- La subespecie norteña de guacamaya roja ha desaparecido de gran parte de su antiguo rango en México y Centroamérica. En Guatemala, donde se cree hay menos de 200, la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS) busca mantener viva la especie.
- Mongabay conversó con el veterinario principal de WCS, Luis Fernando Guerra, sobre su trabajo y las perspectivas para las guacamayas rojas mientras trabajaba en el Parque Nacional Laguna del Tigre.
El Parque Nacional Laguna del Tigre está situado en el extremo noroeste de la Reserva de la Biósfera Maya y comprende unos 3367 kilómetros de jungla, lagunas y ruinas ancestrales. También es uno de los lugares que sufre más deforestación en el país; perdió alrededor del 30 % de su cubierta forestal entre 2001 y 2018, según datos de satélite recopilados por la Universidad de Maryland. Solo desde mayo, se han registrado unas 60 000 alertas de deforestación en el parque nacional, y más de 180 000 en la reserva.
Las comunidades rurales empobrecidas, que no suelen tener territorio propio, queman el bosque con la esperanza de establecer granjas y ranchos. Los funcionarios del parque dicen que muchos ranchos también son una tapadera para los traficantes de cocaína, que necesitan grandes franjas de espacio escondido para que aterricen los aviones que llegan de Colombia y Venezuela. En lo que va de año, los satélites de la NASA han detectado más de 40 000 incendios en Guatemala. En el municipio de San Andrés en Laguna del Tigre se han registrado más que en ningún otro municipio del país, y la gran mayoría de incendios de San Andrés suceden en el parque nacional.
La historia en 1 minuto. Video: Mongabay Latam.
Los investigadores dicen que los incendios que se propagan por Laguna del Tigre y otras partes de la reserva de la biósfera tienen efectos directos sobre la biodiversidad de la zona, sobre todo para la subespecie norteña de la guacamaya roja (Ara macao cyanoptera). En el pasado, el ave ocupaba el sur de México, además de Honduras y El Salvador, pero su hábitat se ha reducido significativamente. En marzo, el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre de Estados Unidos anunció su intención de añadir la subespecie en la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
Todas las guacamayas rojas de Guatemala —se calcula que hay unas 150-200— viven dentro de la reserva, pero debido a los continuos incendios, incluso esa pequeña área está amenazada. La Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS) trabaja para recuperar la población mediante la observación de nidos y la incubación en laboratorio.
En mayo, Mongabay visitó el laboratorio de WCS en su campamento cerca de la antigua ciudad Maya de Perú-Waka’ para hablar de los efectos de los incendios sobre el hábitat de las guacamayas rojas. Allí, el veterinario principal, Luis Fernando Guerra, estaba acabando con un largo día de supervisar crías de guacamaya en el laboratorio, además de visitar nidos situados en las altas copas de los árboles Cantemó donde las aves adultas van y vienen en busca de comida.
Mongabay: Esta mañana hemos visitado un nido de guacamaya roja a menos de una milla del campamento. Lo más sorprendente para mí ha sido ver lo cerca que habían llegado los daños de un incendio reciente al árbol Cantemó que había elegido para su nido, estaba solo a unos nueve metros.
Luis Fernando Guerra: Los incendios están destruyendo el bosque primario y la regeneración de esos bosques. Sustituir un árbol de ese tamaño lleva años. Es un problema porque las guacamayas rojas no van a tener otro sitio donde anidar.
Mongabay: Perder nidos con los incendios forestales parece ser algo habitual en Laguna del Tigre.
Luis Fernando Guerra: Sí, ha pasado. Y de hecho por eso la guacamaya es una especie tan importante para la conservación, porque no se trata solo de conservar esos árboles grandes, también tienes que conservar una gran cantidad de bosque alrededor y eso puede ayudar a preservar otras especies.
Mongabay: Si se pierden todos los árboles Cantemó, ¿podrían las guacamayas rojas vivir en otro tipo de árboles?
Luis Fernando Guerra: Aquí en Guatemala, alrededor del 80 por ciento utiliza estos árboles. Sí, pueden utilizar otros árboles, pero tienen sus preferencias.
La pérdida de hábitat causada por los incendios es una gran amenaza para la población de guacamaya roja. El nido que has visitado es muy bueno. Está activo cada año. Si el fuego se lo hubiera llevado, habría sido una gran pérdida porque es un nido activo año tras año. Siempre conseguimos que las crías vuelen desde allí. Además, es muy fácil de monitorizar porque está muy cerca.
¿Qué estrategias está tomando WCS para ayudar a impulsar la población de guacamayas rojas?
La idea es que trabajemos con las poblaciones en el lugar —que es aquí en la jungla— y conseguir que más crías vuelen. Normalmente las guacamayas ponen tres o cuatro huevos en cada nido, pero no a la vez. El tercer polluelo a veces muere porque las guacamayas están alimentando a dos más mayores y el pequeño casi nunca consigue comida. Hemos empezado a trabajar un poco en el manejo de la especie. Nos llevamos a la tercera ave, la alimentamos en este laboratorio y luego buscamos un nido adoptivo, otro nido donde quizás solo haya una cría de más o menos la misma edad, y llevamos al polluelo allí.
¿Pero acepta la madre al nuevo polluelo?
Casi siempre los aceptan. No hemos tenido problemas de madres que no acepten un polluelo ni de una guacamaya que no quiera volver al nido por la presencia humana. Son una especie muy manejable.
La estación de anidación empieza más o menos a finales de enero hasta finales de agosto, que es cuando los últimos polluelos acaban de volar. Luego […] se observan los nidos, se limpian, algunos los ocupan las abejas, que es algo que registramos. Controlamos unos 90 o 100 nidos y trabajamos solo con los que están activos. Un nido activo es uno en el viven guacamayas y ponen huevos.
Al final hay una media de unos 25 a 30 nidos activos por estación. La idea es que cada año vuelen el mismo número de aves, con una relación de uno a uno, una cría por nido. Ese es un buen índice de reproducción para nosotros.
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¿Ha visto una mejora a largo plazo en la población?
Hay años buenos y años malos. Por ejemplo, hay años en los que el clima es muy malo, así que al año siguiente hay poca comida disponible y las guacamayas comen menos y tienen menos crías. Pero hemos visto que con ayuda del monitoreo que hemos hecho, muchas veces hemos conseguido mantener el índice. Así que, básicamente, trabajamos para eso.
No podemos hablar de las amenazas para la guacamaya roja sin mencionar el tráfico ilegal. Por suerte, parece que la tendencia se ha reducido en los últimos años.
Sí, ahora es muy complicado traficar guacamayas rojas. Hay mucha vigilancia. Pero hay zonas a las que a veces no tenemos acceso y que muchos miembros de las comunidades locales conocen bien…
Obviamente hay mucho tráfico de loros, no solo guacamayas, que la gente quiere como mascotas. La mayoría del mercado está en Ciudad de Guatemala, donde la gente busca mascotas. Y mientras exista ese mercado, siempre habrá tráfico ilegal.
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¿Le preocupa el estado del hábitat de las guacamayas rojas en las áreas de la Reserva de la Biósfera Maya más afectadas por los incendios, como el Parque Nacional Laguna del Tigre?
La importancia del Parque Nacional Laguna del Tigre es inmensa. Hay una gran biodiversidad y la Reserva de la Biósfera Maya es una de las extensiones de bosque más grandes de Mesoamérica. Creo que es muy importante que luchemos por su conservación.
Si las amenazas continúan, se propagarán por la reserva y causarán problemas porque vamos a perder la biodiversidad que existe en Guatemala, plantas y animales, todo tipo de animales. Es importante que la gente sepa que todo eso está aquí, que existe. Muchas veces la gente en Ciudad de Guatemala me pregunta: “¿Todavía hay jaguares? ¿Todavía hay guacamayos?”. ¡Se piensan que no queda nada!
¿Entonces mucha gente piensa que la batalla ya está perdida?
Exacto. Por eso es importante entender la situación, ¿no? Porque la gente suele decir: “Oh, qué tristes los incendios y todo eso”. Y piensan que todo está perdido, pero eso es solo una parte de la historia.
A pesar de esas percepciones del exterior, ¿tiene esperanza de que los intentos de salvar la guacamaya roja tengan éxito en los próximos años?
Sí, siempre y cuando este bosque y las posibilidades de reproducirse y tener comida existan, sí, la guacamaya tiene esperanza.
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Imagen principal: Una guacamaya roja vuelve a su nido en un árbol Cantemó en el Parque Nacional Laguna del tigre. Foto cortesía de WCS/Estuardo Maldonado.
Nota de la editora: Este artículo fue impulsado por Places to Watch, iniciativa de Global Forest Watch (GFW) diseñada para identificar de forma rápida la pérdida forestal del mundo y catalizar la investigación en esas zonas. Places to Watch utiliza una combinación de datos de satélite en tiempo casi real, algoritmos automatizados e inteligencia de campo para identificar nuevas áreas de forma mensual. En colaboración con Mongabay, GFW apoya el periodismo impulsado por los datos y proporciona mapas e información generados por Places to Watch. Mongabay mantiene independencia editorial completa de las historias que cubre utilizando esta información.
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