- Un equipo de periodistas de Mongabay Latam se embarcó en una travesía de diez días para observar de cerca, junto a más 15 investigadores, cómo se hace ciencia en una de las estaciones biológicas más importantes de Latinoamérica.
La bióloga Yannet Quispe recoge pacientemente las hojas secas que han ido perdiendo días tras día los árboles milenarios y gigantes que la rodean. Busca entre sus cosas una pistola láser para medir la temperatura del bosque; saca un machete —que empuña con la confianza de quien toma un tenedor para comer—, y empieza a cortar las hojas en pequeños pedazos. Las pasa por un cernidor cilíndrico de tela, recoge la tierra que queda tras tamizar todo el material y se la lleva al laboratorio. Ahí, con una lupa buscará lo que para la joven investigadora es lo más cercano a un tesoro: hormigas.
Unas horas antes, tres personas partieron al alba a bordo de un bote inflable. Equipadas con binoculares, cámaras de video y libretas aguardan, en medio del zumbido de un grupo de abejas, la aparición de una familia de lobos de río. Apuntan y graban cada escena como si fuera la más importante de todas. Solo esa observación sostenida y constante les permitirá entender el comportamiento social de estos mamíferos acuáticos.
“Diez años son un segundo en la vida de un bosque”, repite el investigador Varun Swamy, mientras revisa sus parcelas. En ellas ha colocado mallas cuadradas suspendidas en el aire acompañadas de pequeños cuadrantes marcados a ras del suelo. Ambos sistemas reciben lo que cae de las copas de los árboles: semillas, hojarasca, frutas, heces de insectos, reptiles y hasta culebras. Por eso sacude con cuidado las trampas para evitar picaduras o mordidas de los escurridizos intrusos, pues lo único que les interesa es rescatar las semillas.
Estas tres escenas ocurren en la Estación Biológica Cocha Cashu, conocida simplemente como ‘Cashu’, un laboratorio natural que reúne desde hace 50 años a científicos peruanos y extranjeros, y que funciona en el núcleo del Parque Nacional del Manu, un área protegida de casi dos millones de hectáreas. ‘Cashu’ es una especie de isla que guarda una muestra casi intacta del majestuoso bosque tropical amazónico y, en ella, cientos de científicos han dedicado años de su vida a entender los secretos de este ecosistema. De hecho, en la estación Cashu se han producido más de 700 investigaciones que han permitido entender la Amazonía y a sus habitantes. ¿Cómo se hace ciencia en el corazón de la Amazonía?
LAS HISTORIAS
Imagen central: La ilustración de la portada ha sido producida por el equipo de Kipu Visual.