- Hay decenas de especies diferentes del manglar y todas tienen en común la tolerancia al agua salada. Crecen en marismas en zonas tropicales o subtropicales en varias partes del mundo.
- Los bosques de manglar protegen las costas contra tormentas y proporcionan un hábitat importante para una variedad diversa de especies marinas.
Durante este último siglo, se ha perdido más de la mitad de los bosques manglares del mundo. Sin embargo, conservacionistas y gobiernos cada vez los reconocen más como importantes sumideros de carbono, un hábitat de especies comerciales de pesca y barreras protectoras contra tormentas.
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1. La mitad perdidos, la mitad vivos
Según Seacology, ONG conservacionista radicada en San-Francisco, antes los manglares cubrían gran parte del litoral tropical del mundo, pero durante los últimos 50 años la mitad de los bosques de manglar se ha perdido. Un 42 % de las 13,7 mil millones de hectáreas de los manglares restantes se encuentra en Asia –un 20 % de la cobertura de manglares del mundo crece solo en Indonesia. Además, este estado archipelágico alberga aproximadamente un 55 de las especies de mangle del mundo, que son entre 60 y 100 (eso depende de quién lo cuenta).
- Antiguo manglar que se ha convertido en una granja camaronera en Sulawesi, Indonesia. (Foto: Rhett A. Butler).
2. Árboles fuertes
Los árboles y arbustos de los manglares se encuentran en marismas en zonas tropicales o subtropicales y dos veces al día se ven inundadas por agua marina. Las plantas de los manglares consiguen sobrevivir a aguas unas 100 veces más saladas que las que pueden soportar la mayoría de plantas de agua dulce. Más aún, proveen un hábitat para una variedad de especies –de cangrejos a pájaros– y un vivero para muchas especies de pescado, incluso pulpos. Los alevines de diversas especies de pez de arrecife pasan varios meses en madera agujereada por gusanos marinosoctopuses.
Las especies de mangle derivan de más de 20 familias de plantas. Su único denominador común es el ambiente salado, limoso y empapado en que viven. La especie ha elaborado una variedad de métodos para sobrevivir. Algunas han desarrollado un sistema de filtros interno para evitar que la sal del agua marina entre en su sistema radicular. Otras excretan la sal que se filtra en sus células por medio de glándulas de sal en sus hojas. Además, los manglares tienen raíces aéreas –algunas crecen hacia el cielo– que ayudan a la planta a absorber oxígeno.
- Peces nadan entre las raíces de mangle. (Foto: Seacology)
3. Protector de las costas
Los manglares ofrecen protección contra marejadas ciclónicas. Por ejemplo, según observaciones en la revista científica Science, los pueblos escondidos detrás de los manglares en la costa sureste de India salieron indemnes del devastardor tsunami de 2004, mientras otras fueron devastadas por completo.
- Manglares y pradera marina en Belice. (Foto: Rhett A. Butler).
4. Sumideros de carbono
Las condiciones duras y anegadas en las que crecen los manglares aceleran el crecimiento de los árboles y desaceleran la descomposición del material orgánico del suelo. Por lo tanto, los bosques de manglar son excelentes sumideros de carbono. En 2015, una investigación realizada por el Centro para la Investigación Forestal Internacional, con sede en Indonesia, indicó que los bosques de manglar indo-pacíficos absorbían un 6 % más de carbono que los de otras áreas boscosas de la región.
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5. Un pilar de la “Santísima Trinidad”
El señor Ian Hardy es investigador a la Universidad de Portsmouth, Inglaterra, y escribió su tesis doctoral sobre el hábitat manglar de Wakatobi, en Indonesia del este. Explicó que al “estabilizar el sedimento fino” que se desliza por el suelo, las raíces de los mangles sirven de filtro, evitando que el hábitat de pasto marino y delicados corales costeros trópicos se ahoguen. De hecho, los tres hábitats –manglares, arrecifes de coral y praderas marinas– forman lo que Hendry y otros investigadores suelen llamar la “santísima trinidad” de los ambientes marinos tropicales
6. Pierde espacio ante la comida
Según un estudio reciente sobre las causas de la deforestación de los manglares, entre los años 2000 y 2012 el sureste Asiático perdió unas 100 000 hectáreas de manglares. Un tercio de dicha deforestación tuvo lugar para abrir paso a la acuicultura, aunque en ciertas zonas la agricultura tuvo un papel más importante. En Indonesia, la cría de camarones es la causa del 44 % de la deforestación de los manglares del país. Sin embargo, lo que queda aún constituye una quinta parte del área global cubierta por manglares. La deforestación en la planicie aluvial de Myanmar dejó espacio a los arrozales. Los investigadores también expresaron la preocupación de que el desarrollo de plantaciones de aceite de palma pudiera afectar pronto a los manglares intactos en los litorales de la provincia indonesia de Papúa.
- Arrozales en Sulawesi, Indonesia, donde antes crecían manglares. (Foto: Rhett A. Butler).
7. Pierde espacio ante el turismo
Incluso las áreas que cuentan con hábitats costeros relativamente impolutos se encuentran amenazadas. En Cuba, unos científicos marinos están preocupados por la posibilidad de que los manglares y otros hábitats costeros se degraden por el desarrollo de puertos y centros turísticos en este país casi abierto.
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8. Un futuro incierto
El aumento de las temperaturas globales resultará en un futuro más tormentoso precipitaciones más erráticas y aumentos en el nivel del mar. Estas nuevas condiciones serán arduas, incluso para los manglares que toleran la sal –sin embargo, la gente necesita su protección más que nunca.
Por ejemplo, un aumento en el número de tormentas en América del Norte, además de en otras áreas de latitudes tropicales septentrionales, incrementará la necesidad de manglares protectores. A la vez, es probable que los manglares en lugares como el delta del rio Misisipí, que cuenta con uno de los índices de aumento del nivel del mar más altos del mundo, se extingan a causa de una exposición prolongada al agua salada. Los manglares solo sobrevivirán si se trasladan al interior.
- Ostras crecen sobre mangles en el Santuario de Mamíferos Marinos Estero Hondo en la Republica Dominica. (Foto: Tiffany Roufs).
9. Puntos positivos
Al reconocer la importancia de los manglares para la gente y el medioambiente en general, los conservacionistas se centran cada vez más en su protección y reforestación. El gobierno esrilanqués se ha comprometido a proteger todos los bosques de manglar del país.
Además, en Sri Lanka e Indonesia, por ejemplo, las ONG Seacology y Wetlands International han vinculado la repoblación de manglares y proyectos de conservación con micropréstamos. Como parte de este sistema de incentivos, los aldeanos ayudan a sembrar matorrales costeros. Si consiguen mantener vivos los terrenos durante dos años, las ONG les condonan sus préstamos. Significa no solamente menos daño potencial de tormentas costeras sino también que los aldeanos pueden acceder a dinero tanto para comprar vacas y cabras como para emprender un pequeño negocio.
- Jóvenes esrilanqueses repueblan manglares. (Foto: Seacology).
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Citas
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- Murdiyarso, D., Purbopuspito, J., Kauffman, J.B., Sasmito, S.D., Donato, D.C., Manuri, S., Krinawati, H., Sartji, T., Kurnianto, S. (2015). The potential of Indonesian mangrove forests for global climate change mitigation. Nature Climate Change 5: 1089–1092.
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- Ward, R.D., Friess, D.A., Day, R.H., MacKenzie, R.A. (2016). Impacts of climate change on mangrove ecosystems: a region by region overview. Ecosystem Health and Sustainability 2(4):e01211.
- Un bosque de manglar en Sri Lanka. Foto cortesía de Seacology.
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