¿Recuerdan la historia de los albatros de la especie Laysan que “adoptaron” a polluelos de albatros de patas negras para salvarlos de morir ahogados en Hawái? En un nuevo episodio de #ExpedicionesCientíficas, el oceanólogo Julio César Hernández habla sobre los resultados positivos de esta estrategia de conservación y del asombroso encuentro de Bruno y Hope.
Un largo proceso de recuperación
Losavances tecnológicosactualmente ofrecen múltiples posibilidades para proteger la biodiversidad. Aplicaciones innovadoras, drones, sistemas de monitoreo en tiempo real y soluciones basadas en la inteligencia artificial empoderan el trabajo de conservacionistas y expertos, pues son herramientas efectivas y precisas para acompañar sus conocimientos en la identificación, vigilancia, rastreo e investigación de la vida silvestre alrededor del mundo.
La historia de Bruno y Hopey el complejo proceso de translocacióndesde Hawái hasta México, que involucró el uso de tecnología y la innovadora colaboración entre humanos y aves, dan cuenta de ello. Pero llegar al punto en donde los científicos celebraron el regreso de estos dos albatros de patas negras no es una historia sencilla y parte con la recuperación de las poblaciones de la otra especie de albatros, los Laysan.
El proyecto implicó un proceso de dos décadas y queinició con la restauraciónde la propia Reserva de la Biosfera Isla de Guadalupe, cuyos ecosistemas fueron largamente amenazados por la introducción humana degatos feralespensados para el control de ratones, pero que en su lugarlograron extinguir localmente plantas y seis especies de aves.
“Hubo una depredación constante sobre los albatros de Laysan. Nosotros, el GECI, iniciamos protegiendo sus colonias de anidación en el 2003. Para el 2014 construimos, en coordinación con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp),un cerco de exclusión de 730 metrosque evitaba el ingreso de los gatos a una península, en la parte sur de la isla”, explica Hernández.
Aunado al control poblacional de los gatos,62 hectáreas quedaron protegidas y libres de la presencia y depredación de esta especie invasora. Esto favoreció el incremento de varias especies en general, pero particularmente la de los albatros de Laysan que aumentaron de forma alentadora su población.
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Imagen principal: Polluelo albatros de patas negras con su padre adoptivo Laysan en la Isla Guadalupe. Edad del pollito: 10 días. Foto: GECI / J.A. Soriano