- El 18 % de las basura generada por la flota pesquera frente a Perú también llega a esta área marina protegida, la más grande de América Latina.
- Los plásticos tardan tan solo dos años en llegar al área protegida y se degradan, hasta convertirse en micro plásticos, mucho más rápido de lo que se pensaba.
La historia en 1 minuto. Video: Mongabay Latam.
Una investigación científica publicada recientemente en la revista Scientific Reports, demuestra que la basura plástica que abunda en Rapa Nui, la isla ubicada en la zona marina protegida más grande América Latina, proviene principalmente del territorio continental chileno y del área pesquera situada frente a la costa peruana.
“Más del 50 % de la basura que está en el agua, frente a la costa de Chile, va a llegar a la isla”, dice Boris Dewitte, oceanógrafo del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Aridas (CEAZA) y coautor del estudio. Por otra parte, la investigación demuestra que el 18 % de la basura plástica que se origina en la región pesquera frente a Perú llega a Rapa Nui, mientras que el 12 % de una segunda zona de pesca, ubicada al noroeste de la Isla, tiene como destino este remoto territorio insular.
Martín Thiel, biólogo marino coautor de la investigación, asegura que “este estudio es uno de los más importantes que hemos hecho sobre basura marina en los últimos años, porque demuestra claramente la conexión que tenemos nosotros, aquí en el continente, con nuestras islas oceánicas”.
Los resultados de esta investigación — financiada por el Núcleo Milenio Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (ESMOI) cuyos científicos también son coautores del estudio —son clave en la conservación efectiva de un área protegida que alberga uno de los ecosistemas marinos más prístinos del mundo y que es hábitat de una enorme diversidad de especies. Entre ellas se encuentra la ballena azul (Balaenoptera musculus), la ballena minke (Balaenoptera bonaerensis) o la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) además de tiburones, aves y tortuga en peligro de extinción.
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Simular el océano en una computadora
Rapa Nui, también conocida como Isla de Pascua, está ubicada en el Océano Pacífico a 3700 kilómetros del continente y, a pesar de su aislamiento, sus playas están invadidas por plásticos que son arrastrados hasta ahí por las corrientes marinas.
La Isla de Pascua se encuentra dentro del Giro del Pacífico Sur, una gran corriente circular en la que se acumulan grandes cantidades de basura, y que se origina cuando la Corriente de Humboldt, que va de sur a norte, dobla hacia el oeste a la altura del Ecuador.
Durante muchos años, Martín Thiel y un grupo de científicos examinaron la basura marina en Rapa Nui y encontraron que la gran mayoría de los residuos que son reconocibles provienen de la pesca industrial, como restos de cajas, de redes, cordeles y boyas. El resto de los fragmentos de plástico llegan hasta las costas de la isla degradados a tal punto que no es posible saber lo que alguna vez fueron. Se conocen como microplásticos, partículas pequeñísimas casi imperceptibles a la vista.
Sin embargo, de vez en cuando, los científicos y los habitantes de la isla se topan con objetos tan inesperados como los tacones de los zapatos de una mujer. ¿Cómo es que los tacones logran sobrevivir ese largo viaje desde el continente hasta el centro del Giro del Pacífico Sur?, se preguntó Thiel. Y fue entonces que nació la idea de descubrir cuál era la real duración del viaje emprendido por la basura y esto dio pie a la investigación.
Según el estudio, “se ha sugerido que estos ‘parches de basura’ [presentes en el Giro del Pacífico Sur] son la principal fuente de contaminación. Sin embargo, esta aproximación no considera rutas potencialmente importantes de basura marina que operan en escalas temporales más cortas”. Por ejemplo, dice el documento, “la basura plástica depositada por los barcos de pesca industrial puede varar en las costas de la isla antes de haber llegado al centro de la zona de acumulación de giro. El enfoque de este artículo está en esas vías ‘rápidas’ de basura plástica”.
Para calcular las trayectorias de los plásticos, se utilizaron dos modelos oceánicos simulados en computadoras con distintas características de resolución y condiciones de viento.
Al mismo tiempo, sabiendo que parte importante de la basura proviene de la pesca, se usaron los datos de la plataforma Global Fishing Watch “para ubicar las regiones donde donde más se pesca y durante más tiempo”, explica Dewitte. Dos zonas fueron identificadas: una primera frente a Perú y una segunda a la que han llamado Central Pacific.
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Chile y Perú: el origen de los plásticos
El estudio demuestra que la mayor cantidad de partículas de plástico provienen de la zona ubicada entre las regiones de Antofagasta, al norte de Chile, y Concepción, al sur del país. La basura que se libera en ese tramo de costa, que coincide con la más densamente poblada de Chile, tiene mayor probabilidad de llegar a la isla. De hecho, entre el 50 % y el 80 % de esas partículas, dependiendo del modelo de simulación utilizado, llegarán a Rapa Nui, asegura Dewitte.
El modelo de simulación computacional funciona estimando dónde se encontraban la partículas de plástico hace un año, hace dos años, hace tres y así sucesivamente hasta llegar a ocho años.
En la figura 1, explica Thiel, es posible ver que el color rojo —que muestra dónde estaban las partículas hace un año atrás— está alrededor de la Isla de Pascua, pero incluso toca la costa chilena así como la zona de pesca frente a Perú y la zona Central Pacific. “No hay ninguna trayectoria roja al otro lado del Pacífico. Entonces no es posible que esa basura haya estado en esa zona hace un año”, dice Thiel.
Si se observa el color naranja, que indica el posicionamiento de las partículas hace dos años, es posible ver que muchas de ellas tocan la costa de América del Sur, pero tampoco llegan al otro lado del Pacífico. Lo mismo ocurre si se extiende a tres años (naranjo claro).
En conclusión, explica el experto, “algunos plásticos podrían haber venido desde otro océano, pero es una proporción mínima. Casi la totalidad proviene de América del Sur donde Chile tiene mucho protagonismo”.
El estudio también identifica las trayectorias de los plásticos desde cada una de las zonas críticas identificadas, es decir, desde la costa de Chile y las dos áreas de pesca.
Los resultados muestran que desde la zona Central Pacific, la mayoría de los plásticos llegan después de cinco o seis años.
Para la zona de pesca frente a la costa del Perú, en cambio, la basura comienza a llegar a Rapa Nui desde el primer año aunque la mayor parte llega durante el segundo año.
Por último, la mayoría de los plásticos que provienen de la costa de Chile llegan a la isla en dos a tres años.
En definitiva, “nuestra basura, la que botamos en la costa o que llega al mar a través de los ríos, alcanza muy rápidamente este gran Giro del Pacífico Sur y son arrastradas y empujadas hacia la zona de la Isla de Pascua”, dice Thiel.
De hecho, llega mucho más rápido de lo que los científicos habían imaginado —“en un período de tiempo de 1.8 a 2.8 años”, precisa el documento— lo que sugiere, al mismo tiempo, que “el proceso de fragmentación de la basura [hasta convertirse en micro plástico] ocurre más rápido de lo que habíamos pensado”, agrega el Thiel.
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Conservación del área marina protegida
El Parque Marino Motu Motiro Hiv y el Área Marina Costera Protegida De Múltiples Usos Rapa Nui, ubicados en los alrededores de la Isla de Pascua, conforman una enorme extensión de mar protegido de 720 000 kilómetros cuadrados.
Allí, viven 27 especies incluidas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), 10 de ellas en peligro o situación crítica. Estas son: atún de aleta azul (Thunnus thynnus), tiburón martillo (Sphyrnidae), albatros de ceja negra (Thalassarche melanophris), fardela de Fénix (Pterodroma alba), fardela de Henderson (Pterodroma atrata), golondrina de mar polinésico (Nesofregetta fuliginosa), tortuga laúd (Dermochelys coriacea), tortuga verde (Chelonia mydas), tortuga cabezona (Caretta caretta) y ballena azul (Balaenoptera musculus).
También habitan esas aguas el cachalote (Physeter macrocephalus), la falsa orca (Pseudorca crassidens), la ballena piloto (Globicephala sp.), el delfín nariz de botella (Tursiops truncatus) y el delfín común (Delphinus sp.).
Este estudio entrega importante información que los científicos esperan que sea considerada para poder proteger, efectivamente, esta área marina. Thiel añade que si bien “los planes de manejo se concentran en las áreas protegidas, lo que este ejercicio nos muestra es que si realmente queremos hacer conservación tenemos que trabajar también fuera de esa área”.
Para lograrlo, el científico asegura que es necesario “prohibir todos los productos plásticos de un solo uso”, es decir, botellas, cubiertos, bombillas, platos, envolturas de alimentos, envases de poliestireno, cotonetes para lo oídos, sorbetes, vasos, y una larga lista de otros utensilios. “Tenemos que tomar medidas en nuestras casas y en todo lo que hacemos aquí en el continente. Esa es la lección fundamental”.
*Imagen principal: Fondo marina en el área marina protegida de Rapa Nui. Foto: Gobernación Isla de Pascua.
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