- Aurelio Araujo Hernández, coordinador del Cabildo Mayor Awá de Ricaurte (Camawari), fue asesinado en el departamento de Nariño, pese a contar con esquema de seguridad.
- Integrantes del círculo cercano del dirigente indígena sostienen que grupos armados se han infiltrado en las comunidades indígenas buscando incidir políticamente en las agrupaciones.
- También destacan el trabajo organizacional de Araujo, que permitió a las comunidades defender su territorio y mejorar sus condiciones de vida.
- El pueblo Awá ha sido objeto de violencia sistemática en Colombia al punto de ser considerado en riesgo de exterminio por la Corte Constitucional: en lo que va de 2025, cuatro de sus líderes han sido asesinados.
Aurelio Araujo Hernández era líder indígena y coordinador del Cabildo Mayor Awá de Ricaurte (Camawari), un municipio del departamento de Nariño, cercano a la costa del Pacífico en Colombia y a la frontera con Ecuador. El dirigente también practicaba la crianza comercial de peces en su finca, ubicada en esta localidad rural. Allí, el pasado 3 de junio fue interceptado por hombres armados, quienes le cerraron el paso y lo asesinaron junto a sus escoltas. Luego, los incineraron en su vehículo.
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Araujo venía de un triunfo electoral complejo, donde pese a las dificultades legales del proceso, las autoridades lo reconocieron en marzo último como representante legal de la agrupación indígena. Había comenzado su tercer mandato, hasta febrero de 2027.
Una de las personas de su equipo, de quien se omite su nombre por razones de seguridad, cuenta que Araujo había recibido amenazas anónimas desde hacía meses, por lo que contaba con dos escoltas, Jesús Alveiro Chaves Quejuan y Yackson Orlando Solarte Chunata.
“Hace dos meses le quemaron la casa que tenía en una finca que había comprado. Había llevado árboles de naranja, mandarina y aguacate”, cuenta el delegado sobre el día del asesinato y quien acudió al lugar del multihomicidio.
“Se fue diciendo que iba a echar agua a las plantas, a dejar cuidando los peces y volvía. Cuando llegó la noticia de que lo mataron”, dice el colaborador a Mongabay Latam.
Aunque los motivos del asesinato no han sido aclarados por las autoridades, el conflicto armado en la región es parte del contexto que tiene en riesgo a los líderes indígenas en el territorio Awá. Este es el marco de la situación, de acuerdo a las indagaciones de Mongabay Latam.
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Conflicto armado y político contra el pueblo Awá
El integrante de la directiva de Camawari señala que la violencia política marcó el proceso para la elección de los liderazgos, pues sostiene que pese a que Araujo ganó un tercer mandato como representante, hubo adversarios representando intereses de grupos armados para controlar el territorio Awá.
“Hubo controversias y nosotros apoyamos a Aurelio [Araujo]. En la primera [elección] fue tranquilo, ganamos, lo elegimos y nada pasó. En la segunda tuvo problemas y en la tercera le quitaron la vida”, señala..
El delegado indígena señala que el sector que habría operado políticamente contra Araujo son Los Comuneros del Sur, grupo disidente del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que actualmente participa en los procesos de diálogo con el Gobierno Nacional como parte de la política de “paz total” en Colombia.
La autoridad indígena dice haberle ganado terreno al grupo armado en procesos de organización y territoriales. Sin embargo, reconoce la presencia del grupo armado en comunidades o resguardos más alejados.
“Nosotros hemos puesto un control, les hemos hablado de frente. Les hemos dicho que aquí no hablan los fusiles y les hemos ganado en el tema organizativo, político”, sostiene el dirigente que también cuenta con esquema de seguridad tras recibir amenazas de muerte en 2020 por denunciar un multihomicidio.

Un ex abogado de Araujo y del pueblo Awá, quien reserva su nombre por motivos de seguridad, señala que los grupos armados de la zona operan ya dentro de algunas comunidades indígenas, donde tratan de incidir políticamente.
“Lastimosamente el conflicto interno que hay se convierte en un conflicto interétnico”, sostiene. Y agrega que algunas comunidades indígenas “hacen acercamientos con grupos armados para sacar ventaja o ganancia en lo electoral, en los distintos escenarios políticos que tiene el municipio”.
La violencia sistemática contra el pueblo Awá ha llegado a tal punto que la propia Corte Constitucional de Colombia ha reconocido que esto los ha puesto en “claro riesgo de exterminio por el conflicto armado”. Incluso, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha otorgado medidas cautelares para el pueblo Awá en los departamentos de Nariño y Putumayo, tras haber sido “blanco de numerosos atentados, asesinatos y amenazas en el contexto del conflicto armado”.
En lo que va de este año, han asesinado a cuatro líderes Awá, tres en el departamento de Nariño y uno en Putumayo, de acuerdo con la representación del Alto Comisionado de Naciones Unidas en Colombia, quien llamó al Estado a adoptar las medidas eficaces para proteger la vida e integridad del pueblo Awá, tras el asesinato de Araujo.
Los datos también coinciden con un reciente monitoreo realizado por la organización Somos Defensores de Colombia, que ha documentado 43 asesinatos de personas defensoras de derechos humanos en el país durante el primer trimestre de 2025, así como 128 agresiones. Del total de violencias registradas entre enero y marzo, más del 40 % se han cometido contra liderazgos indígenas.
“En este momento hay una vulneración total. Hay amenazas a las distintas autoridades de Camawari, a los líderes que dirigen todos los procesos en pro de la comunidad”, dice el abogado, a poco más de una semana del asesinato de Araujo.
Mongabay Latam buscó a la Defensoría del Pueblo de Colombia y a la Fiscalía para conocer posibles líneas de investigación o acompañamiento a las comunidades indígenas tras el multihomicidio. Sin embargo, hasta el cierre de esta nota no hubo respuesta.

El trabajo político y social de Aurelio Araujo
Colaboradores de Araujo en Camawari destacan la labor que realizaba Araujo para mejorar las condiciones de vida en los 10 resguardos indígenas que agrupan a más de 14 000 personas en el municipio de Ricaurte.
“Su trabajo siempre fue el apoyo a la comunidad, a todo el pueblo indígena del municipio de Ricaurte, con ayudas, dotaciones para centros educativos, mejoramiento de viviendas y ampliación de vías”, cuenta quien colaboró con Araujo desde su primer mandato.
En tanto, el excompañero de Araujo destaca su gestión para recuperar saberes tradicionales, como la medicina tradicional, mediante acceso a educación y cultura, así como en procesos de organización comunitaria.
“Él lideraba en reclamar los derechos del territorio, el respeto a la vida, la educación propia, la parte cultural, la salud. Trabajamos y caminamos juntos dos temporadas que fue coordinador general”, cuenta el dirigente.

El asesinato de Araujo conmocionó a las comunidades de Camawari, quienes analizan tomar acciones si no se realiza una investigación que dé con los responsables.
“Nos vamos a sentar a conversar y a llamar a las guardias autónomas, a los gobernadores, a ver qué noticias tenemos. Estamos cansados de ese conflicto armado”, sostiene el dirigente que tenía casi 30 años de conocer a Araujo.
El coordinador de Organización y Justicia Awá advierte también que está en riesgo la biodiversidad de los territorios, como el caso de la Reserva Natural La Planada, que alberga 3200 hectáreas con ecosistema de bosque de niebla y es custodiada por el resguardo Awá Pialapí Pueblo Viejo.
“Con este conflicto está en riesgo todo. El territorio, las comunidades indígenas, el agua, todo está en un riesgo enorme”, lamenta.
Imagen principal: Araujo contaba con escoltas tras haber recibido amenazas, sin embargo eso no impidió su asesinato. Foto: cortesía Camawari