- Especie que dio origen a zona reservada se encuentra amenazada debido a la pérdida de su hábitat.
- Hasta ahora se han registrado 59 especies, pero se espera que el conteo de la avifauna del lugar incremente.
Los científicos Bennett Hennessy y Tjalle Boorsma de la Asociación Armonía decidieron hacer un primer censo de las aves de la Reserva Natural Loro Pinero, en Bolivia, para crear una lista e-bird, es decir, una especie de catálogo de las especies que se pueden observar en una determinada zona y que se sube a la plataforma online que lleva el mismo nombre.
La website e-bird es muy conocida entre los observadores de aves, a la que acuden, entre otras cosas, para crear estas listas, ver mapas de distribución y de abundancia de una determinada especie o descubrir el hábitat de un ave en especial.
La primera lista creada para la reserva Loro Pinero contó con 38 especies registradas en el primer recorrido de los científicos por la zona protegida. La idea es promocionar la reserva, incentivar el avistamiento de aves y contar con un sistema de monitoreo de avifauna en la zona protegida, dice Boorsma, director de Programas de Conservación de la Asociación Armonía.
“Queremos que los turistas y observadores de aves se interesen por visitar el lugar con el fin de ver estas especies. Es un hotspot en e-bird y las personas que visiten la reserva pueden añadir todas sus observaciones. Nuestra idea es contar con una lista que refleje realmente cuáles son las especies de la zona”, añade Boorsma.
La iniciativa está dando sus primeros frutos pues la relación ha crecido desde aquel primer registro de los científicos de Armonía. Ahora la lista cuenta con 59 especies, entre ellas, la Amazona tucumana o loro pinero, que hasta el momento lidera la cantidad de registros con 25 individuos en lista.
El zorzal colorado (Turdus rufiventris) y la cotorra de molina (Pyrrhura molinae) le siguen en cuanto a número de especímenes registrados. La relación también incluye cuatro especies de monteritas, tangaras, zorzales, colibríes, palomas y piojitos, entre otros.
Leer más: Día del Árbol en el Perú: cuatro iniciativas valientes y exitosas para salvar los bosques
Diversidad de especies
El loro pinero es una especie categorizada como Vulnerable según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y ha sido el motivo por el que se estableció la reserva que lleva su nombre. Es una especie paraguas, es decir, que gracias a su protección se pueden conservar otras especies ubicadas en su hábitat, indica Raúl Rojas, coordinador del Proyecto de Conservación del Loro Pinero, para referirse a esta ave que solo habita en los denominados bosques tucumanos, que se extienden entre Bolivia y Argentina.
Lamentablemente, la especie está disminuyendo rápidamente debido a la pérdida y fragmentación de su hábitat como consecuencia, principalmente, de la tala selectiva y la destrucción del bosque para destinarlo a cultivos. Esto deja al ave sin árboles para su anidación.
Pero el loro pinero también se enfrenta a la extracción de sus pichones, incluso dentro del área protegida, los mismos que se comercializan como mascotas. Se trata, por tanto, de una especie muy expuesta al tráfico ilegal.
“El loro pinero anida en una pequeña franja de estos bosques, entre los 300 y los 1200 metros. Es muy específico de este tipo de bosques y muchas de las especies forestales que se encuentran en la zona son recursos críticos para el loro pinero, especie muy selectiva para elegir sus sitios de anidación y su alimentación”, explica Rojas.
Pero no solo la Amazona tucumana habita en la reserva. Otras especies como el cóndor andino, de los cuales se han registrado cuatro especímenes en el e-bird, también viven en estos bosques.
Además, dentro de la reserva existen bosques de queñoa (Polylepis), que tienen una avifauna muy particular y donde se encuentran especies que aún no han sido registradas y que podrían estar en peligro de extinción, como el Conebill gigante (Oreomanes fraseri), señala el coordinador del Proyecto de Conservación del Loro Pinero.
Los queñoas son árboles de los Andes tropicales que capturan y almacenan grandes cantidades de agua en sus ramas y follaje. Además, su fijación en la tierra, al igual que los musgos, evita la erosión y los deslizamientos de tierra.
En la reserva ambién se encuentra el lorito enano, el perico de capucha gris (Psilopsiagon aymara), y hay registros aislados de la paraba frente roja (Ara rubrogenys), una especie altamente amenazada en Bolivia que está en peligro de extinción.
En este lugar también se han registrado la aratinga Ojiblanca (Psittacara leucophthalmus) y la amazona frentiazul (Amazona aestiva), la aratinga Cabeciazul (Psittacara acuticaudatus) y la batará grande (Batara cinerea). “Es una zona muy diversa en cuanto a aves y otros grupos faunísticos”, comenta Rojas. Algunas son especies propias del lugar, pero otras no, prosigue, y cita a la Tinamú tataupá (Crypturellus tataupa), una especie de amplia distribución en Bolivia.
“La reserva es un lugar de naciente de cuenca con una serie de lagunas que atrae gran cantidad de animales. Otra gran importancia de este bosque”, dice Rojas con relación a los bosques tucumanos, también denominados ecorregión Yungas.
En la laguna Esmeralda, ubicada dentro de la reserva, por ejemplo, se ha encontrado el registro más alto del Chajá (Chauna torquata), un ave grande, de 75 centímetros de altura en promedio y que está emparentada con los cisnes y los gansos. Es un ave característica de tierras bajas que habita en los 700 metros, pero que en esta zona se ha encontrado a 2 000 metros, el registro más alto de esta especie.
Leer más: El ganado se apodera del Parque Nacional Cotopaxi en Ecuador
Un ave que se convirtió en símbolo
En Bolivia hay bastante interés por los loros y muchos visitantes llegan al país para conocer estas especies porque tiene una cantidad inmensa de loros y parabas como la frente roja y la barba azul, señala Boorsma en relación a los planes de desarrollar un programa de observación de aves en la reserva.
Las 50 hectáreas de la Reserva Natural Loro Pinero corresponden al municipio de Quirusillas, a cinco horas de Santa Cruz de la Sierra. Es un lugar de difícil acceso y complicado para la agricultura, lo que le ha valido mantenerse en buen estado de conservación, a diferencia de otros sectores de los bosques tucumanos.
Son bosques húmedos ubicados en una zona geográfica importante, pues se trata del lugar donde la Cordillera de los Andes cambia de orientación y, por tanto, cambia el ecosistema. En esta transición surgen especies vegetales particulares de la región, además de aves específicas de estos bosques.
“El loro pinero ha tomado fuerza como especie bandera en Bolivia”, comenta Rojas sobre la especie símbolo de este territorio que ha dado origen a un festival anual en su honor, que ha sido declarado símbolo de la localidad y que, además, ahora es parte del escudo de la Municipalidad de Quirusillas.