- El sábado 8 de agosto, alrededor de 70 indígenas acudieron a las instalaciones de la empresa PetroTal para reclamar por la instalación de servicios básicos y mejores condiciones de salud ante el COVID-19.
- Tras la frustrada reunión se produjo un enfrentamiento entre la población kukama y la Policía. Líderes indígenas que participaron en la protesta narran lo ocurrido a Mongabay Latam.
Tres indígenas de la etnia Kukama Kukamiria murieron por heridas de bala la noche del sábado 8 de agosto en Loreto. Este fue el desenlace violento de una protesta que empezó el último miércoles, cuando 70 indígenas partieron desde la comunidad de Bretaña, provincia de Requena, rumbo a las instalaciones del Lote petrolero 95, administrado por la empresa PetroTal, para presentar sus reclamos.
James Rodríguez, expresidente de la Asociación de Comunidades Nativas Kukama Kukamiria (ACONAKKU), narró a Mongabay Latam lo sucedido. “Estuve en el grupo que se acercó anoche a conversar con los representantes de la petrolera. Nos dijeron que no podían conversar, que no tenían ninguna autorización, así que los hermanos decidimos tomar las instalaciones. Nos preparamos con las lanzas, no con armas de fuego. Fue cuando estábamos unidos que nos apagaron las luces y empezó una ráfaga de fuego. No dispararon al aire, sino a matar”, asegura el líder indígena.
Dos de los fallecidos son de la comunidad de Huacrachiro y uno de Bretaña, indicaron los dirigentes indígenas que estuvieron en la zona del enfrentamiento.
Las comunidades indígenas exigen a la empresa PetroTal y al gobierno la instalación de los servicios básicos en sus localidades, pues hasta el momento carecen de luz permanente y una red de agua potable. También solicitan que se mejoren las condiciones de los servicios de salud, sobre todo con la situación que se vive actualmente en la Amazonía por la pandemia del COVID-19.
El Ministerio del Interior informó en un comunicado que los heridos, seis policías y once indígenas, fueron trasladados vía fluvial hasta la comunidad de Requena para recibir atención médica. Por el momento se sabe que cuatro de ellos se encuentran con pronóstico reservado y han sido trasladados a Iquitos.
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Una noche de violencia
Las protestas empezaron el 5 de agosto, con la llegada de 28 organizaciones indígenas a la comunidad Bretaña, ubicada en la cuenca del Puinahua, a siete horas de Iquitos. En esa localidad se organizaron y luego hicieron públicas sus demandas.
“Por años la empresa está en su territorio, en su casa, y los hermanos Kukama no tienen los servicios básicos principales”, señala Rodríguez de la Aconakku.
Por eso, el sábado por la noche, para asegurarse de que PetroTal y el gobierno atiendan sus reclamos, decidieron desplazarse hasta las instalaciones del Lote 95.
El coronel José Antonio Franco, jefe de la Cuarta Macro Región Policial Loreto, le dijo a Mongabay Latam que alrededor de 70 comuneros llegaron la noche del sábado 8 de agosto hasta las instalaciones de la empresa y se reunieron con los representantes de la misma, aunque no lograron ponerse de acuerdo. Luego agregó que los indígenas estaban “provistos de lanzas y escopetas” y que “empezaron a disparar”. Esto ha sido negado por los líderes de las organizaciones indígenas, quienes sostienen que solo portaban lanzas.
“Cuando empezó el fuego empezamos a correr, nos refugiamos en algunas casas hasta que acabaron de disparar. Nosotros solo teníamos lanzas, nuestras armas naturales que son parte de nuestra identidad, pero nadie tenía armas de fuego”, asegura Agnita Saboya, presidenta de la Organización de Mujeres Indígenas del Marañón (ORDEMIM), quien participó en la protesta y fue testigo del enfrentamiento entre indígenas y efectivos de la policía.
El gerente general de la empresa, Ronald Egúsquiza, dijo que desde hace varios días la Policía resguardaba las instalaciones de la empresa en el Lote 95. “Cuando se estaba terminando la conversación y comunicamos que para ello había que seguir un protocolo, se presentó la exaltación por parte de los manifestantes y quisieron tomar al personal de la empresa. La Policía evitó que los agarren y ahí empezó el enfrentamiento”.
Tras los hechos ocurridos, PetroTal anunció la paralización de sus actividades. “Ante las medidas de fuerza registradas en nuestras instalaciones, PetroTal se ve obligada a anunciar la paralización total de sus actividades en el Lote 95”, señala el documento.
El ministro del Interior, Jorge Montoya, confirmó esta tarde la muerte de los tres indígenas y agregó que varios miembros de la Policía resultaron heridos con perdigones. Indicó también que el Ministro de Cultura, Alejandro Neyra, acompañado de representantes de varios sectores, ha viajado a la zona para atender el conflicto.
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Quince años de operaciones petroleras
Adiazar Ugkum Jempetf, coordinador técnico de la Asociación Indígena de Desarrollo y Conservación del Bajo Puinahua (AIDECOBAP), explica que la empresa PetroTal lleva 15 años a cargo del Lote 95. Tres de ellos dedicados a la exploración y 12 a la explotación de hidrocarburos.
Ugkum Jempetf –quien representa a las comunidades kukama del Bajo Puinahua donde se ubica la comunidad Bretaña– recordó que en el 2019 la población de Bretaña realizó varias protestas para solicitar a la petrolera que se instale agua y luz en su comunidad, así como la mejora de las condiciones básicas de su centro de salud, que aseguran se encuentra desabastecido.
El 24 de marzo de 2019, miembros de la comunidad indígena de Bretaña tomaron la estación del Lote 95, pero luego del diálogo con el entonces presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar, acordaron deponer su medida de protesta. Tras reunirse con los representantes indígenas, Del Solar se comprometió a analizar la propuesta de declaratoria de emergencia del Oleoducto Norperuano (ONP) y la revisión de la ley del canon petrolero, así como la creación de un fondo de inversiones de 10 mil millones de soles para atender a los 25 distritos petroleros de la región Loreto.
Ugkum Jempetf señala que en febrero de este año se realizó la última reunión para ver el cumplimiento de estos acuerdos. La pandemia del coronavirus paralizó las conversaciones.
La situación que se vive en la Amazonía por el COVID-19 también ha agudizado los conflictos, pues los pueblos indígenas reclaman que el gobierno permita el inicio de las actividades extractivas sin que se instalen los servicios básicos de salud y atención de la pandemia en sus comunidades.
“La comunidad de Bretaña ha tomado la decisión de protestar. En vez de morir esperando una medicina en sus camas, prefieren salir a protestar pacíficamente, utilizando sus lanzas culturales”, dice Ugkum Jempetf.
Jorge Pérez, presidente de la Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio), se refiere al incumplimiento de los acuerdos sobre el fondo que se debía invertir en las comunidades. “Lo que reclaman los hermanos de la cuenca del Puinahua es que la empresa PetroTal ni el Estado se han manifestado ni en el contexto de la pandemia ni antes de este periodo. Ellos tenían una agenda local con el Estado en el que parte de la producción de petróleo fiscalizado iría a un fondo que se use para invertir en las comunidades, pero no se ha cumplido”, indica.
En un comunicado, Orpio precisó la intención de las comunidades de hacer el control territorial por el “olvido del Estado frente a la pandemia y la pobreza que agobia esa zona por mucho tiempo”.
El conflicto que ocurre actualmente en el Lote 95 no es el único relacionado con la extracción de petróleo. En los últimos días, el pueblo awajún tomó la Estación 5 de Petroperú como medida de protesta por el inicio de las operaciones y el avance del Covid-19 en la zona.
Imagen principal: Traslado de heridos de la comunidad Bretaña, Loreto. Foto: Al Rojo Vivo.
