- Los científicos proponen que un aumento en la biodiversidad forestal también aumenta la productividad (crecimiento), y por tanto la captura y almacenamiento de carbono. Sin embargo un nuevo estudio a gran escala no ha encontrado ningún vínculo uniforme en los bosques tropicales que se investigaron, a saber la Amazonía, el Congo y Borneo.
- La investigación de más de 100 científicos combina datos de 360 terrenos de una hectárea cada uno en las selvas de la Amazonía, el Congo y Borneo, lo que resultó en uno de los conjuntos de datos más amplios hasta ahora para examinar la relación entre la diversidad de árboles tropicales y el almacenamiento de carbono.
- Los bosques tropicales difieren enormemente de un continente a otro, según hallaron los investigadores: los bosques en Borneo eran un punto clave para la biodiversidad, el carbono y las amenazas, lo que da una razón convincente para que su conservación sea una prioridad. Los terrenos africanos solían tener mayor almacenamiento de carbono y menor diversidad, y los terrenos sudamericanos tenían menos almacenamiento de carbono.
- Los investigadores instan a los conservacionistas a que no generalicen los atributos forestales al establecer estrategias de conservación, sino a que midan la diversidad, productividad y capacidades de almacenamiento de carbono de cada bosque para tomar decisiones acertadas acerca de la conservación. Este enfoque puede ampliar el éxito del REDD+ y otros programas.
Los bosques tropicales acogen más del 50 % de la biodiversidad terrestre, y también juegan un papel global importante en la captura y el almacenamiento de carbono. Por tanto, la conservación forestal puede ayudar en abordar dos de los desafíos más urgentes a los que se enfrenta el planeta hoy en día: detener la pérdida de la biodiversidad y atenuar los efectos del cambio climático.
Bajo el programa REDD+ de la ONU más de 60 países están desarrollando proyectos destinados a reducir las emisiones de carbono provenientes de la deforestación y la degradación de los bosques a cambio de ventajas económicas. Sin embargo un nuevo estudio advierte que las estratégicas de conservación que se centran en proteger únicamente los bosques con más concentración de carbono “inevitablemente pasarán por alto muchos de las ecosistemas de alta diversidad” que contribuyen de manera menos importante a controlar los gases de efecto invernadero.
El estudio, que se publicó en la revista Scientific Reports, contó con más de 100 científicos que trabajaron en tres redes internacionales de terrenos forestales. Cada red usaba métodos estandarizados para que los hallazgos pudieran estar correlacionados entres las regiones.
Las redes generan estudios intensivos de la diversidad y el crecimiento de árboles a largo plazo, lo que permite a los investigadores combinar datos de 360 terrenos de una hectárea a través de los bosques de la Amazonía, el Congo y Borneo. El resultado es una compilación de uno de los conjuntos de datos más grandes de nuestros días para examinar la relación entre la diversidad de los árboles y el almacenamiento de carbono en los trópicos.
Lo que sí se sabe es que en general hay una relación positiva entre un aumento en la diversidad vegetal y una mayor productividad (un indicador del crecimiento vegetal). Y dado que los árboles capturan carbono cuando crecen, una mayor productividad debe resultar en más almacenamiento del carbono.
Sin embargo los científicos saben también que eso no siempre es así. La diversidad puede alcanzar un punto de saturación, así que añadir más especies no implica un efecto en el crecimiento (y por tanto el almacenamiento de carbono). Los científicos destacan también que no hay una explicación de cómo el vínculo entre la diversidad y el crecimiento se desarrolla en los bosques tropicales donde los niveles de diversidad son sumamente altos.
Determinar que hay una relación positiva entre la diversidad forestal, el crecimiento y el almacenamiento del carbono en el trópico puede, por tanto, llevar a una situación en la que todos ganan, tanto la conservación como la reducción cambio climático.
Esta pregunta es lo que le interesó al equipo investigador, encabezado por Martin Sullivan de la Universidad de Leeds en el Reino Unido. Cuando los científicos analizaron los datos encontraron que no había un vínculo (ni dentro de los diferentes continentes ni a escala mundial) entre la diversidad de un terreno forestal y la cantidad del carbono que almacenaba, lo cual es sorprendente. En lugar de eso, la diversidad y el almacenamiento del carbono varían de forma independiente.
Se hallaron algunas tendencias dentro de los continentes: los terrenos africanos solían captar más carbono y tenían menos diversidad, los terrenos sudamericanos tenían menos reservas de carbono, pero tanto el carbono como la diversidad varían sumamente a través del continente, mientras que los terrenos del Sudeste Asiático solían captar mucho carbono y tenían una alta diversidad.
Los bosques también difirieron en cuanto a las variaciones de la diversidad en cada terreno: las diferencias más pequeñas se dieron en el sureste Asiático, probablemente debido al predomino de las especies dispersadas por el viento, algo que ayudaría a las especies arbóreas a extenderse por el paisaje, explicó Sullivan. La evolución y la ecología de las especies arbóreas del sureste Asiático pueden explicar por qué estos bosques emergieron como los que tienen más concentración del carbono. Sullivan piensa que el predominio de especies de árboles dipterocarpea —conocidas por contar con el árbol tropical más alto del mundo es en parte responsable. “Experimentaron una gran radiación en Asia”, dijo Sullivan. “Tienen un crecimiento inusual, son muy altos y muy rectos, y crecen muy rápidamente”.
La falta de un vínculo claro entre el carbono y la diversidad contrasta con los hallazgos de otros estudios recientes, pero el equipo investigador destaca que esto se puede explicar por las diferencias en la metodología y los datos: sostiene que otros estudios han usado conjuntos de datos más pequeños que no tenían en cuenta la variación medioambiental con la misma precisión que el nuevo estudio. El equipo de Sullivan sí encontró una relación positiva entre los terrenos a una escala más pequeña, de acuerdo con las otras investigaciones, lo que insinúa que la relación entre la diversidad y el almacenamiento de carbono puede depender de la escala.
Kyle Cavanaugh (de la UCLA) dirigió uno de los estudios previos que informó de la relación positiva entre la diversidad y el carbono, y él está de acuerdo en que puede haber numerosas explicaciones para las diferencias en las conclusiones. “Es difícil controlar todas las variables climáticas y medioambientales que influyen tanto en la diversidad como el almacenamiento del carbono, y los estudios de observación lo abordan de distintas maneras”, según explicó. “Varios estudios también han abarcado las diferentes gradientes del clima, de la elevación y de otros factores medioambientales”.
¿Qué significa esto para las estrategias de conservación a gran escala? “La conservación forestal para la mitigación del cambio climático es importante, y el reconocimiento del Acuerdo de París brinda grandes oportunidades para la conservación forestal”, declaró Sullivan. Sin embargo, no se debería suponer automáticamente la existencia de un vínculo entre el carbono y la biodiversidad en un bosque específico, cada uno debe evaluarse por separado.
“Hay que considerar la protección de la biodiversidad junto con la mitigación del cambio climático, en lugar de dar por hecho que ambas se benefician automáticamente”, según dijo.
La biodiversidad también podría tener otros papeles en el mantenimiento de las reservas de carbono en los bosques, algo que no abordó este estudio, añadió Cavanaugh. “Aún no queda claro qué impacto tiene la biodiversidad en la estabilidad y la resiliencia del almacenamiento de carbono en los bosques tropicales. La variabilidad en las repuestas de las especies a las alteraciones como la sequía puede ampliar la capacidad de los bosques diversos a resistir y/o recuperarse de tales alteraciones. Esto tiene un impacto importante en la estabilidad del almacenamiento de carbono de los bosques tropicales”.
Para explorar estas cuestiones más detalladamente “hacen falta datos de seguimiento de los bosques tropicales a largo plazo”, instó Cavanaugh. Sullivan explicó que la disponibilidad de datos es uno de los retos más grandes a los que los conservacionistas hacen frente al intentar determinar la relación entre el carbono y la biodiversidad, sobre todo cuando intentan tener en cuenta la diversidad de otros grupos como los pájaros y mamíferos, además de los árboles.
Redes internacionales, como las que han contribuido al último estudio, son fundamentales para la investigación a esta escala, declaró Sullivan. “Establecer y seguir la actividad de los terrenos requiere un trabajo intensivo, así que no será posible para un solo grupo de investigación emprender a largo plazo una supervisión continental y pantropical ambiciosa”.
Los resultados del equipo muestran que “los bosques tropicales difieren enormemente de un continente a otro, y creo que es importante conservar esta diversidad de bosques a través del mundo en vez de centrar nuestros esfuerzos en un continente solo”, expresó Sullivan. Añadió que las pautas identificados por el equipo pueden orientar las prioridades de los conservacionistas.
“Los programas de REDD+ podrían ser muy importantes para promover la conservación forestal en África central, porque hay una gran necesidad y posibilidad de proteger los extensos bosques de la cuenca del Congo que tienen una alta concentración de carbono”, según dijo Sullivan. El equipo también identificó los bosques borneos como “un punto clave para la biodiversidad, el carbono y las amenazas, lo que da una razón convincente para que su conservación sea una prioridad”.
Citas:
Sullivan, M. J. P. et al. Diversity and carbon storage across the tropical forest biome. Sci. Rep. 7, 39102; doi: 10.1038/srep39102 (2017)