- Un informe del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre al que tuvo acceso Mongabay Latam indica que se trata de un nuevo modus operandi para extraer grandes volúmenes de madera.
- Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Madre de Dios intervino la Dirección Forestal y de Fauna Silvestre de Tahuamanu e incautó los expedientes.
El viernes 28 de diciembre del 2018, la fiscal Karina Garay, de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Madre de Dios, realizó su último operativo del año. Esa mañana ingresó a las oficinas de la Dirección Forestal y de Fauna Silvestre de Tahuamanu para incautar toda la documentación existente relacionada con siete casos que presentan irregularidades por la entrega ilegal de permisos para la extracción de madera en concesiones de castaña.
Un día antes había recibido un informe del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) que mostraba evidencia sobre una nueva modalidad para extraer madera de forma ilegal en los Bosques de Producción Permanente (BPP) de Madre de Dios.
“Las siete concesiones tienen la misma modalidad. Son bosques autorizados para aprovechar castaña, pero se están utilizando para extraer madera en una cantidad mayor a lo permitido en estas concesiones”, dijo Garay.
Tras la intervención, la fiscal presentó una medida cautelar ante el Poder Judicial para que se paralice la extracción, aprovechamiento y transporte de los productos forestales que provienen de las siete concesiones investigadas. En total son “21 personas denunciadas por estos casos entre regentes y funcionarios de la Dirección Forestal y de Fauna Silvestre de Tahuamanu”, precisó Garay.
Los regentes forestales serán denunciados por incluir información falsa en los permisos de extracción de madera que, según el Código Penal, es un delito ambiental sancionado con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años. Mientras que los funcionarios serán acusados por entregar permisos que no cumplen con las normas establecidas para este tipo de concesiones. Por ahora, los titulares de las concesiones serán citados para un interrogatorio, pero la fiscal Garay no descarta que se les denuncie como cómplices del fraude.
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Evidencias de la ilegalidad
Mongabay Latam tuvo acceso al informe del Serfor y en este se precisa que se trataría de “un modus operandi para obtener la autorización de altos volúmenes de madera a fin de amparar productos de origen ilegal contraviniendo la legislación forestal”.
El caso salió a la luz luego de que Serfor recibiera una denuncia por la deforestación de bosques de producción permanente en las localidades de San Lorenzo y Alerta, en la provincia de Tahuamanu. Los lugares están ubicados entre los kilómetros 119 y 125 de la carretera Interoceánica, a 15 kilómetros aproximadamente de la vía.
Lo que llamó la atención de las autoridades es que hasta el 4 de setiembre de 2018 el bosque permanecía intacto. Esto lo corroboraron con las imágenes satelitales obtenidas y con una verificación en campo. Pero a partir del 29 del mismo mes, aparecieron vías principales y secundarias de extracción forestal, con una extensión aproximada de 30 kilómetros y que se interconectaban con la carretera Interoceánica, además de patios de acopio. Un cambio abrupto en el paisaje en menos de un mes.
Un sobrevuelo de la Fuerza Aérea del Perú, como parte de la Operación Harpía IV, en la que Mongabay Latam participó, confirmó el daño que se estaba produciendo.
Se observaron trochas, vehículos transitando por ellas, espacios del bosque talados, campamentos y puntos de acopio de madera con maquinaria pesada. Antes de esta acción solo se contaba con data de las imágenes satelitales, pero no se tenían detalles de lo que estaba sucediendo en el campo.
Más de 20 áreas fueron registradas en fotos y videos, imágenes georreferenciadas que fueron importantes para definir los puntos exactos donde se está extrayendo madera, donde se ubican las vías y donde se observan los tractores. Este registro logrado con cámaras ADS80 y Flir instaladas en los aviones sirvió para sustentar el alto impacto que está causando la extracción de madera en estos bosques.
Esta operación, sumada a la investigación realizada por el Serfor, permitió establecer que aquellos indicios de tala ilegal estaban revestidos de legalidad. Son varios los elementos que se han ido descubriendo en el camino y que ahora han sido incluidos dentro del expediente judicial como evidencia del delito.
Un contrato de concesión para castaña que luego contó con un permiso para extraer madera es una de las pruebas. Pero también están las imágenes de la FAP que confirman cómo se ha utilizado maquinaria pesada en un espacio que debería tener bajo impacto y del que no deberían extraerse grandes cantidades de madera. A ello se debe agregar que en los planes de manejo se ha permitido la extracción de shihuahuaco en cantidades excesivas, según Mirbel Epiquién, exdirector de Gestión Sostenible del Patrimonio Forestal y de Fauna Silvestre de Serfor.
Mongabay Latam ha advertido en un reportaje anterior sobre la participación de regentes forestales en la elaboración de planes de manejo con información falsa, práctica que se sospecha que se utilizó también en estas siete concesiones.
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Permisos llenos de trucos
Uno de los casos investigados permite entender cómo este grupo de concesiones, con la ayuda de malos funcionarios, le habrían sacado la vuelta a la ley. Se trata de una concesión de castaña ubicada en la localidad de San Lorenzo y que cuenta, además, con un permiso para extracción de madera.
Cuando las autoridades del Serfor revisaron las coordenadas del área deforestada confirmaron que esta concesión había sido retirada en el 2011 —por el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor)— tras incumplir con el plan de manejo forestal presentado. En el proceso judicial se demostró que se aprovechó madera fuera de los límites de la concesión y se promovió la extracción de especies maderables a través de terceros.
A pesar de este antecedente, en enero de 2018, la Dirección Regional Forestal y de Fauna Silvestre de Madre de Dios entregó una nueva autorización a Esteban Ovidio Hercilio, pero esta vez bajo la modalidad de concesión para el aprovechamiento de castaña. Esa ha sido la fachada que ha permitido la extracción de grandes cantidades de madera, explica Reden Suarez, especialista forestal que elaboró el informe de Serfor.
Mongabay Latam llamó a Ovidio en varias oportunidades para conocer su versión sobre el tema, pero no obtuvo respuesta.
La ley ordena que cada concesión entregada por las autoridades forestales regionales sea reportada al Serfor y a Osinfor en los 15 días siguientes a su emisión. Pero esto no se cumplió.
Tampoco se informó de la aprobación del Plan de Manejo Forestal Intermedio —autorización para la extracción de madera en una concesión de castaña— que la Dirección Forestal y de Fauna Silvestre de Tahuamanu aprobó el 26 de setiembre del 2018, tres días antes de que las imágenes satelitales mostraran las huellas de la deforestación.
“A la fecha no se nos ha remitido la resolución de la concesión ni tampoco el Plan de Manejo Forestal Intermedio”, dice en un comunicado enviado por Osinfor a Mongabay Latam.
Julia Urrunaga, directora de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA), cuestiona que luego de tantos meses, la autoridad forestal regional no haya enviado los expedientes. “Esto facilita la ilegalidad, ¿por qué no comunicar? Creo que para poder actuar con impunidad”, dijo Urrunaga.
La directora de EIA cree que se está utilizando un mecanismo ilegal similar al empleado en el lavado de madera. “Se hace a través de inventarios falsos, de inventarios inflados o simplemente con papeles de ciertas concesiones maderables, ¿por qué no se haría lo mismo con las de castaña?”, señaló.
A pesar de la evidencia recabada por la Fiscalía, el director Forestal y de Fauna Silvestre de Tahuamanu, Ernesto Vargas Guevara, lo negó todo en una conversación telefónica con Mongabay Latam.
“No hay ninguna ilegalidad. Para dar una resolución de extracción de madera, hacemos una evaluación del recurso, un informe y una evaluación de cada expediente. Si los documentos no están en regla, no se entrega la autorización. No damos ninguna resolución por la ventana”, señaló.
Pero cuando le preguntamos por qué la información no fue enviada dentro de los plazos estipulados por la ley, Vargas Guevara respondió: “Nosotros trabajamos en coordinación con Osinfor y todos los documentos los enviamos. Sería cuestión de revisar el expediente”.
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Mapas que desorientan
La delimitación de la Parcela de Corta —área de donde se extraerá la madera— de la concesión de San Lorenzo es irregular. El mapa que delimita las 240 hectáreas de donde se extraerá la madera tiene 592 vértices, prácticamente va rodeando cada árbol. Por tanto, en la práctica, la parcela abarca 1700 hectáreas, aproximadamente. Por tanto, la intervención del bosque no puede ser sostenible, explica Suárez.
Lo mismo sucede en las otras seis concesiones de castaña de las que se ha incautado la documentación, tres de ellos aprobados por Vargas Guevara. En todas, la delimitación de la parcela para extraer madera es irregular con polígonos que tienen entre 83 vértices hasta 375, verdaderos laberintos como se puede observar en la imagen que presentamos en esta nota.
Consultado sobre todos los permisos con las mismas irregularidades, el Serfor respondió mediante una comunicación escrita que “debido a la naturaleza de la actividad maderable, es muy probable que existan más casos, por tal razón, se ha instado a las autoridades competentes tomar acciones inmediatas en similares modalidades de aprovechamiento autorizados”. Aseguraron, además, que como autoridad nacional forestal harán el seguimiento de las investigaciones iniciadas.
Esta modalidad de elaborar parcelas irregulares aparece ya en el documento Aprovechamiento Forestal Maderable en Concesiones de Castaña, publicado en mayo del 2018 por Osinfor, en el que se menciona del hallazgo de varios planes supervisados cuya parcela de corta abarcaba toda la concesión, “lo cual pudo haber generado sobreexplotación sistemática del recurso maderable en una misma área”.
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Bosques de shihuahuacos que desaparecen
El interés por la extracción de shihuahuaco es uno de los hallazgos que más ha sorprendido a las autoridades y a los expertos. Para Dhayneé Orbegozo, especialista forestal de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA), talar 374 árboles de esta especie en una extensión de 240 hectáreas es excesivo. En total se consideran 524 árboles para ser aprovechados en esta concesión y el 71 % es shihuahuaco.
Según los lineamientos para la elaboración de planes de manejo que permitan extraer madera de concesiones de castaña, aprobados en el 2016, “la extracción que se realice debe contemplar en promedio un máximo de dos árboles por hectárea en concesiones donde el objeto principal de aprovechamiento sea la especie castaña (Bertholletia excelsa)”. En el caso de la concesión de San Lorenzo, la cantidad de extracción es de 2.1 árboles por hectárea, cifra que supera lo permitido.
Mirbel Epiquién, exfuncionario de Serfor, reclama la urgencia de que se actualice la relación de especies de flora amenazadas y se incluya al shihuahuaco. “Ahí hay algo sospechoso porque el shihuahuaco difícilmente crece en las cantidades que mencionan”, señala Epiquién sobre los volúmenes que se reporta para esta parcela y sospecha que se trate de un caso de lavado de madera. “Posiblemente los árboles se están extrayendo de otra zona, quizá hasta de un área reservada”.
Vicente Herrera, concesionario castañero en el Parque Nacional Tambopata, no duda que se está extrayendo ilegalmente madera de muchas concesiones y culpa a una modificación en la Ley Forestal. “Le garantizo que el 99.9% de lo que se incluye en ese plan de manejo es falso. Lo hacen para blanquear madera que sale de otro lado. Se inventan todo, los árboles, las coordenadas, es una situación grave”, asegura.
Está pendiente la supervisión de Osinfor para conocer realmente que hay en estas siete concesiones y si los planes de manejo se ajustan a la verdad o son solo documentos usados para el lavado de madera. También hay un proceso judicial en marcha que deberá buscar respuestas en todos los involucrados. Por ahora, las evidencias apuntan a que se estaría utilizando una modalidad de extracción ilegal de madera a través de las concesiones de castaña. Mientras esto se resuelve, los bosques se siguen destruyendo.