De acuerdo a un reciente estudio realizado por el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE) la ganadería produce la mitad de las emisiones de gases de invernadero en aquel país.
La investigación arrojó que las emisiones producidas por la ganadería en la Amazonia y el Cerrado, un tipo de sabana tropical situada al sur de la selva amazónica, generaron entre 813 y mil millones de toneladas de bióxido de carbono durante el periodo comprendido entre 2003 y 2008. En la Amazonia se produjeron entre 499 y 775 millones de toneladas de CO2, mientras que en el Cerrado se emitieron entre 229 y 231 millones de toneladas.
Las emisiones de la ganadería en otras partes del país alcanzaron entre 84 y 87 millones de toneladas durante dicho periodo.
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El estudio, basado en un avanzado sistema brasileño utilizado para monitorear el cambio de uso de suelo, encontró que el 75 y 56 por ciento de la selva y el cerrado desmontados durante ese periodo terminó como zona de pastoreo, respectivamente.
La publicación estimó que cada kilogramo de carne brasileña está asociado con 300 kilogramos de emisiones de CO2.
“Encontramos que el costo de las emisiones de carbono por unidad de producción excede el costo real del producto al mayoreo”, afirmó el coautor del estudio Roberto Smeraldi de Amigos de la Tierra – Amazonia Brasileña
Los investigadores, liderados por Carlos Nobre del INPE, mencionaron que el estudio demostró que Brasil necesita enfocarse en la disminución de los impactos ambientales ocasionados por la ganadería, de tal forma que se puedan reducir las emisiones de gases de invernadero. Sugieren que la deforestación y las emisiones asociadas se podrían reducir mediante reformas políticas, el mejoramiento en el cumplimiento de la ley y el perfeccionamiento de las prácticas de manejo de la tierra. Los pagos por la restauración y conservación de las selvas podrían incentivar a los ganaderos a adoptar medidas ecológicamente más responsables. Además, la certificación de los productos agropecuarios originados en la amazonia permitirá rastrearlos a lo largo de la cadena de suministros, desde las granjas y ranchos donde se cría el ganado, propiciando un mejor desempeño ambiental entre los productores.
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Brasil ha ofrecido reducir las emisiones en casi un 40 por ciento de los niveles proyectados (entre el 14 y 19 por ciento por debajo de los niveles del 2005) para el año 2020. La mayor parte de las reducciones provendrían de un decremento del 70 por ciento en las tasas de deforestación.
