- El mar de Chile es víctima de la sobreexplotación del 62% de sus pesquerías.
- Entre lo positivo, en mayo del 2018 se aprobó la ley que prohíbe la bolsas plásticas en todo el territorio nacional.
Chile es uno de los diez países pesqueros más importantes del mundo. Con sus 4 mil kilómetros de costa, es el décimo con mayor zona económica exclusiva. De hecho, su larga franja de tierra sólo representa el 30% de su territorio. Todo lo demás, el 70% de su soberanía, es mar. Es así como el océano es parte fundamental de la geografía, de la economía y de la cultura de este país. Extensas zonas marinas han sido protegidas convirtiendo a Chile en referente de conservación. Además, están siendo discutidas leyes y medidas que beneficien la protección del mar. A pesar de ello, el panorama del océano en Chile no siempre es alentador. El 62% de sus pesquerías están sobreexplotadas o agotadas. La contaminación por la industria minera, energética y acuícola causa grandes estragos en la biodiversidad marina y la marea de plásticos también ataca en estos rincones del mundo. Este el primer reportaje de una serie de cuatro panoramas marinos, en cuatro países de América Latina.
La historia en 1 minuto. Video: Mongabay Latam.
Pesca ilegal y sobreexplotación
Chile se posiciona en los primeros lugares de varias listas relacionadas con la industria pesquera: tiene el sexto lugar mundial en exportaciones de productos marinos. Es el segundo productor mundial de salmón, después de Noruega y el segundo productor mundial de harina y aceite de pescado, después de Perú, con el 15% de la producción total. Ello se traduce en capturas anuales de más de 3 millones de toneladas de peces. Pero unido a esta posición de liderazgo, el mar de Chile es víctima de la sobreexplotación del 62% de sus pesquerías. Según el último informe anual de la Subsecretaría de Pesca, de las 26 pesquerías analizadas, siete se encuentran en estado de sobreexplotación y nueve están agotadas o colapsadas.
Esta realidad no sólo está en las cifras. El discurso nostálgico, de quienes en su juventud disfrutaron de las bondades que arrojaba el mar, es conversación típica entre los chilenos. El recuerdo de abundantes almuerzos con pescados y mariscos que hoy casi no se ven. De caletas de pescadores rebosantes y que hoy, en comparación, parecen demasiado escuálidas. De cuando bastaba hundir los pies en la arena para sacar las machas, luego de que rompía la ola en la orilla y así llenar baldes con estos codiciados mariscos.