- Danilo Villafañe, un respetado líder indígena Arhuaco conocido por su dedicación a proteger el ‘Corazón del Mundo’ en la Sierra Nevada de Colombia, falleció el día de Navidad a los 49 años. Estaba intentando rescatar a dos jóvenes de ahogarse.
- Villafañe, que ocupaba el cargo de gobernador entre los Arhuacos, se destacó por sus esfuerzos decididos para proteger la Sierra Nevada de Santa Marta de la deforestación y la colonización. Era un defensor activo de los derechos y la cultura indígenas.
- Su activismo a menudo lo ponía en oposición a enemigos formidables, incluyendo paramilitares, guerrilleros, narcotraficantes y especuladores de tierras. Su dedicación seguía los pasos de su padre, Adalberto Villafañe, quien fue asesinado en 1996 mientras trabajaba para recuperar territorios indígenas de las plantaciones de coca.
- La noticia de la muerte de Villafañe ha provocado un luto generalizado.
En las sombras esmeraldas de la Sierra Nevada de Santa Marta, un profundo pesar resuena a través de las montañas. Danilo Villafañe, un líder indígena Arhuaco de convicción inquebrantable, falleció el día de Navidad a la edad de 49 años, en un acto de heroísmo altruista. Villafañe se ahogó al intentar rescatar a dos jóvenes del lugar donde las aguas del río Palomino se encuentran con el mar Caribe. Erika Izquierdo Chaparro, de 15 años, también murió en el incidente.
Villafañe, encarnando el espíritu Arhuaco, ostentaba el venerado cargo de gobernador entre su pueblo. Se destacó como un vigilante protector de la Sierra Nevada, conocida por sus habitantes como el ‘Corazón del Mundo’. Sus incansables esfuerzos para proteger esta tierra sagrada de la deforestación y la colonización reflejaron los empeños de su difunto padre, Adalberto, asesinado en 1996 mientras trabajaba en la reclamación de territorios indígenas de manos de los barones de la coca.
Una voz por los derechos indígenas, el legado de Villafañe trasciende fronteras, evidenciado por su participación en encuentros internacionales, incluyendo la cumbre climática de este mes en Dubái. Su activismo a veces lo enfrentó a adversarios formidables, incluyendo paramilitares y narcotraficantes. Sin embargo, su resolución nunca vaciló, subrayando una profunda conexión con su tierra y su pueblo.
La noticia de la muerte de Villafañe ha desencadenado una ola de luto, alcanzando los más altos escalones de la política colombiana. El presidente Gustavo Petro, junto a los expresidentes Álvaro Uribe e Iván Duque, extendieron sinceras condolencias, reflejando su influencia a través de las divisiones políticas.
La vida personal de Villafañe fue tan enriquecedora como su figura pública, dejando tras de sí a una esposa y dos hijas jóvenes. Su liderazgo en la integración de su comunidad en la gestión del Parque Tayrona, una joya de la costa caribeña colombiana, marcó solo uno de los muchos logros en su trayectoria.
Los Arhuaco, descendientes de la civilización Tayrona, son custodios de una antigua sabiduría que venera la Sierra Nevada como un epicentro espiritual. Sus Mamos y Mamas, mediante rituales y meditaciones, se esfuerzan en mantener el equilibrio del planeta, contrarrestando así las fuerzas disruptivas de la explotación moderna. La Sierra, una maravilla ecológica única, se erige como un testimonio de su persistente cuidado.
En el fallecimiento de Villafañe, se nos recuerda no solo la fragilidad de la vida, sino también el faro de esperanza perdurable que representa. Su obra de vida, profundamente entrelazada con el destino de la Sierra Nevada, continúa inspirando un llamado global para la preservación ambiental y cultural. En el corazón de la Sierra, perdura el espíritu de Danilo Villafañe, un guardián cuyo legado seguirá guiando a los futuros custodios de nuestra Tierra compartida.