jean Pierre Araujo sugiere que el Estado debe brindar información a los campesinos para que realicen una correcta quema para cultivos y así se prevengan futuros incendios que deforesten el bosque. “El Estado debe capacitar a los campesinos con los días y meses del año en donde se producen más de estos incendios para que estén alerta, también deben informarles sobre la medidas de seguridad como fajas cortafuegos, entregarles un protocolo en caso se produzca el incendio. En este aspecto debe apoyar Defensa Civil. Los bomberos no tienen fácil acceso a estas zonas y tampoco cuentan con las herramientas para controlar fuegos de tales magnitudes, el Estado debe darles las facilidades”, dice.
¿Cómo se ha comprobado la deforestación por quema?
“Los focos de calor son alertas que se proveen diariamente a través de los portales de agencias espaciales como NASA desde hace mas de 10 años. Respecto de este caso en particular, considerando que es un año muy seco, se emitieron alertas sobre el incremento de focos de calor desde inicios de junio del 2016 en Madre de Dios, que coincide con la temporada de quemas en la Amazonía”, explica a Mongabay Latam Matt Finer, especialista de las imágenes satelitales de MAAP.
Al contrastar los lugares de las más de 1000 alertas de focos de calor con las imágenes satelitales de deforestación de MAAP, Matt Finer y su equipo concluyeron que sí existe una correlación entre ambos, es decir, que hay deforestación por quema.