- Los crianceros han decidido organizarse para intentar trasladar su ganado hacia el sur e intentar salvarlo.
- La sobredemanda de agua, principalmente desde el sector agrícola, combinada con efectos del cambio climático y ciclos naturales, tienen a este poblado precordillerano sumido una extrema crisis hídrica y a sus habitantes en la desesperación.
300 cabras tenía Margarita Segovia Segovia, criancera, fabricante de quesos de la localidad de Putaendo, en abril de este año. Cinco meses después, solo tenía 150. Una a una fueron muriendo las cabras por la falta de agua que acabó con el pasto y la comida disponible.
“Esta murió esta mañana”, dice Margarita indicando el cadáver de ojos abiertos que yace tirado en el peladero empedrado junto a las cabras sobrevivientes que esperan en silencio que algo de agua y pasto les llegue. En Putaendo “5000 animales van muertos”, asegura Freddy Moreno, vocero de los crianceros de este valle encajado en la precordillera de los Andes, en la región chilena de Valparaíso, declarada hace un mes en emergencia agrícola y ganadera por escasez hídrica.
La historia en 1 minuto. Video: Mongabay Latam.
Para los habitantes de Putaendo, que llevan 10 años padeciendo una sequía prolongada, el 2019 les ha mostrado la cara más fea de este problema. Según científicos que estudian el tema es consecuencia de una combinación entre sobredemanda de agua, ciclos naturales y efectos del cambio climático que, de manera lenta pero permanente, ha secado y seguirá secando el territorio central de este largo país.
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“Engordamos pa morir flacos”
“Hace años que no tenemos lluvias normales. El año pasado ya tuvimos una baja y llegamos a 114 mm”, señala Manuel Olivares, habitante de Putaendo, pero este año solo ha llovido 31,6 mm. Con esas cifras, el territorio que ha sido siempre considerado semiárido “pasa a ser hiperárido, porque con 30 mm es el desierto”, asegura René Garraud, científico experto en climatología del centro científico para el Clima y la Resiliencia (CR2). Aunque el experto advierte que existen razones para esperar que vengan años más lluviosos, asegura que la realidad actual de Putaendo es una mirada anticipada a lo que será la zona en unos 40 años más. “Es realmente dramático”, dice Freddy Moreno con voz afligida, quien por estos días se encuentra organizando una campaña para reunir algún dinero, que les permita a los crianceros arrendar campos más al sur para poder trasladar los animales.