- Seis de los 10 países más letales para los defensores ambientales en 2018 fueron latinoamericanos. Este año el panorama no parece mejorar. Colombia no solo es el más peligroso de la región sino el segundo más peligroso del mundo y Guatemala quintuplicó su cifra entre 2017 y 2018.
- Mongabay Latam presenta cuatro historias en Colombia, México, Honduras y Venezuela. Líderes que asumieron la lucha de defensores asesinados y hoy están amenazados, mecanismos de protección que no sirven y denuncias que siguen sin resolverse son temas constantes en estos reportajes.
La mitad de las muertes de defensores ambientales en el mundo durante 2018 ocurrieron en Latinoamérica. Según cifras de la organización internacional Global Witness, el año pasado 164 personas perdieron la vida defendiendo su territorio y el medio ambiente, 83 de ellas murieron en la región y seis de los países donde más asesinatos ocurrieron son latinoamericanos.
Colombia fue el país más letal del continente para los defensores ambientales con 24 asesinatos y el segundo más peligroso del mundo, solo superado por Filipinas (30). En el listado también aparecen Brasil (20), Guatemala (16), México (14), Honduras (4) y Venezuela (3).
El informe de Global Witness afirma que “en 2018 fueron asesinados un promedio de más de tres activistas por semana, al defender sus tierras de la invasión de industrias como la minería, la explotación forestal y la agroindustria. Es probable que la cifra real sea mucho mayor, porque a menudo los casos no se registran y rara vez se investigan. Es difícil encontrar pruebas confiables y verificables”.
En el especial Defensores ambientales: rendirse no es una opción Mongabay Latam presenta cuatro historias en cuatro de los 10 países más peligrosos para los defensores de la naturaleza: Colombia, México, Honduras y Venezuela. En los tres primeros existen mecanismos de protección a líderes ambientales pero las fallas por falta de presupuesto y dedicación de personal han hecho que las medidas no sean efectivas. Prueba de ello es que los asesinatos han continuado y dichos países siguen siendo de los más peligrosos para quienes defienden el medio ambiente.