- Nuevos videos de cámara trampa muestran a tres cachorros de aguará gauzú comiendo comida regurgitada por su madre.
- Esta especie ha recolonizado recientemente el Parque Nacional Iberá en Argentina, gracias a los esfuerzos de conservación.
Lobo de crin, Aguará gauzú o Chrysocyon brachyurus. ¿Te suena conocido? Una cámara trampa en el Parque Nacional Iberá de Argentina ha revelado imágenes sorprendentes de esta especie, una de las más esquivas del mundo. La serie de imágenes muestra a tres cachorros de aguará guazú jugando solos fuera de su guarida, luego siendo amamantados y comiendo comida regurgitada por su madre, a quien los investigadores han llamado Preta.
Rogerio de Paula, experto en lobos de crin del Centro Nacional de Investigación y Conservación de Mamíferos Carnívoros de Brasil, cuenta que es la primera vez que observan estos comportamientos en lobos de crin salvajes, lo que le aporta mayor relevancia al registro visual.
En 2020, los investigadores de la Fundación Rewilding Argentina -ONG que se asocia con Tompkins Conservation-, colocaron collares de radio VHF en lobos de crin dentro de Iberá para conocer más sobre sus hábitos. En agosto de 2021, descubrieron tres cachorros de aguará gauzú que vivían en los pastizales del parque, por lo que el equipo instaló una cámara trampa fuera de su guarida.
“No es fácil encontrar la especie en la naturaleza y registrar su comportamiento… y aún más difícil encontrar cachorros ya que están bien escondidos por sus padres”, dijo a Mongabay Talía Zamboni, bióloga de la Fundación Rewilding Argentina, en un correo electrónico. “Poder monitorear su vida y hábitos diarios aporta a la ecología y comportamiento de la especie [que es] fundamental para su conservación”.
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Según estimaciones del año 2005, hay alrededor de 660 lobos de crin viviendo en Argentina, y alrededor de 23,600 en total en Sudamérica. Sin embargo, De Paula dice que estos números deben actualizarse urgentemente con un nuevo recuento de población para comprender completamente el estado de conservación de la especie en la actualidad.
Las principales amenazas para el lobo de crin son la pérdida y fragmentación del hábitat, los atropellos por vehículos en carreteras con mucho tráfico y la propagación de enfermedades contagiadas por animales domésticos. Muchas veces las personas también los ven como una amenaza para su ganado.
Según Zamboni, los lobos de crin están “extintos” en ocho provincias de Argentina y solo recientemente comenzaron a recolonizar el Parque Nacional Iberá. El aumento de lobos de crin en Iberá podría deberse a los recientes esfuerzos para proteger su hábitat, las prohibiciones de caza y la recuperación ecológica de la región, dijo.
“La especie representa el ‘más buscado’ entre los observadores de vida silvestre que sueñan con ver un individuo de la especie”, dijo Zamboni, y agregó que la población local de lobos de crin ayudaría a hacer del Iberá un destino deseado para el ecoturismo.
De Paula dice que el restablecimiento de los lobos de crin en Iberá fortalecería aún más el ecosistema local, pues ayudaría a controlar a las especies que son sus presas y permitiría la propagación de semillas a través del consumo de frutas.
“Están dando nueva vida a las áreas que utilizan”, dijo De Paula. “Si mantienes alta la población, tendremos esta [propagación] de nuevas plantas, nuevas semillas”.
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El Parque Nacional Iberá es una región de humedales protegidos que abarca 195 100 hectáreas en el noreste de Argentina. El parque se estableció en 2018 con donaciones de tierras de Kris Tompkins y Douglas Tompkins de Tompkins Conservation, y desde entonces ha sido el sitio de un proyecto de reconstrucción a gran escala. Se han liberado numerosos animales en el parque, incluidos jaguares (Panthera onca), guacamayos rojos y verdes (Ara chloropterus), osos hormigueros gigantes (Myrmecophaga tridactyla) y ciervos de las pampas (Ozotoceros bezoarticus).
La reconstrucción de Iberá es parte de un esfuerzo mayor para proteger grandes franjas de Argentina y Chile a través de una red de parques nacionales. Trabajando en colaboración con socios públicos y privados, Tompkins Conservation ha ayudado a establecer 15 parques nacionales y ha protegido 5,9 millones de hectáreas (14,7 millones de acres).
Imagen principal: Cachorros de lobo de crin en el Parque Iberá. Imagen de Tompkins Conservation.
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