Colombia y Perú ocupan el tercer y segundo lugar, respectivamente, como países con mayor número de especies de primates en el neotrópico. El país que lidera el ranking es Brasil, según la Asociación Primatológica Colombiana (APC). Así como ambos países fronterizos comparten una alta biodiversidad en primates, también sufren amenazas similares que disminuyen la población de esta especie.
La principal amenaza que perjudica a los primates tanto en Colombia como en Perú es la pérdida de hábitat por la deforestación, que está confinando a muchas especies a un acelerado proceso de extinción. Con menor número de primates los ecosistemas pierden también a quienes son dispersores naturales de las semillas. ¿Cuál es la situación?
La situación de los primates en Colombia
En Colombia se han contabilizado un total de 38 especies de primates, de las cuales 10 son endémicas y, de estas, nueve presentan algún grado de riesgo. Es decir, el 90 % de las especies endémicas de Colombia están amenazadas. Si queremos graficar dicha situación en porcentajes las cifras son menos esperanzadoras: 53 % En Peligro, 29 % son Vulnerables, 13 % En Peligro de Extinción, 11 % En Peligro Crítico.
Los primates En Peligro Crítico, es decir, los que sufren del nivel más alto de amenaza en Colombia, son el mono araña café (Ateles hybridus), el mono araña negro (Ateles fusciceps), el mico bonito del Caquetá (Plecturocebus caquetensis) y el tití cabeciblanco (Saguinus oedipus).
El mono araña café vive en un hábitat que hasta hace poco era de difícil acceso debido al conflicto interno en el país. Además, habita en espacios que son dominados por la minería ilegal que está degradando los bosques donde vive. Esta especie se encuentra en el departamento de La Guajira, en la Serranía del Perijá y en pequeñas áreas de distribución en Venezuela.
Según un informe del 2015 del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM), a las amenazas ya señaladas se debe agregar la pérdida de hábitat por la expansión de la ganadería y de sistemas agroindustriales como la palma aceitera.
Otra especie en alto grado de amenaza que vive en un entorno violento es el mico bonito del Caquetá. Debido a ese contexto, los científicos no pudieron descubrirlo hasta la salida en el 2010 de los grupos paramilitares en el departamento de Caquetá. Sin embargo, ahora, la amenaza para el mico bonito es la deforestación por ganadería extensiva y el cultivo ilícito de hoja de coca. Es importante recordar que el departamento que sufre de mayor deforestación en Colombia es el de Caquetá.
Si nos dirigimos al Caribe colombiano encontraremos al tití cabeciblanco, el cual se distribuye en cinco departamentos: Bolívar, Sucre, Córdoba y el Urabá antioqueño. El nivel de deforestación de su hábitat es tan alto que solo queda el 2 % del bosque que existía hace 50 años. A diferencia de las especies de primates señaladas antes, el tití cabeciblanco es afectado por la caza ilegal y el tráfico de fauna debido a su bello pelaje y a su tamaño pequeño que lo vuelve atractivo para los seres humanos. Entre el 2012 y el 2013 se registraron solo 7000 ejemplares.
Otra especie bastante amenazada es el churuco colombiano (Lagothrix lagothricha lugens), el cual debido a que es de gran tamaño y anda en grupo facilita su captura, por eso la caza y el tráfico ilegal son sus mayores amenazas. Su principal hábitat es la Cordillera Andina.
El estado de los primates en Perú
Si analizamos la situación de los primates en Perú, el alto nivel de amenaza a estas especies no difiere tanto al de Colombia. El 30 % de todas las especies de primates en el Perú tiene algún grado de amenaza, según información de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). De acuerdo a la bióloga peruana, Fanny Cornejo, especializada en primates, existe un aproximado de 47 especies en el país. Sin embargo, se tiene muy poca información de ellos. Mucha data nacional se basa en información de países fronterizos como Brasil, ya que se intuye que, como no hay barreras físicas, las diferentes especies de primates transitan de un país a otro.
Para especialistas de Neotropical Primate Conservation (NPC) en Perú las especies de primates más amenazadas son el mono Choro de cola amarilla (Lagothrix flavicauda) y el mono tocón de San Martín (Callicebus oenanthe), los cuales habitan los bosques montanos y premontanos del norte peruano; también está en peligro el machín ecuatoriano (Cebus aequatorialis) que vive en el extremo norte del Perú, cerca al límite con Ecuador. Los tres primates citados están en una condición de Críticamente amenazados.
Mientras tanto, el mono araña de vientre amarillo (Ateles belzebuth), que vive en el norte amazónico, y el mono lanudo gris (Lagothrix cana), que habita en el sur amazónico, son categorizados como En Peligro por la UICN.
Al igual que en Colombia, en Perú la pérdida del hábitat de los primates en general se debe a la expansión de la frontera agrícola y la ganadería. A esto se agrega, en el caso de los adultos, la caza ilegal de primates para consumo humano porque tienen más carne, mientras que a las crías se les captura para venderlas como mascotas.
Otra amenaza para los primates en el Perú es la tala ilegal, Fanny Cornejo señala que esta actividad es una amenaza seria, ya que estas especies necesitan de largas extensiones continuas de árboles para sobrevivir. Es por ello que la fragmentación de su hábitat es un factor grave de riesgo. Al construirse una carretera en medio de la selva, por ejemplo, se parte el hogar del primate aislándolo del grupo al otro lado de la pista. Esto origina un fenómeno llamado endogamia, que reduce la variabilidad reproductiva de la especie y puede volverlos menos saludables, explicó Cornejo.
¿Qué se necesita para una mejor conservación?
Las recomendaciones de expertos en primates de ambos países coinciden. Por una parte, se necesita la concientización de la población local en educación ambiental para que los propios lugareños conozcan la biodiversidad que los rodea y la protejan, en especial a los primates. Por otro lado, los expertos sostienen que es clave la formación de jóvenes científicos que se especialicen en primates. En el caso peruano no existen carreras en esa especialización, recordó Fanny Cornejo. Además, los expertos de NPC manifiestan que es necesaria la promoción de áreas de conservación privada (ACP) porque resultan más efectivas y menos costosas por sus pequeñas dimensiones, en comparación a las extensas áreas naturales protegidas del Estado.
Foto de portada: Tití Cabeciblanco/Joao Marcos Rosa.
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