- Ya son seis años desde que el Estado peruano empezó el proceso de creación de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau. Este mes comienza la etapa de consulta y se espera contar con el área a mediados del 2019.
- El lote de hidrocarburos Z-2B, ubicado dentro del área propuesta para la reserva, aún no tiene completo su sistema de integridad de ductos. OEFA confirmó una fuga de gas en este lote operado por Savia Perú a inicios de febrero, aunque los pescadores artesanales denuncian que estos eventos suceden todos los meses.
- La pesca ilegal de arrastre y de bolicheras dentro de las cinco millas del mar sigue siendo una amenaza para las 25 mil familias de los hombres de mar en Piura y Tumbes.
“Deja que nos choquen, los estoy grabando”. Con la voz firme y detrás de la cámara, Justo Bancayán, entonces sargento de playa de La Islilla, en Piura, confrontaba a pocas millas de la costa norte a los pescadores de una embarcación de arrastre. Ese día de diciembre del 2015 salió con su tripulación a enfrentarlos, cansado de ver a diario decenas de esos botes que arrasan ilegalmente con la biodiversidad marina y dentro de las cinco millas, un espacio destinado exclusivamente para la pesca selectiva artesanal. Don Justo, quien ahora ya no es más sargento, sigue viendo cómo las arrastreras entran al mar sin restricciones, sobre todo por las noches.
Kilómetros al norte de La Islilla, ya en Cabo Blanco, la situación es similar. Mongabay Latam fue testigo en enero de la actividad de un bote arrastrero que operaba a menos de una milla de distancia de la playa. Durante tres millas fue extendiendo sus ‘palanquines’, una suerte de asas con las que abre la red que jalará lo que encuentre bajo el mar: desde peces de todo tamaño y hasta arrecifes.
La historia en 1 minuto: ¿Por qué es importante crear la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau? Video: Mongabay Latam.
“Nos podemos acercar, pero no podemos decirles nada si no tenemos a la Marina y a la Dirección Regional de Producción (de Piura) al lado”, dice Santos Tume, sargento de playa de Cabo Blanco. Con él hemos salido a navegar y a observar la impunidad diaria de estos botes. Porque luego de que los pescadores recibieran amenazas, por parte de estos ilegales, de haber soportado que destruyan sus embarcaciones y de haber sido denunciados por tratar de detener a los arrastreros, los hombres de mar de Piura y Tumbes solo pueden ser testigos de la destrucción de ese ecosistema submarino.