- La bióloga Maribel Arias, en la Expedición Santander Bio, descubrió un nuevo cangrejo de agua dulce con un intenso color mandarina. El hallazgo de Phallangothelphusa tangerina se dio en el municipio de El Carmen de Chucurí, en la Serranía de Yariguíes.
- La presencia de este cangrejo refleja el buen estado de conservación de la zona y es un excelente bioindicador de la salud de las aguas.
Maribel Arias fue una de las biólogas que formó parte de Santander Bio, una de las más recientes expediciones del Instituto Humboldt al departamento de Santander, en el nororiente de Colombia. Durante la travesía, realizada en el 2018, se exploraron las inmediaciones del Páramo de Almorzadero en el municipio de Santa Bárbara, la Serranía de Yariguíes en el municipio de El Carmen de Chucurí y la cuenca media del río Magdalena en el municipio de Cimitarra.
El objetivo era recorrer estos ecosistemas estratégicos, explorarlos y hacer un inventario de la biodiversidad del lugar. Los investigadores encontraron una riqueza excepcional en especies de peces, anfibios y plantas, y entre los hallazgos más importantes se destaca un nuevo cangrejo de agua dulce (Phallangothelphusa tangerina), descubierto por Maribel en una de las salidas de campo a la Serranía de los Yariguíes a poco más de 700 metros sobre el nivel del mar (msnm).
La historia en 1 minuto: El hallazgo de Phallangothelphusa tangerina se dio en el municipio de El Carmen de Chucurí, en la Serranía de Yariguíes, departamento de Santander. Esta nueva especie fue llamada “cangrejo mandarina” por su intenso color. Video: Mongabay Latam.
“El Carmen de Chucurí fue uno de los sitios más interesantes. Hay tanto por descubrir que queremos volver. Era un territorio muy inexplorado, fuimos de los primeros en conocerlo y empezar un estudio allí”, cuenta la bióloga. El lugar cuenta con unos de los bosques mejor conservados de Santander, en parte, gracias a la labor de un grupo de personas conservacionistas de la religión adventista en la vereda La Belleza, que no cazan ni pescan. A pesar de su buen estado, la bióloga asegura que ya existe fragmentación que viene del pasado.
El hallazgo de Maribel es descrito en un artículo publicado en la revista Zootaxa, en compañía la profesora Martha Campos del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia y el investigador del Instituto Humboldt, Carlos Lasso. El particular nombre dado a este animal (‘tangerina’), cuyo espécimen más grande recolectado hasta el momento llega a medir cinco centímetros, se debe al intenso color naranja, muy poco usual en este tipo de artrópodos de agua dulce. “Es como el color de una mandarina”, asegura Maribel.
Este nuevo cangrejo refleja la enorme biodiversidad de Colombia. Es el segundo país del mundo, después de China, en número de especies (111) de cangrejo de agua dulce y ocupa el primer lugar en la región tropical del continente americano.
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Un animal difícil de atrapar
Llegar hasta el lugar donde se encontraba este pequeño cangrejo mandarina no fue una tarea sencilla. ‘Tangerina’ vive entre el lodo y las grietas de las rocas. Durante los 14 días que duró la expedición a El Carmen de Chucurí, Maribel estuvo recolectando peces, caracoles y en especial cangrejos, debido a la experiencia que ya ha adquirido para “predecir” donde se podían ocultar.
La investigadora encontró varios, pero todos los que veía hasta el momento eran conocidos. Antes de hallar a la nueva especie, la bióloga empezó a salir en las noches y en ese momento de la jornada fue cuando logró observar muchos más cangrejos de diferentes especies. La riqueza natural de la zona la había impresionado y sabía que tenía que haber algo nuevo. “Me empecé a desviar de la quebrada donde estaba haciendo mis búsquedas, empecé a recolectar caracoles y de un momento a otro levanté una piedra y lo encontré. ¡Qué emoción!”, recuerda.
“Encontrar esta nueva especie llevó consigo un poco de suerte. La hallé casi en los últimos días de la expedición”, le cuenta Maribel a Mongabay Latam. “Fue un encuentro inesperado, tenía en mis manos a un cangrejo muy vistoso de color mandarina y eso llamó mi atención pues sabía que era algo muy inusual. Normalmente los cangrejos de agua dulce son marrones, tienen colores muy opacos”, dice.
Una vez llegó a Bogotá, con ayuda de la profesora Martha Campos, logró determinar que el pequeño artrópodo era una especie nueva. Sin embargo, faltaba algo para hacer el anuncio oficial: Maribel solo tenía un cangrejo y necesitaba más individuos para hacer todas las comparaciones y descripciones.
Meses después volvió a El Carmen de Chucurí a buscar más cangrejos. Contaba solo con tres días para lograrlo y el reto era aún mayor pues estos animales se mueven bastante y no siempre permanecen en el mismo sitio. Pero persistió, siguió caminando y por fin los descubrió, cerca de la orilla de una quebrada, entre el lodo y las rocas. “No son fáciles de observar, toca enlodarse, tratar de meterse en los rincones y con una linterna observar entre las grietas. Este cangrejo tiene algo de cavernícola, aunque no habita en cavernas sí le gusta enterrarse en el barro, a diferencia de muchos otros que viven sobre el río y les gusta más estar en el agua”, cuenta Maribel.
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Importancia ecológica
La bióloga encontró más de siete cangrejos pero casi todos eran hembras. “Los reconoces por su abdomen. El de la hembra es semicircular y el del macho es triangular”. El punto es que con un cangrejo hembra solo se puede llegar hasta la descripción del género y afirmar que una especie es nueva solo es posible analizando al macho. Maribel explica que el macho internamente tiene unos apéndices conocidos como gonópodos (aparato reproductor) y son únicos para cada especie. “Es como si fuera una llave que solo encaja en la cerradura de la hembra de su especie”, dice.
Finalmente, luego de la ardua búsqueda y con varios cangrejos en su poder, se pudieron hacer todas las comparaciones y análisis para finalmente asegurar que ‘tangerina’ era una nueva especie para la ciencia. Lo que sigue ahora es investigar sobre su ciclo de vida. Por el momento, se cree que su hábitat es muy particular y que es una especie restringida a ciertos lugares, aunque no se conocen bien sus poblaciones. “La nueva especie se distingue de sus congéneres principalmente por la morfología del primer gonópodo masculino, en particular por las formas de los procesos mesial y lateral, y la forma de la superficie y el contorno del ápice”, dice el estudio.
El llamativo color mandarina se le atribuye a la presencia de un complejo de carotenoproteínas llamado crustacianina, tiene un caparazón formado por carbonato de quitina, cinco pares de patas y pertenece a la familia Pseudothelphusidae. “En Colombia solo tenemos dos familias: la Pseudothelphusidae y la Trichodactylidae. La primera se encuentra desde los 100 hasta los 2800 msnm y la otra habita en zonas menores a 100 msnm”.
Una de sus cualidades es filtrar su alimento con sus quelas (pinzas) y mandíbula. Además, juega un papel muy importante en la dieta de otros animales como grandes peces, aves y mamíferos acuáticos.
‘Tangerina’ representa el buen estado de conservación del bosque alto andino de la región de Santander. “Su presencia confirma que el agua está saludable ya que no podrían vivir en aguas contaminadas”, afirma Maribel, y es por eso que no duda en afirmar que la contaminación de las fuentes hídricas, las actividades mineras y la deforestación lo pondrían en grave riesgo.
“Descubrir una nueva especie es una felicidad completa. Sabes que estás contribuyendo a la ciencia y al conocimiento”, asegura Maribel. Pero lograrlo es una demostración de esfuerzo que, en el caso de la bióloga, termina siendo una motivación para seguir en el campo científico. Sin embargo, lo más importante para ella es, quizás, que es una forma de decirle a la sociedad que aún queda mucho por descubrir y que eso no será posible si avanza la destrucción de los bosques y la contaminación de las aguas. “Tenemos que cuidar las rondas hídricas, por lo menos, en el caso de los cangrejos, hay una enorme interacción entre río y suelo”, concluye.
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REFERENCIAS
CAMPOS, M. R., LASSO, C. A., & ARIAS, M. (2019). A new species of freshwater crab of the genus Phallangothelphusa Pretzmann, 1965, from the foothills of the Serranía Yariguíes of Colombia (Crustacea: Decapoda: Pseudothelphusidae). Zootaxa, 4550(4), 579-584.
*Imagen principal: Nueva especie de cangrejo de agua dulce en Colombia. Foto: Felipe Villegas – Instituto Humboldt.