- El 13 de noviembre se detectó un derrame de petróleo en el río Teles Pires, afluente del Tapajós, en una parte remota de la Amazonía brasileña. El derrame ocurrió cerca de la presa hidroeléctrica São Manoel, que está en construcción. Tanto la causa como la extensión del derrame se desconocen por el momento.
- Unos 320 indígenas se vieron afectados en aldeas cerca de la presa. Empresa de Energia São Manoel, el consorcio que construye la presa, ha enviado más de 4000 litros de agua a las comunidades indígenas afectadas. IBAMA, la agencia ambiental de Brasil, investiga los hechos.
- El líder indígena Taravi Kayabi describió el efecto del derrame en su comunidad: “Todo esto es terriblemente triste para nuestra gente. Esta región es sagrada para nosotros. Ahora, además de inundar la tierra [por la presa], han ensuciado nuestra agua. Los peces también han desaparecido. La gente está enfermando de diarrea. Todo el mundo está preocupado por su salud”.
- El río Teles Pires ya tiene otras tres presas, que hasta la fecha han recibido 24 demandas judiciales. La mayoría de los casos se centraba en los impactos ambientales y las violaciones de los derechos indígenas. Las presas son parte del Complejo Tapajós, un proyecto de infraestructura gigantesco destinado a convertir el río Tapajós y sus afluentes en una vía industrial navegable para el transporte de soya.
El domingo 13 de noviembre se detectó un derrame de petróleo en el río Teles Pires, uno de los principales afluentes del río Tapajós, en una parte remota de la cuenca del Amazonas. El derrame ocurrió en la frontera entre los estados brasileños de Pará y Mato Grosso. La presa hidroeléctrica de São Manoel se está construyendo en ese lugar, en la ciudad de Jacareacanga.
Las aldeas indígenas cercanas han visto sus fuentes de agua contaminadas como resultado del derrame. La agencia ambiental brasileña, IBAMA, afirmó que no podía confirmar aún que la substancia que contamina el río sea petróleo ni la cantidad se ha vertido o el origen del derrame.
Mongabay habló con la coordinadora de emergencias ambientales de IBAMA, Fernanda Pirillo, que dijo que el origen está siendo investigado por agentes de IBAMA y que un informe formal se prepararía en unos diez días. Mientras tanto, dijo, la agencia reúne información sobre el incidente.
“Durante el primer sobrevuelo [al lugar del derrame], se vio algo de petróleo en el agua”, dijo Pirillo. “El día 15 [en el segundo sobrevuelo], no se vio petróleo… solo agua enfangada que aparece como resultado del trabajo en la presa hidroeléctrica. No sabemos aún si el petróleo procedía de la presa o de otra fuente, como las barcazas de la minería activas en la región. Lo estamos investigando”.
Pirillo siguió explicando cómo el color del petróleo sugiere la cantidad que hay. “La apariencia del petróleo, que era iridiscente, sugiere que no había mucha cantidad, pero no podemos calcular el volumen”. Dijo a Mongabay que el petróleo era seguramente diesel u otro combustible.
La presa de São Manoel está siendo construida por Empresa de Energia São Manoel, una empresa conjunta de China Three Gorges, EDP Brasil y Furnas. Se espera que la presa esté acabada en 2018 y que genere 700 megavatios de electricidad. Es una de las cuatro presas en el río Teles Pires.
El consorcio publicó un comunicado en el que declaraba que la cuenca del río ha vuelto a la normalidad y que está analizando las causas del derrame mientras hace un seguimiento del problema. “Para cumplir con la responsabilidad social de la presa hidroeléctrica São Manoel con la gente en la zona que la rodea, después de que se identificara el incidente, las aldeas indígenas más cercanas fueron contactadas y están recibiendo el apoyo necesario”, decía el comunicado de Empresa de Energia São Manoel.
Brent Millikan de International Rivers, ONG ambiental activa en la región, dijo que era posible que hubiera una demanda federal una vez que el Ministerio Público Federal de Brasil tuviera suficiente información sobre lo que ha sucedido. “IBAMA también debería multar a las partes responsables. Lo importante es descubrir qué pasó exactamente”, dijo Millikan.
Pirillo confirma que cuando se complete la investigación, IBAMA aplicará las multas y otras medidas que sean apropiadas.
Según un informe de Estadão, unos 320 indígenas se vieron afectados en los pueblos cercanos al lugar de la presa. Empresa de Energia São Manoel, que construye la presa, ha enviado más de 4000 litros de agua a las comunidades indígenas afectadas.
Taravi Kayabi, un líder indígena, describió a Estadão cómo afectó el derrame a su comunidad: “Todo esto es terriblemente triste para nuestro pueblo. Esta región es sagrada para nosotros. Ahora, además de inundar la tierra [por la presa], han ensuciado nuestra agua. Los peces también han desaparecido. La gente está enfermando de diarrea. Todo el mundo está preocupado por su salud”.
Agencia Brasil afirmó que Kayabi dijo que la comunidad no había podido pescar desde el fin de semana del derrame.
La abogada Juliana da Paula Batista de la ONG Instituto Socioambiental, vivió y trabajó en el área cercana a la presa São Manoel durante tres años. “Estas comunidades indígenas están cerca de cuatro presas y todavía no tienen electricidad ni agua potable tratada”, dijo a Mongabay. El artículo de Estadão calculó que 900 indígenas viven cerca de la presa de São Manoel; otros 10 000 indígenas Mundurukú viven río abajo.
Diego Paleci, indígena que reside en la zona, dijo por correo electrónico que el petróleo había llegado a las aldeas de São Benedito, Coelho, Tucumã, Lageirinho, Dinossauro Kururuzinho, Minhocuçu y Barro Vermelho, además de Teles Pires, una aldea Mundurukú y Mairovi. También dijo que los líderes indígenas se habían puesto en contacto con la cooperativa de los prospectores, que negaron cualquier accidente en la zona.
Los lugareños obtienen su agua directamente del río, dijo Batista, quien describió cómo la construcción de presas en el Teles Pires ha puesto en peligro la calidad del agua. Tras una visita a la comunidad, según dice, tanto ella como sus compañeros acabaron hospitalizados por beber agua contaminada. “Los peces ya morían de forma significativa antes del derrame, y estas comunidades dependen del pescado como fuente primaria de proteínas”, señaló.
“Estas comunidades tienen tres lugares sagrados en el mundo sin los cuales el mundo se acabará”. Dos de esos lugares, apuntó, el Sete Quedas (siete caídas) y Morro do Macaco (la colina del mono) ya han sido destruidos por la presa Teles Pires y la presa São Manoel. “Pero como estos sitios no están en territorio indígena, no se han reconocido los impactos por parte de las autoridades brasileñas”, afirmó Batista.
“Estas comunidades se enfrentan a una serie de violaciones [del gobierno y la industria de la construcción] a diario sin mecanismos que les garanticen un nivel mínimo de compensación por estos impactos que les permita seguir viviendo de forma acorde a su cultura”.
La presa de São Manoel es una de las más de 40 presas que el gobierno brasileño ha planeado para la cuenca del Tapajós como parte de un enorme proyecto para una vía navegable industrial que transportaría soja desde el estado de Mato Grosso, pasando por los ríos Teles Pires, Tapajós y Amazonas hasta el océano Atlántico.
El río Teles Pires, que será bloqueado por la presa São Manoel, ya tiene otras tres presas construidas como parte del proyecto del Complejo Tapajós. El fiscal Marco Antonio Barbosa del Ministerio Público Federal en Mato Grosso dijo que estas presas ya han recibido 24 demandas judiciales. La mayoría de esos casos, según Barbosa, se centran en impactos ambientales y violaciones de los derechos de los indígenas. “Hay varios asuntos [en estos casos] que incluyen una falta de estudios de impacto ambiental relativos a los impactos para las comunidades indígenas”.
“Casualmente, [Empresa de Energia São Manoel] estaba eliminando un compartimento estanco y poco después recibimos las noticias de que había un derrame de petróleo”, dijo Barbosa a Mongabay. Un compartimento estanco es un recinto temporal que se construye dentro de una masa de agua o sobre esta para que el agua se pueda bombear. Estas estructuras son habituales en la construcción de represas. Barbosa afirmó que los impactos en el agua de los pueblos a causa de esta operación ya se habían previsto y que la empresa ya había planeado suministrar agua potable.
Empresa de Energia São Manoel no contestó a la petición de Mongabay de hacer comentarios sobre este punto.
El 18 de septiembre, el Ministerio Público Federal pidió a la policía federal que abriera una investigación sobre el derrame.
Según un informe de Radio Agencia Nacional, el Ministerio Público Federal y la Secretaría de Salud Indígena se reunirán el jueves 24 de noviembre en Alta Floresta para hablar sobre la calidad del agua en la región con los líderes indígenas de la región.