- En enero de 2024, Colombia registró al menos 478 incendios forestales, de los cuales ocho permanecen activos. Más de 3 800 personas han trabajado en el control de los fuegos que han consumido 28 968 hectáreas, un área superior a la mitad del tamaño de la ciudad de Medellín.
- Al menos 224 animales de distintas especies —entre fauna silvestre y doméstica— fueron rescatados durante los incendios. Algunos fueron trasladados a lugares donde su hábitat se conserva, otros fueron atendidos por veterinarios y, al menos, cuatro individuos de fauna silvestre murieron.
Durante los incendios forestales de enero de 2024 registrados en Colombia, al menos 23 animales de 13 especies de fauna silvestre fueron atendidos por bomberos, autoridades ambientales y veterinarios. Al menos cuatro individuos murieron: dos por las heridas del incendio y dos por eutanasia a causa de su mal estado de salud.
La fauna ha sido atendida en los cerros orientales de Bogotá y en los departamentos de Cundinamarca, Santander y Norte de Santander. En Bogotá, se quemaron más de 60 hectáreas y en Cundinamarca casi 1400. En Santander se perdieron 1066 hectáreas, mientras que en Norte de Santander 180.
Los parques nacionales también resultaron afectados. En el Parque Nacional El Tuparro, en la Orinoquía, se han consumido al menos 11 000 hectáreas, mientras que en el Parque Nacional El Cocuy, en Boyacá, se han perdido 300 hectáreas.
Además de la labor de los bomberos para controlar el fuego, los funcionarios ambientales y los veterinarios realizaron el trabajo de atender a la fauna silvestre y doméstica herida o que escapaba de los lugares afectados. Mongabay Latam habló con varios de los encargados de rescate y atención a estos animales para conocer la situación y las especies en riesgo.
Las afectaciones a la fauna silvestre durante los incendios incluso llevaron a que el Ministerio de Ambiente elaborará unas pautas dirigidas a las corporaciones autónomas y otras autoridades ambientales para el manejo de los animales. Entre estas incluyó la claridad de que las autoridades ambientales son las únicas responsables de esta tarea y la meta de que las distintas entidades se articulen para el rescate y tratamiento de animales, así como para la restauración de ecosistemas. “Se busca establecer el proceso de rescate con la Policía, las corporaciones y las autoridades ambientales. Propone un plan de acción conjunto para poder apoyarnos entre todos en el manejo de la fauna silvestre”, manifestó la ministra de Ambiente Susana Muhamad.
Especies rescatadas en Bogotá
Los incendios en Bogotá consumieron más de 60 hectáreas de bosque e, incluso, llegaron a reservas forestales, un tipo de área protegida distrital, como el Cerro El Cable, los Cerros Colorados en Ciudad Bolívar, el sector Quebrada La Vieja y el Parque Ecológico Distrital de Montaña Entre Nubes.
Los fuegos pusieron en peligro a múltiples especies de fauna silvestre, como los búhos (Megascops choliba) y las chotacabras (Chordeiles minor), de las que a menudo los bogotanos desconocen su presencia e importancia.
Al menos tres lagartos collarejos (Stenocercus trachycephalus) y dos camaleones andinos (Anolis heterodermus) fueron recuperados y retornados a su ecosistema. Y al menos cinco aves fueron devueltas a su ambiente: dos búhos, dos chotacabras y un pinchaflor (Diglossa). Un ratón montañero también fue rescatado, así como un coatí o cusumbo andino (Nasuella olivacea) que fue visto en la ciudad y se le regresó a su entorno. En Bogotá, según las cifras oficiales, no se hallaron animales muertos.
“Debido a la contingencia presentada por el incendio en la zona de quebrada La Vieja, la Secretaría de Ambiente ha instalado un punto móvil para prestar toda la atención primaria de fauna silvestre”, dijo en un video oficial la profesional del Grupo de Fauna de la Secretaría de Ambiente, Viviana Camelo, quien además señaló que los bomberos y la Defensa Civil fueron instruidos para dejar los animales en estos sitios.
Camelo también menciona que las personas deben evitar al máximo la manipulación de estos animales, ya que ellos normalmente pueden reubicarse solos en su ecosistema. En caso de ver a un animal con heridas, los ciudadanos deben notificar a la Secretaría de Ambiente en las líneas telefónicas +57318 8277733, +573174276828 y al correo electrónico fauna@ambientebogota.gov.co
En el departamento de Cundinamarca, aledaño a la ciudad de Bogotá, los incendios forestales arrasaron más de 1400 hectáreas en los municipios de Nemocón, Soacha, La Peña, Caqueza, Chía, Tocaima, Quebradanegra, Tabio, Nocaima y Zipaquirá.
Las autoridades llevaron a atención veterinaria a cinco individuos de fauna silvestre: un búho (Megascops choliba), una torcaza (Zenaida auriculata), dos gallinazos (Coragyps atratus) y un perro de monte (Potos flavus). No obstante, el búho murió, debido a su mal estado de salud, y se realizó la eutanasia al perro de monte y la torcaza.
“Hemos recibido algunos animales remitidos por la corporación autónoma (de Cundinamarca), algunos de ellos han muerto o han recibido la eutanasia, debido a las graves lesiones que presentaban. Tenemos hospitalizados dos gallinazos con quemaduras leves a moderadas, que están en recuperación”, detalla Claudia Brieva, docente coordinadora de la Unidad de Rescate y Rehabilitación de Animales Silvestres (URRAS) de la Universidad Nacional de Colombia.
La especialista explica que el protocolo de atención incluye la evaluación del estado del animal y sus lesiones para concluir su pronóstico, para de esa forma iniciar el tratamiento. Si el pronóstico es malo, se opta por la eutanasia.
Fauna rescatada en Santander y Norte de Santander
En Santander, el incendio en los páramos de Berlín y Santurbán afectó 400 hectáreas. En esta zona, tres animales fueron ingresados al centro de rescate y recibieron tratamiento veterinario: un puercoespín (Coendu preensilis) y dos roedores faras (Didelphis). Una rana arlequín (Atelopus) fue retornada a su ambiente. Además, un bombero le dijo al diario El Tiempo que un hormiguero (Tamandua mexicana) fue avistado con heridas serias.
El veterinario Juan Mejía, de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, la entidad ambiental encargada de la zona, señala que el protocolo de tratamiento de la fauna herida “es el rescate, traslado al centro de atención y valoración, hidratación y estabilización”. Algunos animales, señala, a veces requieren analgesia por el dolor o hay afectaciones por la inhalación de humor.
Francisco Ciri, coordinador de la organización ambiental Fundación Neotropical que trabaja en la conservación de cóndores en el territorio, comenta que probablemente la mayoría de vertebrados terrestres y voladores de mediano tamaño lograron escapar y ponerse a salvo, pero que los invertebrados —como insectos y mariposas— así como los anfibios, reptiles y vertebrados pequeños pudieron sufrir los mayores daños al no tener la capacidad de recorrer grandes distancias y, por lo tanto, quedar expuestos al fuego.
Ciri comenta que la zona no ha sido demasiado estudiada a nivel académico, por lo que no existe un inventario detallado de las especies presentes, pero que se sabe de la presencia del cóndor andino (Vultur gryphus), zorros (Cerdocyon thous), tigrillos (Leopardus tigrinus), roedores como el tinajo o borugo (Agouti taczanowskii), ratones de monte y muchas aves pequeñas como los colibríes.
El coordinador de la Fundación Neotropical también resalta la importancia hídrica que tiene el ecosistema de páramo —uno de los más afectados por los incendios— para la ciudad de Bucaramanga.
El veterinario Mejía resalta la inmensa pérdida de biodiversidad que hubo con la quema de al menos 40 hectáreas de frailejones en los páramos: “Los frailejones son una de las mayores reservas de agua en el medio ambiente. Además, este ecosistema es hábitat de lagartos, serpientes, roedores pequeños, también hay osos de anteojos en zonas cercanas”.
Maria Paula Conrado, bióloga del equipo científico de la organización ambiental AIDA, señala que la gravedad de los incendios en esa región de Colombia se debe a que estos páramos son un área protegida y que el agua de este ecosistema beneficia al menos a 48 municipios.
Nuestros #HéroesAlrescateAnimal atienden en este momento en el #CAV al Puercoespín entregado por el @COL_EJERCITO que fue rescatado en el sector de Guatiguará en #Piedecuesta por el incendio forestal.
El primer diagnóstico es reservado.
Abrimos hilo🧵 pic.twitter.com/vr4WksyKr0
— CDMB (@CARCDMB) January 22, 2024
En el departamento vecino de Santander, Norte de Santander, también hubo afectaciones a la fauna silvestre. En particular, la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor) rescató a una guagua loba (Dinomys branickii), pero el animal presentaba heridas en más del 80 % de su cuerpo y pese a que fue atendida, no sobrevivió.
Samir León, veterinario del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de Corponor, explica a Mongabay Latam que fueron notificados por la Alcaldía de Gramalote, municipio donde se dio el incendio, por lo que se trasladaron para rescatar a la guagua y le dieron tratamiento veterinario por 48 horas. “Se le dio atención respiratoria. Lo intentamos, pero murió”.
Nuestros uniformados del @GrupoPONALSAR rescatan a un topo bebé que buscaba refugiarse de los incendios forestales.
Recuerda que muchos animales están huyendo hacia la ciudad para protegerse, no los maltrates e infórmanos. pic.twitter.com/OFVRdHHnfG
— Policía de Colombia (@PoliciaColombia) January 25, 2024
Incendios controlados en parques nacionales
En las áreas protegidas nacionales no hay casos oficiales de fauna silvestre herida o rescatada, pero sí ha habido incendios de grandes extensiones, en particular, en el Parque Nacional Tuparro, en la Orinoquía, y en el Parque El Cocuy, ubicado en los departamentos de Arauca, Boyacá y Casanare. Debido a esta situación, la entidad Parques Nacionales ordenó el cierre total temporal y preventivo de, al menos, nueve áreas protegidas hasta el 15 de febrero. En el Parque Nacional Los Nevados y en El Tuparro ordenaron el cierre de algunos sectores.
El jefe del Parque El Cocuy Octavio Erazo dice, en entrevista con Mongabay Latam, que el incendio en la zona de Chiscas en Boyacá ya está controlado, pero que debido a que este se dio en una área remota y de difícil acceso, recién está comenzando la valoración del lugar y de la fauna. “(El fuego) se apagó con dos helicópteros haciendo descargas de agua”, dice y explica que se trata de un ecosistema de páramo y bosque andino caracterizado por la flora de frailejones, así como por la presencia de osos de anteojos, colibríes, zorros, entre otras especies. Erazo comenta que el aumento de temperatura también afecta y reduce la masa de los glaciares del parque natural.
#Canal8Chía 👏🏻❤️ Policías auxilian a un búho que se encontraba agonizando sobre una vía de #Tocaima, #Cundinamarca, municipio que había sufrido un #incendioforestal hace unos días. pic.twitter.com/sdLOxGa6Dg
— Canal Ocho Regional (@OchoRegional) January 29, 2024
Edgar Olaya, jefe de la división territorial Orinoquía de Parques Nacionales, en donde los incendios en el Parque El Tuparro afectaron cerca de 11 000 hectáreas señala que en esta área protegida la presencia de fuego es recurrente a finales e inicio de año, sobre todo en “ecosistemas de sabanas naturales”, que ocupan más del 80 % del parque nacional.
En las sabanas de El Tuparro, dice, “los ciclos ecológicos se benefician con el fuego” y asegura que están realizando un monitoreo constante así como el manejo de los eventos que se salen de control. Asimismo, menciona que en El Tuparro habitan osos hormigueros (Myrmecophaga tridactyla), jaguares (Panthera onca), dantas (Tapirus terrestres), cajuches (Tayassu pecari), venados coliblancos (Odocoileus cariacou) y picures (Dasyprocta fuliginosa).
* Imagen principal: Chotacabra atendida dutante los incendios en Bogotá. Foto: Secretaría de Ambiente de Bogotá.
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