- Líderes indígenas reconocen dos campamentos petroleros como orígenes de los pasivos ambientales.
- Más de 500 personas pertenecientes a comunidades nativas son hoy vulnerables a la contaminación.
- Pese a que el proceso de remediación no ha iniciado, Petroperú y la empresa GeoPark suscribieron en 2014 un acuerdo de asociación para la exploración y explotación del Lote 64.
- La Federación de la Nacionalidad Ashuar del Perú (FENAP) ha demandado al Estado peruano por haber creado el lote 64 sin haberles consultado de manera previa.
Líderes indígenas y especialistas denuncian que pasivos ambientales abandonados por la empresa canadiense Talismán en el territorio del lote 64, ubicado en el distrito de Morona, provincia del Datem del Marañón, región de Loreto, aún no han sido remediados. El abandono de estos pasivos petroleros ha causado que los químicos expuestos se expandan con las lluvias intensas que se dan periódicamente en la selva amazónica y alcancen las fuentes de agua y territorios de otras comunidades nativas en la Amazonía.
“La empresa Talismán ha trabajado entre el 2008 y el 2012 en el lote 64 con la exploración del crudo, pero en el momento de estar explorando han extraído petróleo que han dejado abandonado en dos grandes pozos. Aquí están mezclados con sustancias químicas dañinas para la salud. Por ejemplo, en la comunidad nativa de Katirna no hay plantación que crezca ni animal vivo a 100 metros alrededor”, le cuenta a Mongabay Latam, Juan Duber Jaime, asistente técnico de las organizaciones indígenas en Morona.
Se trata de los pozos petroleros de 2X y 4X que afectan a más de 300 indígenas del pueblos originario ashuar en Katirna. “Pero no solo existen esas poblaciones, también están las comunidades nativas Brasilia y Putunza que suman más de 250 personas, ellos son afectados por el campamento 2X. En el caso 4X está Katirna por supuesto. El tema es que pese a todo el caos de ahí, Petroperú, que es responsable de la remediación ya que Talismán abandonó el lugar, ha realizado un contrato de trabajo en conjunto con la petrolera Geopark para una nueva exploración y explotación petrolera”, señala a Mongabay Latam, Manolo Cunchis, coordinador territorial de la Federación de la Nacionalidad Ashuar del Perú (FENAP).
Son 3 ríos los que están afectados por los pasivos ambientales, según los entrevistados: el Wasaga, el Manchari y el Huituyacu.
Cunchis señala que teme que la historia se repita y que pase lo mismo que en el Lote 192, donde OEFA reconoció más de 90 sitios contaminados a lo largo de más de 40 años de actividad petrolera en el lote 192, concesión vecina al lote 64.
Titulación de tierras
Según Manolo Cunchis y Raquel Irigoyen, abogada del Instituto Internacional de Derecho y Sociedad, ONG que ha estudiado y seguido el caso del lote 64, la remediación está muy relacionada a un segundo problema, que es la titulación de tierras. Básicamente, si los territorios de las comunidades indígenas no son reconocidos, estas no cuentan con los instrumentos legales para exigir que se solucione el problema ambiental. “Nosotros exigimos la titulación del territorio integral de 800 000 hectáreas. Somos 44 comunidades nativas de toda la nacionalidad ashuar. Deben hacerlo porque la gente está consumiendo los peces de los ríos y quebradas que cruzan el lote 64. Así sucede con la quebrada Anat que afecta a las comunidades nativas de Brasilia y Putunza”, agrega Cunchis.
“El Estado peruano no ha querido reconocer el territorio integral del pueblo ashuar porque afirman que la ley de 1970 es para comunidades nativas , pero no para pueblos ni nacionalidades. Eso no tiene sentido, la Declaración de Naciones Unidas para los Derechos de los Pueblos Indígenas señala que no importa la denominación, pero se debe respetar la disposición del pueblo indígena, en este caso ashuar”, explica Raquel Yrigoyen, abogada del Instituto de Derecho y Sociedad que representa al pueblo ashuar de Fenap en su demanda.
El distrito de Morona donde se encuentra el lote 64, también es vulnerable al deterioro del Oleoducto Norperuano que cruza dicho terreno. “El Oleoducto también cruza nuestra tierra, aparte de los pasivos ambientales de la petrolera Talismán, también está el ducto que puede hacer brotar petróleo en cualquier momento, ya pasó en el Lote 192. Además de que en este distrito también se ha dado un derrame en febrero”.
Cunchis se refiere al derrame de más de 1000 barriles de petróleo ocurrido el 3 de febrero último, que contaminó el terreno y afectó a 22 comunidades nativas. Hasta el momento, tampoco se ha remediado dicho derrame de crudo.
No hubo consulta previa
La principal causa por la que el pueblo ashuar de Fenap ha demandado al Estado peruano es por la creación de lote 64 sin haberse dado de forma previa un proceso de consulta. “El Perú suscribió el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que garantiza el derecho a la consulta previa, el 2 de febrero de 1995; mientras que la creación de lote 64 fue en abril del mismo año. El Estado ha señalado que no había reglamento y no estaban enterados del proceso de consulta. No puedes usar esos argumentos en una demanda sobre un tratado internacional”, dice Yrigoyen.
La demanda está dirigida al Estado por su negación en el reforzamiento de la identidad indígena al rechazar la denominación de “nacionalidad del pueblo ashuar” para el reconocimiento de su territorio integral; también por la postergada titulación del territorio y la creación de los lotes petroleros en sus tierras, entre esos lotes está el 64, manifiesta la abogada de Fenap.
Yrigoyen afirma que de las 800 000 hectáreas del territorio ashuar, 60 % es acaparado por el lote 64, así como por otros dos lotes, 191 y 196.