Economistas descubren que las áreas protegidas reducen el índice de pobreza en Costa Rica
Península de Osa en Costa Rica. Fotografía de Rhett A. Butler
Un nuevo estudio ha considerado un argumento que, durante mucho tiempo, han sostenido los defensores que fundamenta el establecimiento de áreas protegidas: el ecoturismo es rentable.
El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (por sus siglas en inglés, PNAS), descubrió que las comunidades próximas a las áreas protegidas en Costa Rica presentan un índice de pobreza más bajo en comparación a otras áreas. Los autores, los economistas Paul J. Ferraro de Georgia State University y Merlin M. Hanauer de Sonoma State University, le atribuyen la mayoría de los beneficios a las oportunidades que ofrece el turismo.
“Aunque las áreas protegidas redujeron la deforestación e incrementaron el rebrote, los cambios de la cubierta de estas tierras no redujeron ni aumentaron el índice de pobreza, en promedio”, establecen los autores. “Nuestro análisis sugiere que cerca de dos tercios de la reducción del índice de pobreza asociado con el establecimiento de las áreas protegidas en Costa Rica es causalmente atribuible al turismo”.
Selva tropical de Costa Rica
Aunque los descubrimientos pueden ser interesantes para los responsables y defensores de la conservación, aún existen varias incógnitas. De hecho, Ferraro y Hanauer no especulan sobre los mecanismos precisos por los que el ecoturismo reduce el índice de pobreza en el país centroamericano, sólo lo vinculan con los “canales de mercado”, ya que Costa Rica no cuenta con un sistema formal de reparto de ingresos, como Madagascar, para las comunidades locales. También sugieren no sacar mayores conclusiones del estudio, que fue limitado a un solo país reconocido por su industria de ecoturismo.
“Costa Rica es un país conocido por sus inversiones públicas y privadas en ecoturismo”, establecen. “Sin embargo, uno debe ser cauteloso al extender estos resultados a otros países”.
“Además, no alegamos que nuestro estudio tiene la última palabra en la estimación de los efectos causales del mecanismo, para las áreas protegidas o para cualquier otra iniciativa de conservación. Para entender en verdad los mecanismos mediante los cuales las políticas de conservación del ecosistema afectan el índice de pobreza es necesario reunir pruebas en base a las características de cada política o de cada país (o de cada región)”.
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