En agosto pasado, la comunidad nativa Sawawo Hito 40 denunció que en su territorio, trabajadores de empresas madereras abrían un camino con el que se busca ampliar una carretera ilegal que conecte a Perú con Brasil.Esta ruta, que desde el gobierno y el congreso peruano se ha tratado de impulsar como parte del proyecto “Interoceánica centro”, no solo abre el camino a la deforestación, también al narcotráfico que tiene cada vez más presencia en la región y amenaza el territorio de las comunidades nativas. El rugido de una máquina, seguido de una nube de polvo, del movimiento de la tierra y del ruido seco que anuncia la caída de grandes árboles puso en alerta a los pobladores asháninkas de la comunidad nativa de Sawawo Hito 40. En pleno bosque de la región amazónica de Ucayali, en Perú, los pobladores se toparon con tractores escarbando el suelo, derribando árboles, pasando por encima de sus riachuelos. Una maquinaria pesada para abrir paso a la construcción de una polémica carretera con la que se quiere conectar Perú con Brasil, a pesar del rechazo de las comunidades. Los dirigentes indígenas indican que los trabajadores de las empresas Forestal Mendoza y Negociaciones Forestales Ostua son quienes, a partir de agosto de este año, abrieron parte del nuevo camino en el territorio de la comunidad Sawawo Hito 40, en el distrito de Yurúa. “La carretera, a donde sea que ingresa, está trayendo problemas. Hay narcotráfico, invasiones. Por eso Sawawo se niega, no quiere que pase por su territorio”, dice el apu Alfonso Rengifo, de la Asociación de Comunidades Nativas para el Desarrollo Integral de Yurúa Yono Sharakoiai. Deforestación causada por madereros en territorio de la comunidad de Sawawo. Foto: Cortesía Upper Amazon Conservancy. La vía que ha ido extendiéndose de manera ilegal, a partir de tumbar inmensas extensiones de bosque primario, no es una amenaza nueva. Las imágenes satelitales registran su aparición en 1998. En ese momento se trataba de un camino (trocha) muy rudimentario, abierto con fines comerciales, por la empresa maderera Forestal Venao, que estuvo en operación hasta el 2007. Después de ese tiempo, el camino cayó en desuso. El 2021, sin embargo, resucitó la idea de ampliarlo. Fuentes diversas entrevistadas para este reportaje coinciden en que las empresas madereras son las que impulsan la construcción de esta carretera. Su objetivo es que logre conectar el centro poblado Bolognesi con Puerto Breu, en la frontera de Perú con Brasil. La presión por abrir la ruta llegó hasta el Congreso peruano, pues un proyecto de Ley busca incluir la vía en lo que denominaron la “Interoceánica centro”, una carretera de interconexión entre Lima–Junín–Ucayali, que incluye la ruta de la carretera Bolognesi – Nueva Italia – Puerto Breu; y declararla así de interés nacional. La carretera parte de Bolognesi, centro poblado en el distrito de Yurúa, provincia de Atalaya, y se ha extendido hasta la comunidad de Sawawo, cerca de la frontera con Brasil. En total, son 210 kilómetros de un camino que se está abriendo al margen de la ley y de toda planificación.