Los proyectos portuarios del Canal de Panamá amenazan a los manglares
Los proyectos portuarios del Canal de Panamá amenazan a los manglares
Rhett A. Butler
Traducción por Genoveva Trejo Macías
mongabay.com
18/3/2008
El desarrollo portuario y la especulación de la tierra en Panamá están convirtiendo a algunos de los manglares más productivos del Caribe en vertederos.
Panamá alberga a los manglares más extensos de América Central, y debido a que el país se encuentra fuera del cinturón de huracanes, estos ecosistemas del lado Atlántico son particularmente ricos, sirven de guardería para la vida marina, incluyendo a especies de importancia pesquera, y constituyen santuarios para las aves. Los manglares y las camas de pastos marinos aseguran una gama de servicios ecológicos locales, como el amortiguamiento contra las tormentas y las inundaciones, la filtración de agua para reducir la sedimentación y la protección de las áreas costeras contra la erosión.
La destrucción de los manglares ha sido impulsada por la expansión portuaria, el crecimiento poblacional provocado en gran medida por la migración de otras partes del país, y la apatía local. Su estatus como área pública los hace vulnerables a la tala para crear contenedores, para la expansión portuaria o simplemente para la especulación de la tierra.
Los desarrolladores incitan a los migrantes de bajos recursos a presionar a los políticos para promover los proyectos, pero una vez que éstos son aprobados, los desempleados no son contratados debido a su falta de capacitación. De este modo se genera riqueza en los puertos, los ferrocarriles y el canal, aunque sólo una pequeña fracción permanece dentro del área.
En un país en donde más de la mitad del terreno forma parte de reservas indígenas y de áreas protegidas, las quejas de la degradación ambiental podrían parecer no tener importancia y son poco razonables para los desarrolladores. No obstante, ha sido posible obtener el apoyo de los comerciantes y se han obtenido respuestas positivas.
El grupo Galeta tuvo que lidiar con los ocupantes ilegales que perdieron sus hogares en un incendio ocurrido en la ciudad de Colón. Estos habitantes fueron reubicados en la entrada de un área protegida, en donde empezaron a cazar iguanas, atrapar cangrejos y colectar pericos para vender, de modo que se invirtió una gran cantidad de energía en invitarlos a conocer el laboratorio, los proyectos científicos y de educación para obtener el apoyo de Coco Solo
Para que la gente conozca la importancia de los manglares se necesitan continuar y expandir los programas educativos, ya que estos ecosistemas sostienen a los pescadores y ayudan a prevenir inundaciones, beneficios que mucha gente ignora.
