- El Instituto Geológico Minero y Metalúrgico, dependiente del Ministerio de Energía y Minas, entregó ocho permisos mineros que se superponen a territorio solicitado como área protegida. Otras nueve peticiones están en proceso.
- Los denuncios mineros se encuentran en territorio de la comunidad campesina Phinaya y sobre la masa glaciar del nevado Quelccaya.
El proceso para la creación del Área de Conservación Regional (ACR) Ausangate, en Cusco, se ha visto interrumpido por la presencia de nuevas concesiones mineras en su territorio. El problema además es que este obstáculo ha surgido cuando la designación de la ACR estaba a punto de ser discutida en la Presidencia del Consejo de Ministros, último paso antes de la declaratoria oficial del área protegida.
Hoy el territorio reservado con fines de conservación por el Gobierno Regional del Cusco está en conflicto con ocho concesiones mineras y nueve pedidos más pendientes para los mismos fines, que se superponen con el área protegida y que han sido otorgados por el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet), que depende del Ministerio de Energía y Minas.
La historia en 1 minuto. Video: Mongabay Latam.
Los 17 denuncios mineros ocupan en total de 13 400 hectáreas, de las cuales 6295 se encuentran superpuestas con el territorio solicitado para el ACR Ausangate. Además, dos de ellas están ubicadas sobre el nevado Quelccaya, el glaciar tropical más extenso del mundo, precisa Ronald Catpo, director de Áreas para Conservación de la institución Conservación Amazónica (ACCA).
“Nos ha causado extrañeza que se presenten estas concesiones cuando estábamos ad portas de obtener la conformación de la ACR. Teníamos la propuesta en marcha y eso lo conocía el Ministerio de Energía y Minas”, dice María Ysabel Cazorla, gerente de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente del Cusco.
Concesiones sobre el Quelccaya
No es la primera vez que las concesiones mineras generan conflicto en Cusco. En marzo del 2018, el cerro Vinicunca, conocido como la Montaña de Siete Colores, un atractivo turístico muy visitado por peruanos y extranjeros, fue entregado en concesión a la empresa minera Minquest Perú S.A.C., subsidiaria de la canadiense Camino Minerals. El denuncio minero abarcaba 400 hectáreas entre los municipios Cusipata y Pitumarca, y en la mitad se ubicaba el colorido cerro.
Meses después, la empresa renunció a sus derechos sobre la concesión y el gobierno peruano se vio en la obligación de anular el permiso minero, tras un fuerte rechazo de la opinión pública frente a la entrega de la famosa montaña.
Ahora, el Gobierno Regional del Cusco ha notificado al Ministerio de Energía y Minas (Minem) su disconformidad por esta nueva decisión de conceder permisos mineros en un lugar destinado a la conservación. “Estamos esperando una respuesta de Energíñia y Minas. También nos hemos reunido con la ministra del Ambiente —Lucía Ruiz Ostoic— a quien manifestamos nuestra preocupación”, señala Cazorla.
El peor de los escenarios —dice Cazorla— sería que se consoliden las concesiones en esta área en la que hay nevados y glaciares. Por eso espera que el proceso se revierta y que el ACR Ausangate, finalmente, se concrete después de más de 10 años de espera.
De los 17 pedidos mineros que se han presentado, ocho han sido titulados entre noviembre de 2018 y mayo de este año. El resto aún figura como solicitudes para concesión.
Ronald Catpo, de Conservación Amazónica (ACCA), explica que el área sobre la que se superponen estas concesiones corresponde al territorio de la comunidad campesina Phinaya y parte de la masa glaciar del nevado Quelccaya. “Una actividad extractiva aceleraría la desglaciación en el Quelccaya. También ocasionaría la contaminación de los bofedales y humedales de esta zona, ricos en pastos para las vicuñas y las alpacas”.
Catpo recuerda que en el Quelccaya habita la diuca aliblanca (Diuca speculifera), un ave que hace sus nidos en plena masa glaciar. Además, menciona que en esta zona también se encuentra al gato andino (Leopardus jacobita), el felino más amenazado del continente.
La propuesta de la creación del ACR Ausangate lleva más de diez años de espera. En el 2008, el Gobierno Regional del Cusco eligió este sector para convertirlo en una zona de protección, pero hasta ahora no se ha concretado.
La propuesta inicial ha sido modificada en varias oportunidades. Inicialmente eran 130 000 hectáreas que estarían destinadas a la conservación. Pero en el 2017, la ONG Conservación Amazónica encontró 50 concesiones mineras tituladas en el territorio propuesto para el ACR Ausangate.
Tras el proceso de consulta previa, algunas comunidades decidieron no apoyar la propuesta de la nueva ACR y el territorio aprobado se redujo a 81 000 hectáreas que incluía a las comunidades de Sallani y Phinaya, esta última a solicitud de los propios comuneros. Y es justamente en el territorio de esta última comunidad donde ahora aparecen las nuevas concesiones.
En un documento escrito enviado a Mongabay Latam, la Dirección de Concesiones Mineras de Ingemmet indicó que el “otorgamiento de concesiones mineras en el Perú no constituye ningún tipo de impedimento para la creación del ACR ni de ningún otro tipo de Área Natural Protegida”.
Ingemmet también precisó que las concesiones mineras se otorgan con “limitaciones y condicionamientos legales, que exigen la elaboración de proyectos mineros y la aprobación de su viabilidad ambiental”.
Cazorla señala que la entrega de estas concesiones originó que el expediente sea observado cuando ya estaban cerca de que se obtenga la declaración. “Ingemmet no nos informó que tenían estas solicitudes. Eso significó un retroceso cuando a estas alturas ya deberíamos contar con la aprobación de área reservada”.
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¿Exploración de litio?
Las ocho concesiones que han obtenido la aprobación del Ingemmet —dependiente del Ministerio de Energía y Minas— están a nombre de la empresa Lithium Energy Perú S.A., cuyo representante legal es Luis Eduardo Guerra Arriarán.
De las otras nueve solicitudes, cinco aparecen también bajo el nombre de Lithium Energy Perú S.A. y las otras son de la Compañía Minera Bossi SAC., cuyo representante legal es Segundo Clemente Chávez Díaz.
Mongabay Latam buscó la versión de Guerra Arriarán, quien de manera cortante y categórica dijo no saber nada sobre la superposición de sus concesiones con el territorio solicitado para el ACR Ausangate. “No hay ningún informe que diga que estamos sobre una reserva nacional o estratégica o lo que sea. Todas las concesiones están en regla y cumpliendo la ley”.
Guerra Arriarán adelantó que en tres meses iniciará la etapa de exploración. “Puede haber oro, plata, litio, zinc, no sé qué hay, lo tendré claro cuando comiencen los programas de perforación y exploración, de aquí a unos tres meses”.
Mongabay Latam también llamó en reiteradas oportunidades a Chávez Díaz para consultarle sobre las seis concesiones de la minera Bossi, pero no logró ubicarlo.
Catpo señala que lo que se busca explotar es litio, un material que hasta hace pocos años se utilizaba a pequeña escala en industrias del vidrio, el acero, la óptica o la aeronáutica. Pero que recientemente se ha convertido en un mineral indispensable para las baterías que se usan en telefonía celular y otros aparatos electrónicos.
En Puno, la minera canadiense Plateau Energy Metals tiene concesiones de litio en la zona del Quelccaya que corresponde al sector de Puno. En esa región, la compañía minera ha ubicado las más grandes reservas de litio en Perú.
En una búsqueda en el portal Geocatmin de Ingemmet, la empresa Lithium Energy Perú S.A. presenta 18 peticiones de concesiones mineras en el sector del nevado Quelccaya en el límite entre Cusco y Puno. Entre ellas aparecen las 13 que se superponen con el territorio solicitado para la ACR Ausangate, ocho de ellas ya aprobadas como indicamos antes.
Cazorla dice que más allá de que en la zona exista litio o cualquier otro mineral, el problema es la alteración que produciría en el nevado cualquier actividad minera que realice pues afectaría directamente a los glaciares. “Esto altera el objetivo principal del ACR que es proteger estas montañas, las fuentes de agua, bofedales y especies emblemáticas”.
En el Gobierno Regional —dice Cazorla— aún están a la espera de una respuesta por parte del Ministerio de Energía y Minas.
Imagen principal: Conservación Amazónica (ACCA)
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