- Un nuevo estudio calculó la cantidad de pescado que se pierde en EE.UU. en cada etapa de la cadena de suministro de alimentos, desde los barcos pesqueros hasta la mesa, entre los años 2009 y 2013.
- Del suministro total anual del país de 4,7 mil millones de libras de pescado, el estudio descubrió que aproximadamente 2,3 mil millones de libras (alrededor de un 44 por ciento) se desperdiciaba cada año.
- Con esa cantidad de pescado y marisco se cubrirían las necesidades proteicas anuales de unos 10 millones de hombres y 12 millones de mujeres, según el informe y serviría para cubrir las necesidades calóricas de 1,5 millones de adultos.
Muchas poblaciones de peces sufren una amenaza significativa, siendo uno de los principales factores la sobrepesca. En EE.UU., el segundo país importador de marisco más importante del mundo, el gobierno ha aconsejado a los consumidores doblar la cantidad de ingesta de pescado por motivos de salud. El nuevo estudio muestra que el país desperdicia casi tanto marisco y pescado como consume, alrededor de un 44 por ciento del suministro de este alimento se malgasta antes ser consumido.
David Love de la Universidad de Johns Hopkins de Baltimore y líder del estudio dijo en un comunicado de prensa que «Si se nos dice aumentemos el consumo de pescado de forma significativa, pero el suministro se encuentra gravemente amenazado, es fundamental y urgente reducir el desperdicio de este alimento».
Basándose en investigaciones previas e informes del gobierno, Love y tres compañeros calcularon la cantidad de marisco y pescado que se pierde en EE.UU. en cada etapa de la cadena de suministro, desde los barcos pesqueros hasta la mesa, entre los años 2009 y 2013. El estudio se difundió online a principios de mes en el periódico Global Environmental Change.
Los investigadores comenzaron estimando el suministro total anual de pescado y marisco del país en 4,7 mil millones de libras, que incluye los productos nacionales e importados menos los productos exportados. Del total, descubrieron que aproximadamente 2,3 mil millones de libras (un 44 por ciento) se desperdiciaba cada año.
Con esa cantidad de pescado y marisco se cubrirían las necesidades proteicas anuales de unos 10 millones de hombres y 12 millones de mujeres, según el informe, o se cubrirían las necesidades calóricas de 1,5 millones de adultos. Representado de otra manera, la comida desperdiciada podría llenar el 36 por ciento del intervalo entre el consumo actual de marisco y los niveles recomendados por el Departamento de Agricultura de EE.UU.
Según el estudio, la parte principal de los deshechos (de 51 a 63 por ciento), se registra a nivel del consumidor. Hay gente que tira un sándwich de atún sin terminar o un filete que lleva tiempo en la nevera.
La captura accesoria (captura accidental de especies que no son objetivos), representó de un 16 a un 32 por ciento de los desperdicios, mientras que las actividades de distribución y venta minorista representaron de un 13 a un 16 por ciento, algunas como el caso de las cabezas de pescado, espinas y tripas, se reutilizan como comida para animales y fertilizantes.
Los autores dicen que «Aunque se podría evitar una parte significativa de las pérdidas o recuperarse para consumo humano, no intentamos sugerir que todo podría o debería convertirse en comida apta para humanos». «Normalmente, la captura accidental es mejor dejarla en el agua, ya que los deshechos de marisco y pescado no son aceptados culturalmente, comercializables, nutritivos ni seguros, y parte también son inevitables».
Sin embargo, el estudio enfatiza el daño económico, ecológico y sanitario que conlleva el desperdicio de este producto del mar. «Las pérdidas exigen costes financieros al alza y la baja en la cadena de suministro, y causan daños innecesarios a las industrias pesqueras y otras partes de nuestro ecosistema necesarias para conseguir seguridad alimentaria y nuestra supervivencia a largo plazo», escriben los autores y añaden que «si siguen las amenazas a nuestros recursos marinos como si fuesen ilimitados resultará insostenible y perjudicial para el medioamente y para la salud pública».
Los autores aconsejaron una serie de medidas que los gobernantes, las compañías y los consumidores pueden llevar a cabo para reducir el desperdicio de pescado y marisco. Entre estas se incluyen los programas de fortalecimiento de captura accidental, la comercialización del producto en cajas más pequeñas, promover el consumo de partes poco comunes, como sopas hechas con cabezas, y animar a los consumidores a comprar marisco congelado
Citas
- Dave C. Love, D.C., Fry, J.P., Milli, M.C., Neff, R.A. (2015). Wasted seafood in the United States: Quantifying loss from production to consumption and moving toward solutions. Global Environmental Change 35: 116–124.