![A close shot of the Brazilian Caatinga landscape. Photo by Carlos Jared.](https://es-mongabay-com.mongabay.com/wp-content/uploads/sites/25/2016/01/frog1-A-close-shot-of-the-Brazilian-Caatinga-landscape.-Photo-credit-Carlos-Jared.jpg)
La sensación dolorosa que sintió en su brazo inmediatamente le hizo sospechar que estaría relacionada con el golpe que le pegó la rana en su mano cuando trató de recogerla. La sospecha de Jared fue confirmada cuando se examinaron secciones del tejido de su piel, y se descubrieron glándulas de veneno alrededor de la base de espinas que se encuentran en la cabeza de la rana. Una cualidad interesante y particular de la morfología de la rana de Greening, es la semejanza que tiene su cráneo con las plantas de cactus con espinas.
La piel que cubre su cabeza es densa con pequeñas espinas que sobresalen del cráneo –pero solo se pueden ver las puntas, ya que el resto se encuentran bajo la piel. Aunque muchos anfibios (ranas y sapos, en particular) secretan sustancias venenosas en la piel de otros depredadores, no se consideran venenosos porque no poseen la habilidad de inyectar veneno directamente dentro de otro animal. Esta habilidad de dar inyecciones hace que la rana de Greening sea realmente única. Cuando se encuentra en peligro, la especie estira su cabeza y pega a sus enemigos con ella, frotando y enterrando sus espinas dentro del que sería su depredador.
![](https://imgs.mongabay.com/wp-content/uploads/sites/25/2016/01/03173355/frog3-Corythomantis-greeningi-one-of-first-species-of-venomous-frogs-known-to-science.-Photo-credit-Carlos-Jared.jpg)
Un cráneo similar con espinas se puede encontrar en la rana con casco de Bruno (Aparasphenodon brunoi), una rana de árbol que habita en la selva atlántica de Brasil. Jared y sus colegas han calculado que la toxicidad de la rana de Bruno es 25 veces más poderosa que la de las víboras brasileñas –lo que quiere decir que hasta puede matar a los seres humanos. Aunque el equipo sigue estudiando la rana Greening, su trabajo demuestra que A. brunoi contiene mayor toxicidad en su veneno que la C. greeningi.
![](https://es-mongabay-com.mongabay.com/wp-content/uploads/sites/25/2016/01/frog2-Aparasphenodon-brunoi-is-another-casque-headed-tree-frog-that-packs-killer-spines-on-its-head.-Photo-credit-Carlos-Jared.jpg)
Los investigadores también han realizado experimentos que muestran cómo las ranas Greening se adaptan a las condiciones extremadamente secas de la Caatinga. Ellos descubrieron que las cabezas de las especies no solo tienen una función de autodefensa, sino que también son útiles para prevenir su desecación. La rana evita que su cuerpo se seque a través de un proceso conocido como la fragmosis, un comportamiento adaptivo que le permite sellarse a sí misma dentro de huecos en los árboles o rocas, usando partes de su cuerpo.
“En el caso de esta especie (Corythomantis greening), cuando el animal exhibe fragmosis, entra en retroceso hacia los huecos de los árboles o las rocas, y utiliza su cabeza para cerrarlos”, dijo Jared. “De esta forma la cabeza ha desarrollado una doble función de protección; actuando en defensa en contra de los depredadores, y también actuando en contra de la pérdida de humedad dentro de sí misma”.
![](https://es-mongabay-com.mongabay.com/wp-content/uploads/sites/25/2016/01/frog4-The-skull-of-the-Corythomantis-greeningi-is-full-of-deadly-spines.-Photo-credit-Carlos-Jared.jpg)
Citación:
Jared, C., Mailho-Fontana, P. L., Antoniazzi, M. M., Mendes, V. A.; Barbaro, K. C., Rodrigues, M. T., Brodie, E. D. (2015). Venomous Frogs Use Heads as Weapons. Current Biology. doi:10.1016/j.cub.2015.06.061