- La protección de los bosques tropicales entre el periodo del 2000 al 2012 ha supuesto una reducción de las emisiones de dióxido de carbono equivalentes a un 29 por ciento menos en los índices de deforestación.
La preservación de bosques en los trópicos está ayudando a detener el avance creciente de las temperaturas globales, según una nueva investigación, además de los beneficios que parques y otras áreas protegidas ofrecen a la fauna y a grupos indígenas de los que dependen.
“Las áreas tropicales se valoran a menudo por su papel de salvaguarda de la biodiversidad”, afirmó en una declaración el ecologista Dan Bebber de la Universidad de Exeter. “Nuestro estudio destaca el beneficio adicional de mantener la cubierta de los bosques para reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, [lo cual] está ayudando a reducir el ritmo del cambio climático”.
Los científicos saben que las áreas protegidas bajan los índices de deforestación, especialmente en los trópicos. Un estudio en 2014 sobre la deforestación en Brasil descubrió que las áreas desprotegidas accesibles por carretera o ríos habían sido deforestadas casi en un 44 por ciento, comparado con el 11 por ciento en las áreas protegidas. Pero hasta ahora, la importancia exacta que tienen estos bosques para mantener el carbono fuera de la atmósfera no quedaba clara.
Bebber y su colega ecologista Nathalie Butt de la Universidad de Queensland en Australia decidieron comprobar qué hubiera sucedido a los niveles de carbono si los bosques en parques y reservas de América del Sur, Asia y África se hubiesen talado. En total, estas áreas cubren alrededor del 20 por ciento de todos los bosques tropicales. Utilizando los modelos estadísticos, los investigadores estimaron la cantidad de carbono que se habría liberado si se hubieran talado.
Descubrieron que proteger esas áreas entre el 2000 y 2012 se tradujo en la misma reducción de las emisiones de carbono que si los índices de deforestación se hubiesen reducido a casi un 30 por ciento en el mismo periodo de tiempo. Sus descubrimientos se publicaron en la revista «Cientific Advances» el 25 de octubre.
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Reservas en América del Sur retuvieron la mayor parte de carbono
La tala de bosques por parte de los humanos supone un 10 por ciento de la cantidad total de carbono emitido a nivel global. Pero los bosques tropicales también retienen un 68 por ciento del carbono mundial en las raíces de los árboles, troncos, y cubierta.
El equipo descubrió que las reservas en América del Sur retuvieron la mayor parte de carbono durante ese periodo, 368.8 millones de toneladas métricas (406.5 millones de toneladas). Las áreas protegidas asiáticas representaron otros 25 millones de toneladas métricas (28 millones de toneladas), y las de África añadieron 12.7 millones de toneladas métricas (14 millones de toneladas).
En total, las áreas tropicales protegidas del mundo almacenan casi 407 millones de toneladas métricas (449 millones de toneladas) de dióxido de carbono cada año. Esto supone tres veces la cantidad de carbono que Reino Unido emite cada año.
Desde su enfoque, los autores argumentan que estos resultados reafirman el apoyo para mantener los bosques.
Escriben que “el almacenamiento del carbono, junto con los beneficios socioeconómicos y de biodiversidad, proporciona un mayor apoyo ante la necesidad de mantener una red protegida a nivel mundial”.
Referencias
Barber, C. P., Cochrane, M. A., Souza, C. M., & Laurance, W. F. (2014). Roads, deforestation, and the mitigating effect of protected areas in the Amazon. Biological Conservation, 177, 203-209.
Bebber, D. P., & Butt, N. (2017). Tropical protected areas reduced deforestation carbon emissions by one third from 2000–2012. Scientific Reports, 7 (1), 14005.
Imagen de cabecera: deforestación para palma aceitera. Foto de Rhett A. Butler / Mongabay.