- Modernos equipos elaborados para este fin han sido probados en bosques de México y Centroamérica.
- Estos monitores acústicos pueden enviar una alerta en tiempo real con información sobre el tipo de sonido y su ubicación.
La tecnología está cambiando el modo de enfrentar los desafíos paraconservar la biodiversidad del planeta. Aplicaciones móviles, sensores, cámaras trampa y monitoreos acústicos son solo algunas de las herramientas que los científicos utilizan actualmente para conocer en qué situación se encuentra determinada especie o cómo manejar determinado recurso natural.
Es por ello que cuando la bióloga mexicana Evelyn Piña Covarrubias escuchó a miembros de tres comunidades de Yucatán hablar sobre su necesidad de controlar la caza y tala ilegal dentro de su territorio, pensó que sería posible hacerlo a través del monitoreo acústico.
“Uno de los objetivos principales para desarrollar AudioMoth fue el de diseñar una nueva técnica con la cual se puedan monitorear disturbios antropogénicos, como los disparos, que muchas veces están vinculados con la caza ilegal de vida silvestre”, explica la bióloga con relación a los equipos de monitoreo acústico recientemente desarrollados por un equipo de la Universidad de Southampton, en el Reino Unido, que pueden registrar sonidos de escopetas y motosierras, permitiendo a los investigadores descubrir frecuencia y patrones en la explotación ilegal de especies.
Estos monitores acústicos son dispositivos tan pequeños como una caja de cerillos, con un valor de US $ 43 por unidad. Un detector de sonido de bajo costo, poco consumo de energía y de código abierto y programable, con diversas aplicaciones para registrar hasta frecuencias de ultrasonido.
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Cuidando pumas y jaguares de México
Los AudioMoths se han utilizado para experimentos pilotos en el Área de Conservación El Zapotal, en Yucatán, y en la Reserva Ecológica El Edén, en Quintana Roo, hábitat de jaguares (Panthera onca) y pumas (Puma concolor), grandes felinos que están en peligro debido a la pérdida de su hábitat y la caza indiscriminada de ellos y de sus presas.
Sonido de rifle. Audio: Universidad de Southampton.
En este territorio existe caza ilegal del jaguar y el puma, y de sus presas, como el venado cola blanca, venados temazate, pecarí de collar, coatí, tepezcuintle, armadillo, por mencionar algunos. También es una zona de especies de árboles como el cedro rojo, granadillo, chicozapote y caoba, que son taladas ilegalmente.
“La fragmentación del hábitat debido al aumento de la producción ganadera y la menor disponibilidad de sus presas principales es una gran amenaza para estos grandes felinos. Además, con frecuencia son asesinados en represalia por la pérdida de ganado o por los cazadores furtivos, ya que todavía hay demanda de abrigos con manchas únicas de los jaguares “, explica la investigadora.
En estas zonas reservadas, los investigadores probaron prototipos del equipo de grabación de sonido, diseñado para transmitir una alerta en tiempo real a los guardaparques con información sobre el tipo de sonido y su ubicación. “Las áreas protegidas a lo largo de la Península de Yucatán carecen de recursos suficientes como para permitir patrullas efectivas y seguras en sus vastas extensiones de bosques naturales. Pero los registradores acústicos disponibles en el mercado son demasiado costosos para las implementaciones de una red grande o tienen una duración de batería corta “, señala Covarrubias.
En cambio, este nuevo dispositivo de monitoreo acústico emplea un microcontrolador de baja potencia y un micrófono que permite realizar análisis en tiempo real, con un algoritmo programable que reduce los requisitos de memoria incorporados en otros equipos de monitoreo acústico y los análisis de datos posteriores a su instalación.
“El desarrollo de esta tecnología ayudará en el monitoreo de disturbios antropogénicos, como caza y tala ilegal, que difícilmente pueden ser monitoreadas por sensores remotos, o que de otra forma necesitarían monitoreos constantes por los guardabosques, lo cual rara vez es posible, debido a la falta de recursos en las áreas naturales protegidas”, señala la bióloga.
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Experiencia en Centroamérica
Un equipo de la Universidad de Southampton y de la Universidad Autónoma Metropolitana, de México, investiga también la detección de disparos de armas de fuego dentro de los bosques tropicales de la Reserva Natural de la Montaña del Tapir, cerca de Belmopán, en Belice, en Centroamérica. “En esta zona reservada existe caza y tala ilegal, pero el gobierno de este país carece de los recursos y personal necesarios para monitorear los recursos naturales del área. Por ello, buscamos alternativas, por medio de los AudioMoths, para monitorear la vida silvestre del área”, señala Piña Covarrubias, integrante del equipo de investigadores.
Sonido de escopeta. Audio: Universidad de Southampton.
La explotación ilegal de recursos requiere dispositivos de pequeño tamaño, de baja energía y de bajo costo, que permita la instalación de una cantidad amplia de equipos para crear una red de cobertura total de grandes extensiones de hábitats explotables, a menudo en terrenos remotos, durante un período continuo de varios meses.
En la zona reservada de Belice se utilizaron 36 AudioMoths, instalados en pares, uno para detectar disparos y el otro para grabar continuamente. Los dispositivos se colocaron en 13 sitios del terreno montañoso, que va entre 60 y 160 metros sobre el nivel del mar.
Se establecieron cinco sitios a lo largo de un trayecto de 1,2 kilómetros de extensión, con un par de dispositivos anclados tanto al lado este como al oeste del tronco de un árbol. Los ocho sitios restantes se distribuyeron en una cuadrícula al norte y al sur de esta zona, con un par de dispositivos en cada sitio, todos con la misma orientación es decir hacia el este y con una separación de 200 metros entre ellos.
Sonido de motosierra. Audio: Universidad de Southampton.
Sesenta y cinco disparos controlados fueron realizados en conjunto en varios lugares dentro de esta red instalad en Belice, apuntando ya sea al este o al oeste para probar las capacidades de detección de los dispositivos con respecto a la orientación y la distancia de la fuente de sonido.
La amplia variedad de fuentes falsas positivas y la variación en la amplitud de disparo debido a factores como la distancia y la topografía ha significado el desarrollo de un algoritmo para detectar este tipo de disparos y acomodar varios componentes del pulso acústico, como la explosión inicial del cañón y las diversas etapas durante su propagación de sonido, de tal forma que los dispositivos instalados puedan reconocer perfectamente los disparos.
“En las selvas donde hemos instalado estos monitores, la topografía y el viento son los factores más importantes para la dispersión de los sonidos. Por ello, estamos trabajando en un diseño de ubicaciones óptimas para una red de monitores en una reserva, con el fin de detectar la explotación antropogénica”, explica Piña Covarrubias.
La investigadora señala que, en etapas futuras de desarrollo, inmediatamente después de que se escuche un sonido perturbador, como un disparo, se enviará una alerta con el tipo de sonido y su ubicación espacial y temporal directamente a una computadora central instalada en una base de operaciones de una reserva. De esta forma, los guardaparques y los administradores de las reservas tendrán acceso a este sistema de monitoreo y podrán actuar de inmediato ante estas alertas.
Para Piña Covarrubias, uno de los objetivos principales del desarrollo de esta tecnología es que las comunidades puedan utilizarla de manera directa y autónoma para el manejo de sus recursos naturales, y que no requieran conocimientos técnicos avanzados para poder hacerlo. Este es unn plan que se planteó desde que inició sus investigaciones con las comunidades de Yucatán, en México, en su afán de monitorear la biodiversidad y reducir los conflictos entre los humanos y la vida silvestre en los bosques tropicales.
Foto portada: Evelyn Piñas Cobarruvias/Universidad de Southampton