- Se trata de un monitoreo electrónico remoto en embarcaciones dedicadas a la pesca en pequeña escala.
- Este sistema podría reemplazar a método tradicional de observadores y ayudaría a reducir la pesca casual de tortugas, mamíferos y aves marinas.
La pesca a pequeña escala atrapa incidentalmente cada año miles de tortugas, mamíferos marinos y aves, especies que no son el objetivo principal de los pescadores pero que caen en las redes de manera casual. Por ello, monitorear las embarcaciones es una prioridad para la conservación de la biomasa marina, señala la introducción de un reciente estudio denominado “Monitoreo electrónico remoto como una alternativa potencial a los observadores a bordo en la pesca a pequeña escala”, publicado en enero de 2018 en la revista Conservación Biológica (Biological Conservation).
El método tradicional para monitorear la pesca ha sido siempre la presencia de observadores independientes en las embarcaciones. No obstante, esta labor de pesca a pequeña escala plantea algunos desafíos como la gran cantidad de embarcaciones pesqueras, el limitado número de personal capacitado y las difíciles condiciones de trabajo, precisa el artículo de investigación.
Señala también que como una alternativa o complemento a la labor de los observadores se han desarrollado Sistemas de Monitoreo Satelital (VMS por sus siglas en inglés) que se sustentan en avances tecnológicos. El más común se relaciona con los sistemas de posicionamiento geográfico (GPS), pero también se han incorporado otras tecnologías de vigilancia, como el uso de cámaras de Monitoreo Electrónico Remoto (REM por sus siglas en inglés).
Precisamente, el estudio publicado a inicios de este mes se propuso evaluar las ventajas y desventajas de los sistemas de Monitoreo Electrónico Remoto para detectar y cuantificar las especies capturadas, tanto aquellas que son el objetivo de la pesca como las que se atrapan de manera incidental. El análisis se realizó comparando esta tecnología con el trabajo de los observadores que viajan en las embarcaciones.
Joanna Alfaro-Shigueto, bióloga marina e integrante del equipo de investigadores que realizó el estudio, asegura que este método puede ayudar a reducir la pesca incidental, ya que podría servir para identificar zonas de pesca donde se captura una mayor cantidad de estas especies, así como cuáles son las que resultan más afectadas, qué embarcaciones atrapan más a estos animales de manera incidental, y sobre todo cómo prevenir que esto siga ocurriendo.
Los sistemas REM para la pesca a pequeña escala —señala el estudio— ayudarían a generar mayor información sobre estas flotas muy poco estudiadas y a evaluar la participación de un observador a bordo.
Para Alfaro, quien también es directora de ProDelphinus, organización que ejecuta proyectos de investigación y conservación de especies marinas amenazadas, este sistema de cámaras podría reemplazar a los observadores, pues se trata de una buena alternativa para monitorear y controlar la pesca en Perú. “Cualquier embarcación puede usar estos sistemas, tal vez, para mejor cobertura, una embarcación grande podría utilizar más de una cámara y en una pequeña una sola estaría bien”.
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¿Cómo se hizo la investigación?
Dentro de la pesca artesanal, las mallas representan uno de los principales métodos de captura. En Perú, se estima que aproximadamente 100 000 kilómetros de redes se utilizan cada año para este tipo de pesca y diversos estudios han demostrado que una gran cantidad de tortugas, mamíferos y aves marinas quedan atrapadas en estas mallas.
Esta investigación se concentró en evaluar 30 viajes de pesca de cinco embarcaciones que zarparon de los puertos de San José y Bayóvar, en el norte de Perú. Se instalaron cámaras en estas cinco naves y se captaron un total de 228 jornadas de pesca, de las cuales 169 contaban con observadores a bordo.
Las mediciones se hicieron entre diciembre de 2015 a septiembre de 2016, en embarcaciones de una longitud promedio de 10.8 metros y una capacidad máxima de almacenamiento de 32.6 metros cúbicos.
Los pescadores acostumbran a dejar sus mallas durante unas 14 horas en el mar, las sueltan en la tarde y las recogen la mañana siguiente. En las redes atrapan diversas especies que no están prohibidas como pericos, lenguados y algunos tipos de tiburones y rayas. Pero también capturan, de manera incidental, tortugas marinas, cetáceos, lobos marinos y aves marinas.
El monitoreo se hizo con cámaras que cuentan con GPS y un sistema portátil de energía que se carga mediante un panel solar. Se colocaron en lugares que proporcionarán una cobertura máxima y fueron programadas para tomar fotos a intervalos continuos de 40 segundos. Las imágenes se grabaron en un disco duro incorporado que luego se descargaron a una computadora a través de un software de almacenamiento de datos en la nube.
Las fotos se convirtieron en un video que fue analizado cuadro por cuadro, de este modo, se identificó cada especie capturada. Así, los informes de observadores a bordo se compararon con los del analista de fotografías y se calculó la diferencia entre los dos métodos. La captura incidental de tortugas marinas tuvo una detección promedio del 50 %; en el caso de los lobos marinos se llegó al 100 %; mientras que para los cetáceos fue de 80 %.
En cuatro de las cinco embarcaciones pesqueras, los observadores a bordo registraron la cantidad de individuos capturados para todas las especies de elasmobranquios (tiburones y rayas) y captura incidental de lobos marinos, tortugas marinas y cetáceos.
Doce géneros de elasmobranquios fueron capturados e identificados tanto por los observadores como por el analista de fotos. Para seis géneros, la captura media registrada por los observadores fue más alta que la identificada por el analista de fotos. En contraste, para otros cinco géneros, el resultado de los observadores fue menor que la identificada por el analista de imágenes. En cuanto al género de Triakis —un tipo de tiburón— no hubo discrepancia entre los dos métodos.
“En nuestro caso usamos este sistema para monitorear la pesca incidental de especies amenazadas, pero se le puede usar para cualquier recurso”, señala Alfaro.
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¿Qué se espera de este sistema?
Este método demostró que las cámaras fueron eficaces para identificar las especies que se capturaban y fue relevante descubrir que los observadores no siempre informaban sobre todas las especies que se pescan.
Por ejemplo, en varias ocasiones el analista fotográfico notó que gran parte de la captura no registrada fue consumida a bordo por los pescadores. En otros casos, se trataba de especies de bajo valor económico o poco comercial como los cangrejos, bagres, rayas e invertebrados pequeños.
Por lo tanto, este estudio también podría ayudar a mejorar la comprensión del impacto de la pesca en especies de bajo valor económico que son consumidos por pescadores o descartados, y de las que no se informa en la pesca artesanal.
En cuanto a costos, el uso de cámaras REM podría convertirse en una alternativa más barata para el monitoreo de la pesca en comparación con los observadores. Según los cálculos de este estudio el ahorro podría llegar a un 50 % por embarcación.
A diferencia de los observadores que tienen que permanecer en el mar durante todo el viaje, los analistas fotográficos pueden revisar un día completo de pesca en menos de 30 minutos. Además, este sistema permite superar otros inconvenientes que enfrentan los observadores como el espacio limitado y la seguridad en el mar.
Las aplicaciones del monitoreo electrónico combinado con datos de GPS pueden ser múltiples —señala la publicación— pues también permitiría identificar caladeros (zonas marinas con abundancia de especies para pesca), áreas de alto riesgo de captura incidental y otros datos importantes para manejo y conservación pesquera. Además, podría ser utilizado para controlar las prácticas de pesca ilegal, como el comercio de aletas de tiburón. “Se trata de una opción que podrían implementar las instituciones del Estado peruano, responsables de la pesca, como una herramienta de control para la conservación de la diversidad marina”, explicó la especialista.
Sin embargo, existen algunas dificultades sobre la efectividad del sistema de cámaras y estas se relacionan con la posibilidad de que pueda ser manipulado, que no reciba el mantenimiento adecuado o que se realicen actividades fuera del campo de visión. Como soluciones para superar estas dificultades se plantea la instalación de múltiples cámaras o sanciones por las transgresiones.
Joanna Alfaro es optimista y apuesta por los avances en la tecnología para mejorar el sistema. “El progreso es rápido. Fotos con menos intervalos de tiempo, resolución de cámaras que trabajen con poca luz y otros avances, así como la capacitación de las personas que trabajen con este método logrará mayor precisión en los resultados”, agregó.
En Perú, se calcula en 10 000 embarcaciones las dedicadas a la pesca a pequeña escala, por lo tanto, una cobertura total con un sistema REM es poco probable. Sin embargo, este sistema podría ser un avance para la comprensión de cómo se desarrolla la pesca artesanal de tiburones, rayas y otras especies cuya pesca está permitida, así como de la captura incidental de especies amenazadas.
De acuerdo con ProDelphinus, cada año se pesca de manera incidental alrededor de 5000 tortugas y por lo menos 10 000 delfines (cetáceos), generando un fuerte impacto en la conservación de estas especies, ya que reduce las poblaciones de animales marinos que no deben ser capturados por encontrarse amenazadas y en riesgo de extinción. Por ello, cualquier método que aumente la calidad y la cantidad de datos sobre esta actividad ayudará a mejorar las acciones de conservación, señaló la directora de esta organización.
Foto portada: Pescadores liberan tortuga atrapada de manera incidental. Foto: ProDelphinus