- El mono saki calvo de Vanzolini no se ha visto desde que los científicos lo descubrieron en el oeste de Brasil en la década de 1930.
- Navegando a lo largo del Río Juruá y sus afluentes, la expedición realizará el primer monitoreo biológico integral de la región.
- El equipo internacional de investigadores espera encontrar al mono saki, así como a otras especies aún indocumentadas, mientras llama la atención sobre la importancia de la conservación del río y la selva circundante.
El saki, o “mono volador”, un primate de tamaño mediano de América del Sur, recibe su apodo debido su habilidad para recorrer silenciosamente las copas de los árboles. Estos habitantes de la selva utilizan sus afilados dientes para abrir duras semillas y esparcirlas mientras viajan a través del dosel, convirtiéndolos en una parte importante del ecosistema.
Una especie de mono saki —con distintivos brazos de color oro—ha salido del radar científico. Los naturalistas ecuatorianos avistaron por primera vez al saki calvo de Vanzolini (Pithacea vanzolinii) en la década de 1930 y enviaron especímenes a los museos de historia natural. Desde entonces, no se lo ha vuelto a ver.
Ahora, la ecologista Laura Marsh y su equipo internacional de científicos tratan de rectificar esto. El 1 de febrero, el equipo se embarcó en una casa flotante y emprendieron una expedición de cuatro meses para tratar de encontrar al saki perdido en una remota región de la Amazonía brasileña.
En busca del saki
Marsh, la líder de la expedición, reescribió el género del mono saki en el 2014, descubriendo cinco nuevas especies en el proceso.
“Pude nombrar nuevas especies porque tenía evidencia viva de ellas: algunas provenientes de fotos de turistas las cuales podía corroborar con especímenes de museos”, dijo Marsh. Esto no siempre pasa en la taxonomía clásica; sin embargo, ella sentía que la clave para determinar nuevas especies era tener representantes vivos.
Marsh no pudo encontrar ninguna evidencia reciente del saki calvo de Vanzolini.
“No tengo ninguna razón para creer que ya no están allí y que no los encontraremos”, continuó. Los especímenes del museo siguen siendo el único registro conocido de la especie, y su ausencia conspicua es desconcertante para los investigadores.
Poca información existe sobre la ecología y la biología de las 16 especies reconocidas de mono saki. El saki calvo de Vanzolini se encuentra en la categoría de ‘Datos Insuficientes’ de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) debido a la falta de datos científicos sobre la población y las amenazas potenciales. Si los investigadores son capaces de encontrar la especie ellos recogerán datos sobre su comportamiento, hábitat y población para ayudar a determinar su estado de conservación.
Hábitat prístino con un futuro incierto
La expedición, denominada “Houseboat Amazon“, se llevará a cabo en un área triangular de 111 369 (43 000 millas cuadradas) que abarca la cuenca del Alto Río Juruá y se extiende desde Cruzeiro do Sul hasta Eriunepe en los estados del noroeste de Acre y Amazonas. Los datos de Global Forest Watch muestran que el área aún está cubierta principalmente por bosque intacto y es lo suficientemente grande para mantener los niveles nativos de biodiversidad.
La región alberga potencialmente más de 600 especies de aves, 200 especies de mamíferos e innumerables reptiles, anfibios, insectos y plantas. Sin embargo, la cuenca que será examinada por el equipo nunca ha sido objeto de una expedición de descubrimiento o monitoreo de mamíferos. Los investigadores creen que es probable que haya nuevos descubrimientos científicos.
Aun siendo una región remota, Marsh y sus colegas están preocupados por el futuro de este hotspot de biodiversidad. La deforestación alimentada principalmente por la expansión agrícola está creciendo cada vez más hacia el norte desde la periferia noroeste de un área de pérdida forestal particularmente alta. Las actividades de deforestación son tan desenfrenadas en esta área que ha sido denominada el “arco de deforestación” por los conservacionistas. El área se extiende miles de kilómetros en todo Brasil desde Belem en la costa atlántica hasta cerca de la frontera del país con el Perú.
Mientras que una parte del área de estudio se encuentra en el estado de Acre —el estado que según Marsh tiene algunas de las políticas más innovadoras de medio ambiente y desarrollo sostenible en la región amazónica— gran parte de la cuenca del Alto Río Juruá se encuentra en Amazonas y se maneja como el “lejano Oeste”. Las propuestas para incorporar partes de la cuenca del Alto Río Juruá al Sistema Nacional Forestal de Brasil permitirían la extracción de madera y la construcción de carreteras en bosques actualmente intactos, Marsh le explicó a Mongabay.
“Este es un rincón de la Amazonía que no ha sido bien documentado o monitoreado. Además del cambio climático, y siendo un gran año de sequía, habrá amenazas si no prestamos atención”, dijo Marsh.
Los investigadores de la expedición esperan ganarle a la deforestación invasora y utilizar sus descubrimientos y datos para establecer prioridades de conservación para el área. Alejandra Duarte, antropóloga y primatóloga de México que se une a la expedición, investigará los pueblos locales a lo largo de su recorrido. Ella estudiará las prácticas de caza, pesca y silvicultura, y sus pensamientos sobre el establecimiento de una nueva área protegida.
Un posible nuevo símbolo para la conservación
El equipo espera que el saki calvo de Vanzolini se convierta en una especie emblemática para crear una nueva área de conservación de desarrollo sostenible en la cuenca. El Instituto Mamirauá de Conservación Amazónica, la organización asociada a la expedición, creó la primera área de conservación en el norte del Amazonas. Las comunidades indígenas y de subsistencia que viven en la Reserva de Desarrollo Sostenible Mamirauá monitorean sus propias actividades de caza y pesca.
“La reserva es una de las más grandes del mundo y es muy exitosa. Si suena demasiado bueno para ser verdad, he visto sus datos y es tremendo”, dijo Marsh, que espera replicar el modelo.
Aun siendo el mono saki la especie principal de la expedición, el equipo interdisciplinario de investigación —con miembros de México, Brasil, Colombia y los EE.UU.— también llevará a cabo un monitoreo biológico exhaustivo. Se recopilarán datos sobre aves, reptiles, murciélagos y otros mamíferos durante la temporada de crecida del río, cuando los animales están más confinados al dosel.
Utilizando una casa flotante como su base y estación de campo, el equipo navegará cada mañana en botes a motor estilo canoa para examinar el dosel del bosque y las zonas ribereñas. Además de botas llenas de barro, el equipo va a utilizar GoPros, drones, grabadoras de ecolocalización AnaBat, vídeo y fotografía fija para documentar todo lo que ven y oyen.
La expedición también tiene un gran componente de divulgación, con planes para involucrar a las comunidades locales a lo largo de su ruta y al público en todo el mundo. Marsh y otros investigadores de “Houseboat Amazon” publicarán videos en línea y fotos de sus descubrimientos en tiempo casi real desde el Amazonas.
“Queremos que la gente pueda experimentar la selva tropical con nosotros y ver que la verdadera ciencia es también una verdadera aventura”, dijo Marsh.
Siga a la expedición en Facebook, Twitter y su página web.
REFERENCIAS:
- Greenpeace, University of Maryland, World Resources Institute and Transparent World. “Intact Forest Landscapes. 2000/2013” Acceso a través de Global Forest Watch el 2 de febrero, 2017. www.globalforestwatch.org
- Hansen, M.C., A. Krylov, A. Tyukavina, P.V. Potapov, S. Turubanova, B. Zutta, S. Ifo, B. Margono, F. Stolle, and R. Moore. 2016. Humid tropical forest disturbance alerts using Landsat data.Environmental Research Letters, 11 (3). Acceso a través de Global Forest Watch el 2 de febrero, 2017. www.globalforestwatch.org
- National Institute of Space Research (INPE). “PRODES deforestation.” Acceso a través de Global Forest Watch el 2 de febrero, 2017. globalforestwatch.org
Esta historia fue publicada por primera vez en la web en inglés el 2 de febrero de 2017.