- El Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos Seno Almirantazgo es un espacio natural de alimentación, reproducción y descanso de estas especies.
- Chile cuenta ahora con más del 40% de su espacio marino bajo algún sistema de protección.
Una nueva zona reservada se suma en el mar de Chile. Esta vez es el Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos Seno Almirantazgo, la primera creada en las costas de Tierra del Fuego, que corresponde a la región de Magallanes y a la Antártica Chilena.
Su extensión de 764 kilómetros cuadrados comprende dos zonas: Seno Almirantazgo Este y Bahía Brookes, que albergan especies emblemáticas de la región como la foca leopardo (Hydrurga leptonyx), el albatros de ceja negra (Thalassarche melanophris) y el elefante marino del sur (Mirounga leonina).
Rodrigo Guijón, Coordinador del Programa de Conservación Marina de Wildlife Conservation Society (WCS) Chile, explica que esta área marina protege zonas de descanso, alimentación y reproducción de la foca leopardo. El islote Albatros alberga la colonia reproductiva de albatros de ceja negra, la única reportada en aguas interiores y que ha dado material para muchas investigaciones. Además, es zona de descanso, muda y reproducción del elefante marino del sur, especie que hace un siglo estuvo a punto de desaparecer. Muchísimas otras especies como moluscos y estrellas de mar también se encuentran en la reserva.
En esta zona marina del sur de Chile también se encuentran bancos naturales de ostión del sur, (Austrochlamys natans), los bosques de huiro (Macrocystis pyrifera) y los hábitats proglaciales-marinos ubicados en las bahías Parry, Ainsworth y Brookes, así como lugares de ocupación y tránsito históricos y culturales, señala el decreto supremo del gobierno chileno que aprueba el área protegida.
“El Seno Almirantazgo se caracteriza por su alta productividad biológica y una gran riqueza y abundancia de especies raras, endémicas y de importancia global. Estas especies no están en peligro de extinción, pero algunas de ellas conforman colonias únicas y frágiles en la Ecorregión de Canales y Fiordos”, sostiene Guijón.
El coordinador de WCS Chile manifiesta su preocupación por la sobreexplotación de recursos pesqueros, la basura relacionada a la pesca y otras actividades, la caza de la foca leopardo, el turismo no responsable y la presencia de especies exóticas invasoras como el visón (Neovison vison) y el castor (Castor), situaciones que ponen el peligro el ecosistema marino.
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Mayor protección en el mar de Chile
Francisco Solis, director del Proyecto Patagonia Chilena, de The Pew Charitable Trusts, considera que la creación de la primera área marina protegida de Tierra del Fuego es un gran paso para saldar la deuda pendiente de conservación en las áreas marino-costeras de Chile, principalmente en la zona de archipiélagos y fiordos del extremo austral de Chile.
Hasta hace una década, según afirma Yerko Vilina, científico de la Universidad Santo Tomás, Chile era el país más atrasado en Latinoamérica en relación a la creación de áreas marinas protegidas. “Costó mucho crearlas porque el mar es administrado por la armada nacional que maneja la costa marina, las aguas marinas y los fondos marinos. Fue un camino largo para que delegara a otros organismos del Estado su administración”. El científico señala Chile ha pasado de tener un 4% del mar protegido a más del 40% de áreas marinas bajo algún sistema de protección.
Con la creación de Seno Almirantazgo son doce las áreas marinas protegidas de Chile, además, el país cuenta con ocho parques marinos y cinco reservas marinas.
Sin embargo, aunque Chile es ahora uno de los países con mayor porcentaje de áreas marinas protegidas, el 97% de ellas se encuentra alrededor de islas oceánicas y solo el 3% corresponde a zonas marinas costeras y aguas interiores, es decir, aquellas estrechamente ligadas al dominio terrestre. Así lo explica Solis: “Debemos entender la interacción entre tierra y mar para que la protección del medioambiente sea integral y proteger el territorio como un todo”.
Para el científico Carlos Gaymer, del centro Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (Esmoi), la conservación de las especies de esta zona “permite a Chile avanzar hacia la representatividad ecosistémica de la protección comprometida en la meta once de Aichi, un compromiso de los gobiernos para preservar su diversidad biológica. “Hasta ahora, solo las Ecorregiones de islas oceánicas cumplían con creces el 10% de protección comprometido. Ahora, esta nueva área permite que la ecorregión de canales y fiordos del sur de Chile alcance un 22% de protección”.
El biólogo marino, impulsor de cuatro áreas protegidas en el mar chileno, sostiene que su país cuenta con ecosistemas únicos de importancia mundial que requieren protección “antes que el desarrollo industrial acabe con ellos”.
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Manejo sostenible de Seno Almirantazgo
El representante de WCS Chile, ha señalado que esta área permitirá desarrollar un modelo de gestión efectiva para la conservación de las costas de Chile. Para ello, será necesario que los actores involucrados en su creación trabajen de manera conjunta.
La propuesta de creación de esta área protegida fue presentada por WCS Chile al Ministerio del Medio Ambiente en junio de 2017, luego de una década de trabajo colaborativo de diversos actores locales y del sector público y privado.
“Se trata de un laboratorio natural para el desarrollo de las ciencias sociales y naturales.
Las actividades productivas están relacionadas con la pesca artesanal y el turismo. La investigación científica, la conservación y la educación ambiental son actividades relevantes”, agrega Guijón.
Solis, de Pew Charitable Trusts, menciona que, al ser un área protegida de múltiples usos, es posible la coexistencia armoniosa de actividades pesqueras, de turismo, de investigación científica, de educación y de conservación ambiental, entre otros. “La idea es tener una gestión integradora, considerando tanto especies marinas de importancia comercial, como aquellas de importancia ecológica, además de aspectos paisajísticos como los hábitats pro glaciales, hábitats como los huirales, sustratos rocosos, arenosos, entre otros”.
Como investigador, Vilina dice que contar con áreas protegidas con muy poca intervención humana es trascendental para el estudio científico sus ecosistemas y de las especies que los habitan. Menciona que esta área marina protegida se une ahora a al Parque Natural Karukinka, en la zona terrestre de esta región, formando así una continuidad de espacio protegido entre el mar y la tierra. “En esta zona existen glaciares que albergan una vida silvestre única y que, además, turísticamente son espectaculares”.
Guijón considera que la presencia de ciertas especies es un indicador de la salud de los ecosistemas y un espacio importante para la investigación científica. “En el Seno Almirantazgo se han conducido muchas investigaciones a nivel regional, nacional e internacional, y se espera que esta área protegida incentive la generación de conocimiento relevante y pertinente”.
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