- ¿Con qué objetivo invadieron el territorio indígena?
- ¿Cuál es el pedido que hacen los asháninkas a las autoriades?
El pasado 21 de abril los comités de autodefensa asháninka ingresaron a la comunidad nativa de Meantari —distrito de San Martín de Pangoa, región Junín— para desalojar una invasión de colonos que inició el 5 de abril. Fueron entre 50 personas armadas que ingresaron de manera intempestiva a su territorio, indicó en un comunicado la Central Asháninka del Río Ene (CARE), organización que reúne a las diversas comunidades de la selva central del pueblo asháninka.
“Esta no es la primera vez que lo hacen. Ya en febrero habían invadido la misma zona, pese a que CARE estaba en gestiones con el Gobierno Regional de Junín para su reconocimiento como comunidad nativa. Esa primera vez ingresaron con 60 invasores armados. Lo que ellos quieren es estar en la zona para talar madera local de manera ilegal. A raíz de esa primera invasión los diversos comités de autodefensa se han reunido para defender nuestro territorio. Por eso los comités han hecho huir a los invasores por segunda vez, pese a que las únicas armas que tenían los asháninkas eran palos y flechas y ellos continuaban con armas de fuego”, dice Irupé Cañari, abogada de CARE, a Mongabay Latam.
Los colonos que invadieron Meantari se reúnen en un colectivo llamado Asociación señor de Productores Agroforestales y Ganadero los Reubicados Nuevo Luren – Somaveni (Río Ene), de acuerdo a información proporcionada por CARE.
Cañari señala que al llegar los comités de autodefensa conformados por 100 asháninkas a la comunidad de Meantari solo encontraron los restos del campamento. “Al parecer habían recibido la noticia de la intervención de los comités días antes. En la primera invasión también logramos desalojarlos, pero como la población no volvió a asentarse por temor a represalias, los invasores aprovecharon esa oportunidad para regresar el 5 de abril”, agrega.
Los asháninkas de los comités de autodefensa, sin embargo, sí encontraron en los alrededores de Meantari a cuatro de los colonos armados, a quienes detuvieron, pidieron sus identificaciones y quitaron sus armamentos. Luego los dejaron ir para que volvieran con su grupo, pero antes les hicieron recordar que dicho territorio era de la comunidad nativa. Los cuatro colonos son Cayetano Romero Félix; Ramos Quispe Fredy; Espinoza Morales Rolando; Elvis Coronado Rivas.
Son reconocidos como comunidad nativa
En febrero de este año el Gobierno Regional de Junín reconoció a Meantari como comunidad nativa. La entrega del título de propiedad del territorio indígena está en proceso. El reconocimiento como comunidad ya les da derecho para estar con libertad en su tierra, señala en un comunicado el Gobierno Regional de Junín.
“Con este reconocimiento legal la comunidad originaria de Meantari podrá reasentarse en el territorio que le corresponde y su población podrá desarrollarse con obras”, afirmó el gerente del Gobierno Regional de Junín, Javier Yauri Salomé, durante la ceremonia oficial del reconocimiento el 21 de febrero.
Son 160 personas, reunidas en 21 familias, las que forman parte de la comunidad de Meantari y las que tuvieron que dejar su hogar por la invasión desde febrero hasta la actualidad. “Cuando llegaron nos asustamos, nos hicieron revivir esos momentos cuando venían tropas de los terroristas (Sendero Luminoso) y narcotraficantes. Solo atinamos a retirarnos para que no nos hagan daño”, señaló en febrero a Mongabay Latam Ruth Buendía, presidenta de CARE y ganadora del premio ambiental Goldman en 2014 por haber reunido a las diferentes comunidades asháninkas de la selva central para enfrentar el impacto ambiental de proyectos de represas.
Con la primera invasión de colonos en febrero la población tuvo que migrar a otra comunidad asháninka llamada San Ene. Ahí conviven con la otra comunidad hasta ahora.
Denuncian desinterés de la Policía Nacional del Perú
Tras la invasión del 5 de abril, CARE se acercó a la comisaría del distrito de San Martín de Pangoa para solicitar el apoyo de la policía para desalojar a los invasores. “La Central Asháninka del Río Ene presentó un pedido de auxilio a la Comisaría de la Policía Nacional de Pangoa, solicitando el apoyo para la realización de la Defensa Posesoria Extrajudicial y prevenir y evitar cualquier peligro. La PNP de Pangoa respondió negativamente al pedido de CARE, indicando que por la existencia de una denuncia en sede fiscal entre las mismas partes y por los mismos hechos, no les correspondería brindar el apoyo solicitado”, señala CARE en un comunicado.
De acuerdo a la abogada Irupé Cañari, un caso no tiene que ver con el otro. “Esta vulneración al territorio de Meantari es un hecho nuevo. La denuncia a la que se refieren los policías es de índole penal. Lo que solicitamos como apoyo para el desalojo es de índole civil, es decir, no existe impedimento para que la policía de Pangoa realice la defensa posesoria extrajudicial. Ignoramos las razones exactas de por qué no nos ayudan si es su deber”, enfatiza.
Mongabay Latam se comunicó con el Ministerio del Interior para saber por qué la comisaría de Pangoa no asistió a los comités de autodefensa para recuperar el territorio indígena. Dicha institución indicó que respondería vía telefónica o por correo electrónico. Hasta el cierre de este reportaje no hubo respuesta.
Foto de portada: Central Asháninka del Río Ene (CARE)