- Por lo menos unas 15 rutas para el tráfico de animales, adicionales a las que hasta ahora se conocían se han identificado recientemente.
- Las aves encabezan la lista de las especies más vendidas en el mercado ilegal en Perú. Sus precios están entre 15 y 227 dólares.
En Perú, unas 318 especies de fauna silvestre se ven amenazadas por el comercio ilegal y 86 de ellas están en alguna categoría de vulnerabilidad o riesgo de extinción, indica el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor). Nuevas rutas por donde transitan los animales que son extraídos de su hábitat natural aparecen cada año, así como modalidades inesperadas para trasladar a las especies hasta mercados nacionales e internacionales.
Solo en el 2017, un total de 10 398 animales de fauna silvestre, entre vivos y muertos, fueron decomisados en Perú. Esta cifra es el resultado de 1081 intervenciones que las autoridades nacionales y regionales realizaron en Lima y otras provincias del país.
En el mercado interno peruano son vendidos como mascotas o utilizados para rituales tradicionales; mientras que para el mercado internacional viajan a colecciones privadas e incluso para investigaciones científicas y producción de medicinas, refiere un estudio realizado por Wildlife Conservation Society (WCS).
Holanda, Bélgica, Austria, Suiza, España, Francia, Alemania son algunos de los mercados en el continente europeo hasta donde llegan especies de la Amazonía peruana. En Asia destacan China, Japón y Singapur, entre otros. Y en Latinoamérica, las especies son llevadas a Ecuador, Colombia y Bolivia. Pero la mayoría de las especies no salen de Perú, sino que se comercializan en el mercado interno, explica Jessica Gálvez-Durand, directora de Gestión Sostenible del Patrimonio de Fauna Silvestre de Serfor.
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1.- Los caminos dentro y fuera de Perú
En un trabajo multisectorial entre diferentes instituciones estatales con el apoyo de WCS se ha logrado definir unas 15 rutas adicionales a las que hasta ahora se conocían, por donde transitan las especies víctimas del tráfico. Estos caminos se suman a los ya conocidos hasta el 2015 cuando se elaboró la estrategia nacional para reducir el tráfico ilegal de fauna silvestre y que abarcan casi todo el territorio peruano.
La carretera Panamericana Norte que conecta Lambayeque, La Libertad, Piura y Tumbes; la carretera longitudinal de la sierra central que pasa por Ancash, Huánuco, Junín, Tarma y La Oroya; y la Panamericana Sur que une Arequipa, Moquegua y Tacna aparecen entre las vías terrestres recién identificadas por donde salen los animales capturados.
Las vías fluviales también tienen nuevos puntos de paso como los ríos Tigre, Pastaza, Marañón, Amazonas, Madre de Dios y Ucayali. Mientras que, entre las vías aéreas están la de Maynas a Iquitos; la de Purús, Shepahua y Atalaya a Pucallpa; y de Tahuamanu y Tambopata a Puerto Maldonado.
“No es que las rutas que ya conocíamos se dejen de usar, sino que aparecen nuevas alternativas. El tráfico de especies es dinámico”, señala Gálvez-Durand. Según cifras del Serfor, en Perú se extraen animales de 56 distritos, que corresponden a 35 provincias en 14 departamentos.
Yovana Murillo, coordinadora de tráfico y salud de la vida silvestre de WCS, señala que en zonas de frontera como Aguas Verdes, en Tumbes hay un mercado para diversas especies. Por otro lado, Ucayali y Loreto son lugares importantes de inicio de tráfico de fauna. Chiclayo —indica Murillo— es un punto de acopio hasta donde llegan los animales de la Amazonía para ser trasladados luego al sur, hasta Arequipa, o al norte, hasta Tumbes, para que pasen la frontera.
De acuerdo con la estrategia nacional para combatir este delito, el flujo de las especies se inicia en pequeñas comunidades o zonas alejadas de los Andes amazónicos, para llegar, en primer lugar, a ciudades “de acopio”. Dentro de estas urbes, Chiclayo resalta como un eje importante de acopio y destino en la región nororiente. Otras ciudades como Iquitos, Pucallpa, Yurimaguas, Tingo María y Puerto Maldonado cumplen esta misma función.
De allí los animales son trasladados a ciudades consideradas “de tránsito” para su comercialización o acopio en menor grado. Y finalmente llegan a las urbes “de destino”, consideradas importantes porque tienen mercados de abasto en los que se vende fauna silvestre, se señala en el documento elaborado por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre.
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2.- Tráfico de especies en Internet
Aunque no se trata de una modalidad reciente, pues ya en el año 2009 la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) abordó este problema, la creciente vorágine de las redes sociales ha agudizado el problema, señala Gálvez-Durand.
El suboficial de la Policía César Attilano, del departamento de investigación de la División contra la Tala Ilegal y Protección de los Recursos Naturales, explica cómo trabajan los traficantes del ciberespacio. “Nosotros los contactamos fingiendo ser compradores interesados. Pero los traficantes son muy hábiles, saben que la Policía está detrás de ellos. Te citan en un lugar y luego te cambian de destino, también varían sus números de teléfono. Te llaman para comprobar quién eres. Así se van moviendo, usando maniobras evasivas”.
Los operativos para atrapar a quienes hacen las ofertas por Internet son una labor difícil pues muchas veces cuando se encuentran con los ofertantes, estos no llevan a los animales consigo, e incluso, en algunos casos se trata de estafas, indica la Policía.
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3.- Los animales más vendidos en el mercado ilegal
Entre las especies que más se trafican están la rana acuática jaspeada (Telmatobius marmoratus) especie endémica del lago de Junín, y la rana del Titicaca (Telmatobius culeus). De las aves, el perico de ala amarilla (Brotogeris versicolurus) y el pájaro botón de oro (Sicalis flaveola) ocupan los primeros lugares. Mientras que entre los reptiles figuran la tortuga taricaya (Podocnemis unifills) y la tortuga motelo (Chelonoidis denticulata). Los mamíferos los encabezan el mono fraile (Saimiri macrodon) y el mono machín (Sapajus macrocephalus).
Las cifras de Serfor indican que hay por lo menos 100 zonas de venta, en 48 provincias de 13 departamentos. Solo en Lima hay entre 18 y 20 mercados dedicados a esta actividad ilegal.
En Puno, un anfibio muy codiciado por los traficantes de especies es la rana gigante del lago Titicaca (Telmatobius culeus) que, además, figura en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como especie En Peligro Crítico de extinción, la categoría más alta para definir el riesgo de desaparición.
Se trata de un animal muy cotizado por su carne, pues con ella se preparan platos exóticos. Las ranas son también utilizadas en preparados medicinales. Desde hace por lo menos 20 años se encuentra en situación crítica, y según la UICN ya se ha perdido el 80 % de su población, pese a las normas que prohíben ser extraídas de su hábitat.
Otra especie que también habita en Puno, en la zona de Chucuito, es la rana acuática jaspeada (Telmatobius marmoratus), animal que también es víctima del comercio ilegal y que, actualmente, está considerada en situación Vulnerable.
En el caso de las tortugas, la taricaya (Podocnemis unifilis) y la motelo (Chelonoidis denticulata) figuran entre las especies más buscadas por los traficantes, así como el perico esmeralda (Forpus coelestis) y los pihuichos (Brotogeris versicolurus) en los primeros lugares de la lista, según el reporte estadístico de la Dirección de Protección al Medio Ambiente de la Policía Nacional del Perú.
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4.- El precio de las aves
Perú es uno de los países con mayor número de especies de aves en el planeta, se calcula que tiene 1852 variedades de aves de las cuales 105 son endémicas. Esta biodiversidad lo convierte también en uno de los países preferidos en el mundo para abastecer el mercado ilegal de fauna silvestre.
Según estadísticas del Serfor, entre los años 2000 y 2016, las aves silvestres fueron los animales más decomisados en Perú y son seis las especies preferidas y con mayor demanda en el mercado ilegal.
Rosa Vento Valencia, bióloga y especialista de la Iniciativa de Tráfico y Salud de la Vida Silvestre de WCS señala que según un análisis de la institución, las especies más confiscadas en Perú son el botón de oro (Sicalis flaveola) y el pihuicho de ala amarilla (Brotogeris versicolurus).
Además, hay especies muy buscadas como el guacamayo rojo y verde (Ara chloropterus), considerada en situación vulnerable por la CITES.
De acuerdo con el estudio realizado por WCS, las seis especies de aves que más se comercializan en el mercado ilegal cuestan entre 15 y 227 dólares.
El guacamayo rojo y verde (Ara chloropterus) es la de mayor valor, su precio en el mercado ilegal es de 227 dólares, pero puede costar más. Sus colores llamativos la convierten en una de las favoritas del mercado ilegal. La tala selectiva de los árboles en los que anidan y el comercio ilegal de esta especie son factores que perjudican su reproducción y ocasionan la consiguiente disminución de la especie.
El cernícalo americano (Falco sparverius) es el ave rapaz más traficada en Perú y su principal amenaza es el tráfico ilegal para la práctica de la cetrería. Tiene un rango de distribución muy amplio y su valor en el mercado negro es de 60 dólares.
El loro máscara roja (Psittacara mitratus) es otra de las especies demandadas por el comercio ilegal y su costo llega a 43 dólares; mientras que el loro cabeza gris o pedrito (Aratinga weddellii) está valorado en 69 dólares en el mercado negro y es la tercera especie de ave más traficada en Perú, por su docilidad y fácil adaptabilidad al cautiverio, según la evaluación de WCS.
El pihuicho de ala amarilla (Brotogeris versicolurus) figura en el apéndice II de la CITES, es decir, que no está necesariamente amenazado de extinción pero que podría llegar a estarlo a menos que se controle estrictamente su comercio. Mide 27 centímetros, anida en troncos y termiteros y su valor en el mercado negro bordea los 17 dólares.
El botón de oro (Sicalis flaveola) una de las especies más comercializadas en el mercado ilegal en Perú tiene un costo de alrededor de 15 dólares en el mercado ilegal, el precio más bajo entre las más buscadas en Perú.
Además del pihuicho de ala amarilla y el botón de oro, también hay otras especies de loros y pericos como el pihuicho ala azul (Brotogeris cyanoptera), el periquito Esmeralda (Forpus coelestis) y el jilguero común (Spinus magellanicus) que son muy buscados, explica Vento de WCS.
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5.- Los reptiles más amenazados en Perú
Las llevan en cajas o en maletas y, generalmente, las transportan en buses como si fueran parte del equipaje. Ese es el destino de las iguanas, tortugas y serpientes de Perú que son extraídas de su hábitat natural por traficantes.
De acuerdo con un estudio de WCS realizado en mercados, entre los años 2016 y 2017 alrededor de 650 especímenes de 10 especies de reptiles fueron rescatadas de las garras del tráfico ilegal. Muchas de ellas figuraban como amenazadas en la lista de la CITES.
Entre las especies más vendidas están la tortuga motelo (Chelonoidis denticulata), la tortuga taricaya (Podocnemis unifilis) y la iguana verde (Iguana iguana). También figuran la boa mantona (Boa constrictor), el caimán de anteojos (Caiman crocodilus), la tortuga tapaculo liso (Kinosternon leucostomum), la tortuga charapa (Podocnemis expansa) y la tortuga matamata (Chelus fimbriatus).
La iguana verde (Iguana iguana) figura en el Apéndice II de la CITES. Esto quiere decir, que no está amenazada pero que podría estarlo si no se logra controlar el tráfico ilegal. En Internet son ofertadas hasta por 50 soles. “Por lo menos 10 iguanas se decomisan cada semana”, comenta la bióloga Pilar Ayala del Serfor.
La tortuga taricaya (Podocnemis unifilis) habita en toda la Amazonía peruana. De acuerdo con estadísticas de WCS, entre los años 2000 y 2015 se incautaron 7871 reptiles vivos en 21 departamentos de Perú, y 2166 correspondían a esta especie. “Se venden entre 10 y 20 soles en Lima. Sin embargo, las crías difícilmente sobreviven, sobre todo en invierno, debido al clima frío, pues se trata de una especie acostumbrada a vivir en la selva, en temperaturas más altas”, explica la suboficial de la Policía, Lourdes Ambía, investigadora del departamento de fauna silvestre de la División contra la Tala Ilegal y Protección de los Recursos Naturales.
Entre las tortugas terrestres, la motelo de patas amarillas es la que más se comercializa en el mercado ilegal. Según Murillo, de WCS, las tortugas motelo se venden a 15 soles en algunos mercados urbanos de la Amazonía peruana. En Lima o zonas de frontera como Tumbes, su precio aumenta hasta los 50 soles. Está catalogada como Vulnerable en la Lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
La tortuga matamata (Chelus fimbriatus) vive en las regiones de Loreto y Ucayali, y con menor incidencia en Madre de Dios. En una búsqueda en internet, esta especie puede costar entre 140 y 180 euros, según un aviso que indica entregas en ciudades de España, uno de los países que figura en la lista de las naciones europeas hasta donde llegan estas especies provenientes del tráfico.
La boa mantona (Boa constrictor), conocida también como mantona en Perú, mide entre 50 centímetros y 4 metros. En los últimos años se han vuelto populares como mascotas exóticas, por lo que ha aumentado el tráfico ilegal.
Esta especie también es capturada por su grasa, que suele ser demandada para rituales tradicionales. “Las boas las venden para que se utilicen en actividades de chamanismo y sus pieles se exhiben con fines decorativos”, explica la bióloga Ayala del Serfor. Por su parte, la suboficial Ambía comenta que en Lima se han encontrado boas mantonas que son ofrecidas como mascotas a 1000 soles.
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