- Investigadores en Australia examinaron los tractos digestivos de 246 tortugas marinas muertas recolectadas a lo largo de la costa del estado de Queensland y contaron hasta 329 piezas de plástico.
- Se encontró que las tortugas más jóvenes consumían cantidades considerablemente más altas de piezas de plástico que las tortugas adultas, según el estudio.
En un video que se volvió viral en el 2015, los investigadores pasaron casi 10 minutos sacando una pajita de plástico de 10 centímetros de la fosa nasal de una tortuga olivácea macho (Lepidochelys olivacea) frente a la costa de Costa Rica. Durante toda la duración de la extracción, la tortuga se retorció de dolor.
Las pajitas de plástico son solo una entre los billones de piezas de basura de plástico que han terminado en el océano, y muchas se han hundido hasta las profundidades más profundas y oscuras. Investigaciones anteriores han encontrado que alrededor de la mitad de las tortugas marinas del mundo pueden haber ingerido algún tipo de plástico. Las piezas flotantes de plástico y globos pueden parecerse a medusas o calamares, alimentos que las tortugas comen en el mar. Sin embargo, no todas las tortugas que comen plástico mueren debido a este. Algunas mueren después de enredarse en redes de pesca, mientras que otras son golpeadas por hélices de barcos.
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¿Todos los grupos de edad de tortugas consumen plástico? ¿Y cuánto plástico es letal para una tortuga marina? Un nuevo estudio tiene algunas respuestas.
Investigadores en Australia examinaron los tractos digestivos de 246 tortugas marinas muertas recolectadas a lo largo de la costa del estado de Queensland, y encontraron que 58 individuos tenían plástico en sus intestinos, con un número de piezas que van desde una hasta 329.
Las tortugas más jóvenes, tanto poseclosión (o una tortuga bebé que comenzó a alimentarse en el océano) como las juveniles, consumieron cantidades considerablemente más altas de plástico que las tortugas adultas, informan los investigadores en el estudio publicado en Scientific Reports.
Esto podría deberse a que las tortugas jóvenes son menos selectivas con su comida y comen lo que encuentran, dijo Britta Denise Hardesty, principal investigadora científica de la unidad de atmósfera y océanos de la Organización de Investigación Industrial y Científica del Commonwealth, Australia. Las tortugas jóvenes también tienden a alimentarse en la superficie del océano, donde es más probable que haya trozos flotantes de plástico. Además, las tortugas jóvenes se desplazan con las corrientes oceánicas, al igual que los desechos plásticos tienden a hacerlo, y ambas podrían terminar agrupándose en los mismos lugares.
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“Sabemos que estas tortugas más jóvenes y más pequeñas no solo comen más plástico, sino que también tienden a comer más tipos de plástico, incluidos globos y otros tipos de plástico flotantes”, dijo Hardesty a Mongabay en un correo electrónico. “Puede ser que simplemente sean menos selectivas y encuentren concentraciones más altas de escombros flotantes que luego ingieren”.
La probabilidad de que el plástico pueda ser una amenaza clave en esta etapa temprana de la vida de las tortugas es preocupante, Brendan Godley, profesor de ciencias de la conservación en la Universidad de Exeter, U.K., que no participó en el estudio, dijo a Mongabay.
“Esto es especialmente preocupante, ya que es probable que las piezas de plástico y las tortugas bebés se agrupen en áreas similares”, dijo. “Se piensa que la mayoría de las tortugas marinas pasan al menos los primeros años a la deriva en mar abierto”.
Además de los datos de las 246 autopsias que se realizaron a tortugas, el equipo también observó 706 registros de autopsias de tortugas marinas en una base de datos de varamientos mantenida por el gobierno para determinar la probabilidad de muerte debido a la ingestión de plástico.
El equipo usó tortugas que murieron por una causa conocida, como aquellas que se ahogaron en los equipos de pesca o murieron después de ser golpeadas por un barco, como su grupo de control; las posibilidades de que estos animales hubieran muerto por el plástico eran cero. Los investigadores compararon este grupo de control con las tortugas que murieron por causas poco claras (sus intestinos tenían plástico en el momento de la autopsia, pero sus muertes podrían haber sido por otras posibles causas como infecciones o golpes de hélice) y las que murieron debido a perforaciones o bloqueo de sus intestinos ocasionado por el plástico. Luego compararon los datos de las tortugas para ver si existía una relación entre la probabilidad de muerte debido a la ingestión de plástico y la concentración de plástico en los intestinos de las tortugas.
Como resultado, hay una relación. Cuanto mayor sea el número de piezas de plástico que una tortuga tiene dentro de sus intestinos, mayor será la posibilidad de que el plástico la mate. Para una tortuga de tamaño promedio, ingerir más de 14 piezas de plástico se traduce en un 50 % de probabilidad de muerte.
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“Creo que es bastante confuso saber que tienes un 50 % de probabilidades de morir si eres una tortuga que ha comido 14 piezas de plástico, incluso si son piezas muy pequeñas”, dijo Hardesty. “Incluso una pieza de plástico significa que tienes más del 20 % de posibilidades de morir por comerlo”.
Los artículos de plástico duro y afilado son más propensos a provocar una perforación intestinal, dijo Hardesty, mientras que los plásticos delgados como películas tienen más probabilidades de bloquear el intestino, no permitiendo que otros alimentos pasen.
Lo próximo que planea el equipo de Hardesty planea ver cómo el tamaño o el tipo de plástico afecta a las tortugas. “Este es un próximo paso obvio y algo de gran interés”, dijo.
Godley dijo que el estudio fue “un gran primer paso hacia la medición de lo que sabemos que es una amenaza amplia y perniciosa para los vertebrados marinos como las tortugas y las aves marinas”.
“Creo que los investigadores australianos han creado un marco generalizado que se puede probar en todo el mundo”, dijo. “Sin embargo, me preocuparía mucho si las personas comienzan a usar sus hallazgos preliminares como factores de riesgo globales. Hay muchos otros factores que aún deben considerarse, como la susceptibilidad de diferentes especies o etapas de la vida y la distribución relativa del plástico y el tipo, tamaño y forma de las piezas. “Es probable que estos tres últimos factores tengan un impacto profundo en la probabilidad de ingestión y posible daño asociado”.
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Referencias:
Wilcox, C., Puckridge, M., Schuyler, Q. A., Townsend, K. and Hardesty, B. D. (2018) A quantitative analysis linking sea turtle mortality and plastic debris ingestion. Scientific Reports, 8 (12536). DOI: 10.1038/s41598-018-30038-z
Esta historia fue publicada por primera vez en la web en inglés el 14 de septiembre de 2018.