- Jardines Submarinos de Vega Baja y Manatí abarca 202 kilómetros cuadrados.
- Es el resultado de una alianza entre ONG y comunidades locales que llevó 16 años de esfuerzos.
- Está compuesta por varios ecosistemas de importancia crítica, como arrecifes de coral, manglares y praderas submarinas.
- Alberga a más de una docena de especies amenazadas, entre ellas el manatí antillano (Trichechus manatus manatus) y varias especies de tortugas marinas.
El territorio estadounidense de Puerto Rico obtuvo recientemente una nueva área marina protegida (AMP) frente a la costa norte central de la isla.
El AMP, denominada Jardines Submarinos de Vega Baja y Manatí, abarca 202 kilómetros cuadrados y es la culminación de 16 años de esfuerzos por parte de una coalición de comunidades locales y ONG.
Está compuesta por varios ecosistemas de importancia crítica, como arrecifes de coral, manglares y praderas submarinas, y alberga más de una docena de especies amenazadas, entre ellas el manatí antillano (Trichechus manatus manatus) y varias especies de tortugas marinas.

«Las tortugas marinas jóvenes que se alimentan en los arrecifes de coral poco profundos y en los hábitats de pastos marinos recibirán una mayor protección con la zonificación diseñada para reducir los posibles conflictos con las embarcaciones de recreo», dijeron los científicos de la Wildlife Conservation Society a Mongabay en un correo electrónico. «Esto también protegerá a varias especies de corales que crecen allí», agregaron.
La nueva AMP es también un lugar para la pesca artesanal local y varios proyectos de ecoturismo. La coalición se organizó para establecer el AMP de modo que pueda seguir siendo utilizada por la población local y, al mismo tiempo, proteger los recursos de los que dependen para su sustento e ingresos.

«Estos ecosistemas nos nutren y sustentan nuestra calidad de vida», dijo en un comunicado de prensa Ricardo Laureano, miembro destacado de Vegabajeños Impulsando Desarrollo Ambiental Sustentable (VIDAS). VIDAS es uno de los grupos locales que se organizaron para establecer el AMP.
«Nos llevó 16 años de duro trabajo, desde 2007, para llegar hasta aquí. A lo largo de los años, convocamos a los vecinos, golpeamos puertas y nos comprometimos con los líderes locales y nacionales para hacer hincapié en la imperiosa necesidad de proteger esta Reserva», comentó Laureano.
Vega Baja y Manatí se une a más de 30 áreas marinas protegidas en aguas puertorriqueñas. Más del 27 % de las aguas territoriales de la isla están protegidas, lo que sitúa a Puerto Rico en el buen camino para alcanzar el objetivo internacional de proteger el 30 % de la tierra y el agua del planeta para 2030.

Las AMP de Puerto Rico, incluida la más nueva, forman parte del Corredor Biológico del Caribe, que se extiende desde Puerto Rico hasta Cuba. La región es un punto crítico de biodiversidad lleno de especies endémicas y amenazadas, incluyendo varias especies de tortugas marinas, mantarrayas, ballenas y tiburones. Mediante la creación de un corredor biológico de zonas protegidas, los defensores de la conservación local afirman que esperan conectar los hábitats de forma que permitan una migración segura entre ellos.
La coalición que estableció Vega Baja y Manatí trabaja ahora en un plan de cogestión que determinará lo que el AMP puede lograr en términos de protección.
«La visión del plan es zonificar áreas dentro del AMP para reducir los usos conflictivos que afectan a la flora y la fauna, así como a sus hábitats críticos (arrecifes de coral, praderas submarinas y manglares) en las zonas costeras», dijeron los científicos de la Wildlife Conservation Society.
Imagen principal: los defensores de la conservación local afirman que esperan conectar los hábitats de forma que permitan una migración segura de las especies. Foto: cortesía Ron Watkins / Ocean Image Bank
Esta nota se publicó originalmente en inglés en el sitio de Mongabay el 12 de noviembre de 2024.