Esta especie de lagarto potencialmente nueva fue descubierta durante el último día de una inspección al bosque nublado de los Andes peruanos. Foto: Luis Mamani.
Un grupo de científicos peruanos y mexicanos dicen que han descubierto al menos seis nuevas especies cerca del sitio arqueológico más famoso de América del Sur: Machu Picchu. Estos descubrimientos incluyen un nuevo mamífero, un nuevo lagarto, y cuatro nuevas ranas. Mientras los científicos están trabajando describiendo las especies formalmente, han publicado fotos y algunos detalles prometedores acerca de los nuevos descubrimientos.
El nuevo mamífero –que aún no tiene nombre– es un roedor acuático de extraño aspecto del género Chibchanomys que consta hasta ahora de sólo dos especies. Este nuevo mamífero no tiene pabellones auditivos, y lleva cabello entre los dedos de las patas traseras, así como a los lados de las patas, lo cual le ayuda a maniobrar a través de las corrientes de agua.
“Estos roedores acuáticos están entre los más raros y pequeños conocidos en América”, escribieron los científicos en un comunicado de prensa.
Los descubrimientos son el resultado de una inspección de 2012 al Parque Nacional de Machu Picchu y al Santuario Histórico de Machu Picchu, específicamente a los bosques nublados cercanos a Wiñayhuayna, otro sitio arqueológico en el Camino Inca que conduce a Machu Picchu. Aunque generalmente reciben menos atención que los bosques húmedos de terrazas bajas, los bosques nublados a menudo son sumamente ricos en especies que no se encuentran en ningún otro lugar, y muchas especies nuevas provienen de estos hábitats.
Este nuevo mamífero acuático ha evolucionado para arreglárselas en los arroyos del bosque nublado. Foto por: Alexander Pari.
El equipo, el cual fue liderado por Horacio Zeballos, el curador del Departamento de Mastozoología del Museo de Arequipa, y Gerardo Ceballos, del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México, también descubrió lo que creen que son cuatro nuevas ranas. Éstas incluyen una del género Telmatobius, que pasa su vida en pequeñas piscinas construidas por los incas. Otras dos especies, una del género Bryophryne y otra del género Oreobates, viven en la hojarasca y nacen como ranas pequeñas, saltándose la etapa de renacuajo. La cuarta y última nueva rana es una especie arborícola del género Gastrotheca. Éstas se llaman “ranas marsupiales”, porque tienen una bolsa en la que llevan a sus crías.
Durante el último día de la inspección, el equipo también descubrió un lagarto que creen que es una nueva especie del género Proctoporus.
“Encontrar una nueva Chibchanomys y otras especies… me hace muy feliz”, dijo Horacio Zeballos, “pero [también tenemos] una enorme responsabilidad para tratar de conservarlas. Nuestro papel debe ir más allá de la descripción científica de las especies. Debemos hacer el máximo esfuerzo para protegerlas”.
Rana potencialmente nueva del género Telmatobius. Esta especie es casi completamente acuática. Foto: Luis Mamani.
Sin embargo, aun estas nuevas especies no pueden ser el final de sus hallazgos.
“Creemos que hay una nueva especie de carnívoro y varios otros mamíferos pequeños y medianos. Continuaremos nuestro trabajo a principios de 2015”, digo Gerardo Ceballos a mongabay.com.
Por supuesto, ninguna de estas nuevas especies propuestas puede ser confirmada hasta que sean publicadas en una revista científica, y otros investigadores hagan su descarte.
Pero un descubrimiento puede aventajar a todos los demás por su rareza. El equipo confirmó la existencia de un mamífero que hasta ahora sólo se conocía a partir de huesos de 400 años de antigüedad: la chinchilla arbórea de Machu Picchu (Cuscomys oblativa).
Hasta hace poco, la identidad completa de la especie estaba relacionada con un par de cráneos encontrados en cerámica inca en 1912, y se creyó extinta. Pero en 2009, un guardaparque, Roberto Quispe, fotografió un mamífero desconocido que muchos sospecharon que era esta especie, aparentemente resucitada. Ceballos, Zeballos y su equipo, fueron capaces de encontrar un espécimen vivo, confirmando que la especie no se había extinguido.
“El descubrimiento de muchas especies de mamíferos, reptiles y anfibios en los pasados tres años ubica a nuestro equipo de trabajo entre los líderes mundiales de este tópico”, dijo Gerardo Ceballos. “Tales descubrimientos también sugieren que estamos realmente en una edad de oro de los descubrimientos de biodiversidad. Y son un recordatorio de que la destrucción de los ambientes naturales probablemente está causando la extinción de decenas de miles de especies que aún no han sido descritas científicamente”.
Especie potencialmente nueva del género Oreobates. Esta especie no tiene estado larval. Foto por: Luis Mamani.
Esta especie potencialmente nueva de rana marsupial, del género Gastrotheca, tiene una bolsa dorsal donde se desarrollan las crías recién nacidas. Foto por: Luis Mamani.
Rana potencialmente nueva del género Bryophryne. Esta especie no tiene etapa larval. Foto por: Luis Mamani.