Consejos para su primera visita a los bosques tropicales
Consejos para su primera visita a los bosques tropicales:
Una entrevista con el autor Harry S. Pariser sobre las selvas tropicales
Rhett A. Butler
Traducido por Patricia Rossi
es.mongabay.com
10 de julio de 2008
Harry S. Pariser ha escrito guías de viajes y artículos durante muchos años. Su guía más reciente es “Explore Costa Rica”, que contiene abundante información sobre el país y sus selvas tropicales.
Mongabay: ¿Cómo comenzó su relación con las selvas tropicales?
Donde yo crecí, había bosques alrededor de mi casa, y pasé muchas horas felices explorándolos. A los 12 años, escribí mi primera “Carta al Editor”, diciendo que “esos bosques debían ser preservados como parque.” Hoy, esos bosques no están más, fueron loteados. No hay más conejos activos, salamandras adormecidas, y temibles sanguijuelas para que los niños disfruten.
Mi primer encuentro con las selvas tropicales fue breve. Yo estaba en Rwanda. Había estado en Uganda con un viajero holandés en el Parque Nacional Kabalega Falls, y habíamos conocido una pareja de Bélgica. Se ofrecieron a llevarlo a Burundi, donde él vivía, y los acompañé hasta Rwanda. Paramos junto al volcán, y contrataron un guía para que nos llevara a ver los gorilas de la montaña. Esto sucedió antes de que hubiera publicidad acerca de los simios, antes de que se editaran guías de viaje acerca de África, y yo sabía poco acerca de los gorilas de la montaña. Desafortunadamente el banquero comenzó a sentir punzadas en el corazón, y tuvimos que regresar.
Después de ése, tuve breves encuentros con la selva tropical en Sumatra y en Lombok, Indonesia.
Harry S. Pariser |
La primera selva tropical sobre la que escribí fue la Caribbean National Forest. Cuando escribí la primera edición de “Explore Costa Rica” (que entonces tenía otro título), amplié sustancialmente el tema del ecosistema de las selvas tropicales en mi Introducción.
Mongabay: ¿Qué piensa usted acerca del turismo en las selvas tropicales, con relación a la conservación de estos sistemas?
En un mundo ideal, los bosques serían preservados por su valor intrínseco – por la belleza que poseen, porque nos dan un respiro del asfalto, y porque cobijan a otras criaturas en un ecosistema independiente de los seres humanos. La realidad es que el homo sapiens piensa a corto plazo. Muchas personas, especialmente en las regiones ecuatoriales, luchan para apenas sobrevivir. Por un lado tenemos las corporaciones multinacionales que piensan solo en el corto plazo, guiadas por los beneficios que puedan obtener, y las compañías locales que están interesadas solamente en la ganancia inmediata. El largo plazo no le preocupa a nadie. Las poblaciones locales no están, en términos generales, conscientes acerca del verdadero valor de las selvas. Esta es una combinación letal en términos de conservación.
Aquí en California tenemos árboles enormes – los pinos y las secoyas — de los cuales se protegen algunos bosques. Visitando las arboledas podemos ver en qué lugar se ha quitado la corteza de un árbol, dónde se ha tallado un paso en la base para que los coches pasen a través, y los tocones de maravillosos especimenes que han sido derribados.
Explore Costa Rica |
Aunque estos árboles ahora ocupan solamente el 2% de la superficie de California, todavía hay luchas feroces por talar el resto. Mientras que para muchos de nosotros parece increíble que se puedan cortar estos árboles magníficos, las compañías madereras no ven las cosas de este modo.
Hoy día, estos árboles están siendo preservados porque tienen un entorno, una generación que ha crecido junto con ellos. Y este cambio se ha producido a través del turismo y la educación ambiental.
Esto también es cierto para las selvas tropicales, salvo que aquí uno se enfrenta a una tarea más desalentadora. La mayoría de los habitantes de los países en vías de desarrollo no tienen los ingresos suficientes para visitar las selvas tropicales y los que viven cerca tienen una existencia difícil y tratan de hacer dinero del modo que sea. Las autoridades son con frecuencia corruptas, y para las corporaciones es fácil manejarlas.
Sin embargo, hay muchos casos en diversas naciones, en muchas partes del mundo, donde los asentamientos, las reservas privadas, las reservas gubernamentales, los parques, y los refugios de fauna salvaje, han preservado grandes áreas de selvas tropicales con resultados altamente satisfactorios. Un cambio importante es que muchos habitantes de esas zonas están mirando sus bosques con nuevos ojos.
Una vez visité las ruinas de un templo Maya que está a la vera de un río de Belice. El joven guía, equipado con binoculares, me mostró un árbol de papaya con una fruta pequeña, probablemente un antepasado de la fruta maravillosa que tenemos hoy. “Si a los extranjeros les gusta tanto nuestra naturaleza, ¿por qué no podemos nosotros apreciarla más?” preguntó.
Esa observación se quedó dentro de mí todos estos años. Definitivamente hay desafíos y problemas con el “ecoturismo” pero necesitamos cualquier éxito que podamos obtener, por pequeño que sea. Ciertamente, los visitantes extranjeros vuelven a sus países con un nuevo (o renovado) aprecio por las selvas tropicales, y los habitantes locales aprenden rápidamente de los visitantes el respeto por el medioambiente. Al mismo tiempo, la presencia de turistas gastando dinero fuerza a los gobiernos a considerar la conservación local como prioridad. Esto no significa que necesariamente tomarán medidas y/o harán cumplir las leyes contra los cazadores furtivos y la tala ilegal, pero es un estímulo.
El ecoturismo, por sí mismo, no puede preservar las grandes extensiones de selva necesarias para la conservación de distintas especies. Lo que realmente hace falta es la preservación de grandes zonas, y esto debe ser una política de los gobiernos. Esto no puede ser solo de la boca para afuera. Debe ser algo sólido, y aquí es donde comienzan los problemas.
Mientras que el turismo en las selvas tropicales pueda ayudar a las comunidades locales, tiene que ser una corriente de ingresos. Es también importante comprometer a los habitantes locales, que no siempre es fácil. También existe la posibilidad de sobredimensionarlo, traer tantos turistas que afecte negativamente el ambiente. Esto es lo que está a punto de suceder en algunos de los parques más famosos en Costa Rica, así que lo mejor es siempre buscar áreas menos populares.
Mongabay: ¿Por qué es importante pasar tiempo en las selvas tropicales?
Uno no puede realmente saber algo sobre, por ejemplo, Islam si nunca ha estado en una mezquita. Uno puede leer sobre el tema, pero no es lo mismo. Cualquiera sea su opinión sobre religión, las mezquitas, especialmente las de siglos pasados, son lugares muy especiales. Del mismo modo, uno no puede simplemente imaginar la selva tropical.
Hay mucho para decir sobre por qué pasar tiempo en los bosques tropicales, de cualquier tipo que sean, y mucho para observar. Hay algunos árboles, por ejemplo, totalmente asombrosos. Se puede así entender por qué el Shinto, la religión nativa de Japón, sentía tanto respeto por ellos y por qué creían que estaban habitados por espíritus.
Mongabay: ¿Qué lecciones podemos aprender visitando los bosques tropicales?
Podemos aprender que somos interdependientes. Vivimos bajo la ilusión de que estamos separados de la naturaleza, de que sus leyes no aplican para nosotros. Creemos falsamente en nuestra capacidad de “conquistar” la naturaleza. Cuando vemos la interacción entre los pájaros y las flores, las hormigas y los árboles, y los animales y la dispersión de las semillas, podemos también aplicar eso a nosotros mismos. Tomando esa interacción más seriamente — tratando de conservar y actuar activamente para la conservación – podemos reconocernos como integrantes de estas áreas.
Mongabay: ¿Qué lugares recomienda usted visitar?
En realidad estoy solamente familiarizado con partes de Asia y de América latina. La mayor parte de Asia no ha tomado las medidas necesarias para preservar sus bosques, y están siendo deforestados a un paso alarmante. Algunas posibilidades incluyen parques nacionales en Malasia y el área de Aceh en Sumatra, que se encuentra nuevamente pacificada. Irian (Nueva Guinea Occidental) es un lugar magnífico para ir pero difícil para recorrer (al igual que gran parte de Indonesia).
El Caribbean National Forest de Puerto Rico, del que hablo en mi guía turística “Explore Puerto Rico”, ofrece una buena introducción. Belice tiene una cantidad de reservas y de parques, incluyendo algunas zonas privadas, pero generalmente son para los viajeros de mayor poder adquisitivo. No me impresionó lo que encontré en El Salvador y Honduras. El Peten de Guatemala ofrece vastas extensiones de bosques tropicales y ruinas Mayas, pero no es fácil recorrer la zona, y no siempre es seguro. Costa Rica tiene innumerables opciones. Muchas de ellas son para altos niveles, pero hay una buena cantidad de alojamientos municipales y otros alojamientos sencillos. Laguna del Lagarto, Tiskita, Luna Lodge, Rara Avis, La Amistad, Las Esquinas, Nicuesa Lodge, y Hacienda Barú son algunos de los alojamientos que se me vienen a la cabeza y que están ubicados cerca de los bosques tropicales. Hay un problema y es que muchas áreas en los llanos ya han sido cortadas, así que lo que queda tiende a ser escarpado (y absolutamente resbaladizo cuando está fangoso). Asimismo, el bosque adyacente tiende a ser secundario o para tala selectiva, por lo que hay que aventurarse hacia las afueras para encontrar el bosque primario.
Mongabay: ¿Hay una verdadera diferencia entre distintas selvas tropicales?
Es importante señalar que el bosque nuboso (Cloud Forest) es diferente del bosque tropical lluvioso (Rainforest). Los árboles tienden para ser más rechonchos, los animales son más difíciles de ubicar, y las elevaciones son más altas. Por lo que la gente debería tratar de visitar tanto el bosque nuboso como la selva tropical si fuera posible. Hay quizás menos bosques secos tropicales que selvas tropicales, y son dignos de ser visitados. Dos lugares que puedo recomendar son Santa Rosa en Costa Rica y Guanica en Puerto Rico. También vale la pena hacer una caminata guiada nocturna. Es absolutamente asombroso lo que se puede ver.
Mongabay: ¿Cuál es la mejor manera de avistar fauna?
Recomiendo una combinación de dos modos. Primero, si usted tiene un buen guía local, él o ella puede mostrarle fauna que usted nunca podría ver de otra manera. Por haber vivido allí todas sus vidas, los guías saben dónde encontrar la víbora de fosa y en que cecropia vive el perezoso. Pueden también identificar pájaros y hablarle sobre el área.
No espere ver muchos animales con excepción de insectos. Muchos mamíferos son noctámbulos, están en peligro de extinción, o ambas cosas. Los primates son fáciles de ubicar, pero otras especies pueden ser evasivas. La observación de aves, irónicamente, a menudo es mejor en los claros. Sin embargo, hay mucho para decir acerca de la observación en lo profundo de la selva.
Además de ir con una guía, uno también debe intentar aventurarse por sus propios medios. Una forma posible de avistar fauna es sentarse en silencio. Uno nunca sabe qué puede aparecer. Es importante recordar que se debe permanecer en los senderos, porque hablamos de naturaleza salvaje, y hay gente que se ha perdido y ha muerto. La mayoría de los alojamientos en las reservas tienen senderos y, a menudo, también mapas.
Habiendo una gran cantidad de árboles a orillas de los ríos, éstos ofrecen a menudo una magnífica posibilidad de ver pájaros, reptiles, y anfibios. Hacer kayak es una gran manera de explorar. En su libro Belice en Kayak, el autor Kirk Barrett cuenta haber avistado un jaguar en un banco de arena mientras navegaba por un brazo del río. Aunque no contaría con ver un jaguar, esta es un gran modo de enriquecer su viaje.
Mongabay: ¿Cómo se debe planificar un viaje?
Yo pasaría tiempo leyendo más sobre las selvas tropicales e intentaría entender algunas de las innumerables y complicadas relaciones simbióticas. Si decidiera hacer turismo aventura en Costa Rica (por ejemplo), leería la historia de los parques y aprendería algo sobre la situación política actual y cómo ésto se relaciona con la conservación ambiental. Intentaría encontrar un lugar (o dos como máximo) y permanecer allí. El tiempo del traslado disminuye la cantidad de tiempo a pasar en el bosque, así que un viaje de calidad significará menos recorrido. Puse un apartado en “Explore Costa Rica” llamado “Cómo elegir una posada en el bosque tropical” junto a otro llamado “Eligiendo un tour.” De todos modos, no me sobrecargaría con libros sobre la fauna o las aves. Muchas posadas los tienen, y las principales especies que usted verá están especificadas en cualquier buena guía de viaje.
Recuerde que las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde son las mejores horas para los paseos. Eso significa que usted quizás deba perder algo de horas de sueño y cambiarlo por una pequeña siesta en la tarde.
Mongabay: ¿Qué preparativos deben hacerse antes de salir?
Llevar agua, repelente para mosquitos (!!), prismáticos, y cualquier folleto que ayude a identificar la fauna.
Mongabay: ¿De qué otro modo se puede participar?
Los programas voluntarios son un buen modo. Pero asegúrese de pedir referencias de voluntarios anteriores. No todos los lugares tratan bien a sus voluntarios. Me sorprendió enterarme que muchos sitios les cobran dinero a los voluntarios para alojarse y trabajar gratis, pero ésa es justamente la realidad de la economía de estos lugares: necesitan el dinero.
Mongabay: ¿Cómo se pueden adquirir sus guías de viaje?
Se pueden comprar en cualquier librería, y también pueden también pedirlas por
Internet.
Tips for visiting the rainforest for the first time